Capítulo 66

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Anoche fue impresionante. Luego de nuestra velada Jack me dejó en el dormitorio y él fue a casa de sus padres.

Realmente la pasé de maravilla. Reímos hasta que nos dolía la panza y platicamos de todo un poco, como si no hubiéramos hablado en meses. Cuestiones de la distancia supongo.

A la mañana siguiente en plan era ir a casa y presentarlo como mi novio. Vaaaya, sería la primera vez que llevó a alguien a casa en plan más que amigos.

Jared no se lo ha tomado muy bien, digamos que aquí aunque es el menor él me considera la hermanita de la casa. Así que su instinto de hermano celoso-sobreprotector salió a la luz no más vio que Jack y yo entramos cogidos de las manos

¡Vaya celosillo nos salió!

Papá por su parte está muy contento, para que me crean digamos que ha hecho su exquisita receta de carne al horno y cada que su mirada coincide con la de Jack sonríe de oreja a oreja y se le forman arrugas en los ojos. ¡Demasiado!

—Un gusto que estés aquí con nosotros Jack.

—El gusto es mío señor Rizo.

—Arthur, llámame Arthur.

—Está bien, Arthur. Y gracias por la comida, está deliciosa.

—Eres el primer chico que Blade trae a casa, debemos impresionar si queremos boda pronto.

—¡Papá!—chillo avergonzada,—no le hagas caso Jack. Solo bromea.

Jack me mira con una sonrisa sin mostrar los dientes pero cuando voltea hacia papá muestra la perfecta hilera de dientes.

—Pues me está impresionando, la boda será más pronto de lo que se imagina.

—¡Jack!

Ambos estallan en carcajadas porque tengo la cara roja a punto de explotar de la vergüenza. Se pasan. Ya imagino cómo serán de ahora en adelante las reuniones familiares con papá y Jack juntos.

Miro a Jared que está serio como si lo que ellos hacen solo fuera cosa de chicos y él fuera un adulto.

Más sin embargo, su aparentemente celos desaparecen en cuanto Jack empieza a hablar de por qué este equipo era mejor que el otro—cosas que no entiendo—pero Jared se le une poniendo resistencia defendiendo al mismo equipo de papá. Hombres, quién puede entenderlos.

Así que mientras ellos platican de fútbol y Jack intenta convencerlos a ambos sobre cierto equipo, yo subo para buscar algo de ropa y ponerme cómoda.

Opto por una camiseta floreada y un pantalón de pijama. Sí, ahora sí me siento como en casa.

A los minutos, mientras me suelto el pelo y me quito el poco maquillaje que usé para hoy, Jack sube riéndose porque dice que papá y Jared son muy cerrados a sus explicaciones y que él solo no puede. Yo me le uno.

—¿Tan rápido te pusiste pijama? Apenas son las 5:00.

—Si estás en casa, cualquier momento es bueno para andar en pijama. Aunque haya visita. Pero, como tú eres un invitado especial también te pondremos pijama.

—Hablas como si fuera un muñeco Ken. No me importaría si tú fueras mi Barbie.

—¡Jack! Ponte serio, y ten, aquí está tu pijama. Cámbiate en mi habitación si quieres, yo iré a por las palomitas para ver una película.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora