No Te Enamores De Jack. ©

Capítulo 25

Narra Jack

Lunes. ¿He dicho ya que los odio? Pues hoy pretendo que eso cambie un poco. Quiero que sea un buen día y qué mejor que sea el comienzo de la semana.
Escojo mi camiseta favorita, azul marino con el logo de Rolling Stones en ella, unos jeans y unos tenis.
Me veo al espejo, me seco el pelo con la toalla y con los dedos logro peinarlo un poco.

"El azul sin duda es tu color"

Sonrío ante las alocadas afirmaciones de la maniática y alisto mi mochila para irme al instituto. Justo al salir me encuentro con Delany que está lista para irse con mamá.

-¿Qué mosquito te picó? Tu sonrisa no cabe en tu cara.

Me ve extrañada, todos saben que odio los lunes. Quizás y por eso le sorprenda mi actitud diferente. Río por lo bajo y la cargo en brazos para que bajemos juntos a la planta baja donde se encuentra mamá sirviendo el desayuno.

-Buenos días - saludo.

Los tres se miran entre sí y sonríen.

-Buenos días, hijo. ¿Cómo dormiste anoche?

-De maravilla, como nunca antes.

-Nos alegra - dicen mis padres al unísono.

Un silencio cómodo se propaga por todo el comedor, estamos sumidos comiendo.
Esta mañana mamá se levantó escuchando rock clásico y Bryan Adams con Please Forgive Me inundó la cocina. Tarareé la letra y papá hizo lo mismo. Creo que gran parte de mis gustos musicales se debe a ellos.

Mis padres tienen muchas cosas en común, a ambos les fascinan las matemáticas, la literatura y la buena música.
Son como mejores amigos, y es cierto que tienen sus desacuerdos a veces pero se nota cuánto se aman.
Nunca he escuchado a mamá hablando mal de papá y viceversa. Creo que el amor debe ser así, amar a la otra persona y que no te importen sus errores, y no porque te hagas ciego a ellos, sino porque pese a eso decidas amarle.

Cuando terminamos de desayunar recogimos la mesa y hablamos un rato antes de la hora de partida.

Mamá me dijo que haría lasaña para la cena así que podía invitar a quien quisiera a venir. Pensé inmediatamente en Travis. Él ama la lasaña que hace mamá.

Sin pensármelo dos veces asentí y me despedí de ellos. Mamá sonrió y aseguró a Delany en el asiento, ella me lanzó un beso y sonreí ante su ternura. Ella es un caramelo.

Al llegar al instituto parqueé mi moto y me colgué el casco en el brazo. Camine con tranquilidad, estaba un poco antes lo que significa que no hay muchos estudiantes. Ya saben, la mayoría son de los que corren a sus salones justo antes de la campana, cosas de jóvenes.

Fui a mi casillero, y una nota salió volando de él. Dejé el casco dentro y cerré la puertecita.

"Hay cosas que tienes que hacer, Jack, pero sigues retrasándolas. Creí que... quizás y ocupabas un empujoncito".

Aquellas palabras me pusieron alerta, solo esperaba que no se referían a ella. Nadie tiene derecho a ir por ahí contando tus cosas, eso me pertenece a mí. Es mi vida, y si hay cosas que considero no es momento para divulgar es mejor que no porque me conozco mejor que nadie.

Si esta era una broma que buscaba hacerme bajar la guardia, era de muy mal gusto. No era la primera vez que recibía notas de este tipo de comentarios anónimos, más sin embargo acababan siendo solo palabras.

Pretendía que no me afectara, pero lo hacía un poco. Al no ser la primera vez, hacía que me entrara duda sobre si está iba en serio. Solo unos pocos estudiantes de todo el instituto sabían sobre mi vida pasada... bien porque me conocieron o ellos son amigos de quienes me conocieron.
Aún así, nadie se ha atrevido a sacar completamente el tema a la luz. Saben que hay una chica pero hasta ahí.