Capítulo 9

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Narra Blade

-¿Cómo rayos se atreve ese baboso a llamarme rarita y maniática? Pero que ni crea que esto se va a quedar así.

-Vamos, ya déjalo. No vale la pena un chico así, Blade.

-¿Qué lo deje? ¡Por Dios Cristina! Me dijo rata, rarita e invisible. Si crees que me quedaré de brazos cruzados, estás muy equivocada.

Estaba muy indignada con esto, Jack quiere seguir jugando con los sentimientos de los demás pese a todo. Yo sabía que lo de las notas dificilmente le tocaría el corzón a alguien que lo tiene de piedra.
Jack lleva molestándome por más de tres años y sin razón aparente, el primer día se me quedó viendo un buen rato y al acercarse solo me empujó sobre los casilleros, de ahí tuve que empezar a escabullirme y evitarlo a toda costa, creo que nadie debría vivir su vida así. Es injusto y malvado.

Nina adivinándo los pensamientos de mi mente me dijo que si pensaba seguir con esto debía de planear muy bien, porque dejarme llevar por el enojo haría todo acabara muy mal.
Luego de esto se fue a dormir, yo poy mi parte me puse a leer para así distraerme. Lo ocupaba en serio, por más que trataba de no pensar en el baboso de Jack, no conseguía sacármelo de la mente, y esto me tenía enojada. Nunca me permití crear sentimientos por alguien y alimentarlos, me refugié en mis libros por completo, y dejaba los sentimientos románticos solo en ellos. Quién sabe cuan lastimado puedes salir.
Estaba enojada con Jack por tratarme así a mí y a muchos dentro del instituto, no puede venir y condenarme por algo que no sé a ciencia cierta. Creí que con el tiempo todo pararía, pero solo empeoró.

Todas hablaban de él y de lo diferente que era tres años atrás, que antes solo bromeaba pero ahora sus "bromas" pasaban el límite de lo que se considera sano. Fue como si en mi vida todo lo malo haya decidido suceder en ráfaga pero sin esperanza de parar.

A veces solo desearía regresar el tiempo atrás, a cuando mamá estaba viva y los 4 vivíamos tranquilos, sin la vida de la cuidad. No recuerdo mucho de ella, pero gracias a lo que me cuenta papá cuando lo visito voy pegando fragmentos de historias y todo parece esclarecerse más y más cada vez. Además, gracias a mis sueños también puedo recordar cosas.

Ya eran casi las 00:15 cuando me di cuenta del viaje de mis pensamientos, mañana tenía instituto así que debía de irme a dormir ya si no quería parecer mapache luego.
Justo antes de dormir unos ojos hazel fue lo último que se cruzó por mi mente.

"Estaba cerca de un tobogán, corriendo a él para jugar. Llevaba una camiseta color zafiro y unos shorts marino, siempre con lentes. Corría y corría sin parar pero caí al suelo y mis lentes volaron a no sé donde, empecé a llorar de manera descontrolada y alguien se acercó. Supe que era un niño por su tono de voz.

-Aquí tienes, deberías ser más cuidadosa. - me tendió mis lentes. Me los puse rápido y comprobé que solo tenían un pequeño rasguño así que suspiré son alivio. Yo seguía con la mirada sobre el suelo pero pude ver cómo él me tendía su mano, era un poco regordeta pero tierna. Estaba sorprendida y a la vez apabullada, muchos niños se burlan de mí solo por usar lentes y ser rellenita... pero él se acercó. Le di la mano y me reincorporé, quise sonreírle pero no podía ver su rostro, era todo borroso.
Alguien gritó el nombre de él pero es inaudible..."

Aquello me levantó, estaba agitada y sudando, esto no es nuevo. No es primera vez que sueño con un niño castaño. Papá cree que se trata de mi mejor amigo de la infancia. Perdí el contacto una vez nos mudamos, y que sufrí mucho al dejarlo ahí. No recuerdo su rostro ni su nombre, y eso me hace sentir nostalgia. No sé porqué recordar ciertas cosas tiene ese efecto en mí.

Decido volver a dormir entonces me recuesto de nuevo sobre mi cama y me cubro hasta el cuello con mi sábana, está haciendo mucho frío. Ya al sentrime calentita, el sueño me gana y me quedo dormida sin más.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora