Capítulo 17

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Narra Blade

Luego de lo de la cafetería los chicos me encaminaron hacia el salón de geometría. Habían pocos alumnos y lo prefería así. Caminé despacio hasta los pupitres y me senté en la tercera fila de seis. Aunque prefería sentarme atrás en algunas clases, en geometría era diferente. No me destacaba en ella así que requería de toda mi atención.
Suspiré al ver entrar al maestro con cara de pocas pulgas. Sería un hora muy larga.

-Buenos días, alumnos.

-Buenos días- respondimos todos al unísono

Se podía presenciar que no a todos les gustaba esa clase por la manera apática en la que respondían. Yo por mi parte la veía normal, pero no me gustaba tanto como otras.
Pero aún así, me tome la libertad de andar vagando por mi mente en plena clase. Nadie hablaba y el maestro solo escribió el tema en el pizarrón, y yo procedí a escribirlo como todos ahí. Una vez él explicaba, debías de apresurarte a tomar nota de lo importante; de ahí que nadie se distrajera.
Y hablando de distracciones, un leve clic desde la puerta resonó en eco en la habitación. Me encontraba escribiendo algo que recientemente dijo el maestro por lo que no le presté importancia hasta que escuché esa voz...

-¿Puedo pasar?

-Disculpe, joven Daniels pero hoy no le toca este periodo sino hasta mañana.

-Es que cambié mi horario, Señor. Ahora tendré geometría en vez de ciencia para después ir a gimnasia. Tenga, aquí está el aviso de la dirección.

-Está bien, tome asiento. - dijo revisando la nota de la oficina principal.

Esto no puede ser posible, ojalá me tragara la tierra y me escupiera en Corea. Si antes corría el riesgo de ser descubierta ahora la posibilidad sería más alta. Con dos clases en las que coincidimos, ya era demasiado. Debía de ser más cuidadosa, no verlo y no rondar en su eje.

¡Dios mío, esto será complicado!

El chico sonrió de una manera diferente, sin arrogancia y con una cortesía tremenda. Estaba boquiabierta con lo que veían mis preciosos ojos- nótese mi ironía.
Pasó por mi lado para sentarse en la siguiente fila a la mía, dos puestos atrás de mí. Su colonia llenó el ambiente, olía varonil- pues obvio, Blade, él es todo un macho- aspiraba frescura e irradiaba seguridad a cada paso que daba.
No sé si fue mi imaginación pero hasta pude oír suspiros del fondo del salón.

Si antes la hora iba a ser muy larga, ahora sería un tortura.

Juro que trataba de poner atención pero no lo me era posible. Tenía miedo de que si él se enteraba de que era la "maniática" le dijera a todos y que se burlaran de mí. Además, recordaba sus palabras: "cuando te encuentre no te la acabarás"; si se enteraba me haría la vida de cuadritos y si de por sí ya estaba en la lista negra de los estereotipos, pues la palabra nerd en mayúscula y en rojo, descansaba en mi frente.

Cuando tocó la campana di un pequeño saltito, tremendo susto ese. Cómo no, si estuve media clase viajando en otro mundo.
Con vergüenza por mi reacción volteo la cabeza para ver si alguien lo había notado. Y él lo hizo. Su mirada neutral estaba en mí, era como si le hubiera agarrado una nube de pensamientos y yo estuviera en el medio.
Aquellos ojos hazel sobre mí me produjeron una reacción extraña. Aún con mis ojos clavados en él y mi dorso en su dirección veo cómo parpadea varias veces y regresa de su viaje.
Doy la vuelta porque no deseo verme como una loca psicópata; mas aún así, de reojo vi cómo el guardaba sus cosas y salía del salón. 
Mi corazón palpitaba a mil, no sabría que haría si el se daba cuenta. A veces parecía un chico totalmente normal, pero a veces solo con su porte intimidaba.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora