No Te Enamores De Jack. ©

Capítulo 69

Dos años después.

—Apúrate, Jack. Vamos a llegar tarde.

—Tú fuiste la que tuvo la idea de rentar un lugar tan alejado. Además, solo vamos a cenar con nuestras familias. No creo que se molesten si nos tomamos unos minutos.

—No son solo unos minutos, ni siquiera me he peinado.

—Creo que fue mala idea irte de compras el mismo día del evento con Nina. Sabes cómo ama la ropa y los zapatos.

—Tienes razón. Pero es que no podía venirme con algo feo, quería verme presentable.

—Te ves preciosa. Les vas a encantar.

—¿Lo crees? No me he puesto maquillaje ni nada.

—No lo necesitas.

Le sonrío con ternura por sus palabras y él me sonríe de lado enseñando uno de sus hoyuelos.

Rápido me hago una media cola un poco desordenada pero pasable y me pongo unos aretes preciosos color esmeralda, regalo de papá.

El atuendo completo consta de un vestido sencillo color blanco con un escote cuadrado, unas sandalias color crema sin tacón, y un mini bolso que Jack llevaba ahora en su mano.

Aparcó el carro que su padre le prestó para ir a recogerme al mi apartamento, porque sí, ahora vivía sola.

Nico le pidió matrimonio a Nina a principios del año pasado, obvio ni tardó un segundo en decir que sí y unos meses más tarde también se mudaron juntos. Vaya enamorados haciendo locuras.

La pobre Blade tuvo que quedarse sola, y pronto cumpliré mis casi ocho meses de haberme mudado fuera del campus del universidad.

Creo que para este tiempo muchas cosas habían dejado de ser igual. Jack y yo seguíamos ganando confianza el uno en el otro y hablando más que nunca pues resulta que calculando bien, hay dos momentos en el día en que podemos conectarnos por videollamada y hablarnos. Él vino una vez más luego de la última vez y ahora aquí estamos de nuevo con él aquí y no yo allá. Ustedes me entendieron.
Aparte de eso, conseguí un nuevo trabajo en una cafetería, donde además del café me gusta atender a las personas. Un buen ambiente y un horario flexible por mis clases.

Lucas, también casado, se mudó con su novia muy lejos de aquí por cuestiones de la universidad. Ambos estudian lo mismo, medicina. Su madre y su hermana viven en una casa más chica solo para ambas y ella trabaja como enfermera a turnos fijos. Ahora entiendo de quién sacó su amor por ayudar a otros así.

Ah, y por último, pero no menos importante. Travis se encontraba también entre los invitados para la cena. Había resuelto sus asuntos con Jack luego de un par de meses. Ya saben, la última vez discutieron fuerte pero Jack tuvo que entender que reaccionó mal y Travis no tenía la culpa de cómo se habían dado las cosas; así que luego de acordar un punto de encuentro ambos hicieron las pases, son como hermanos y una pequeña diferencia no los podría separar. Además Aiden se les había unido siendo ahora mejores amigos los cuatro contando Oliver.

En fin, pareciera que todos tenemos la vida resuelta ya.

La mano tibia de Jack entrelazándose con la mía me saca de mis pensamientos y me vuelven a la realidad.

—¿Lista?

—Más que nunca.

Nos adentramos al local y por un instante las luces me ciegan y pero al abrirlos mis ojos recaen en todos, literalmente están todos aquí.

Hay dos mesas enormes donde se encuentra mi familia, la de Jack y todos nuestros amigos, porque sí, ahora lo teníamos todos en común.

Corro a los brazos de papá y él me envuelve con cariño pero a la vez con fuerza. Lo he extrañado tantísimo. Y a Jared también, claro. Que por cierto, ya está mucho más alto, casi me lleva una cabeza de altura. El abuelo Andrés también está aquí.