Narra Blade
El tiempo parece retroceder a mi alrededor y me encuentro en casa, junto a papá en el patio trasero. Y desde la ventana veo a mamá en la cocina con Jared en brazos.
Estoy sentada en una roca coloreando, y un niño se me acerca por el costado y me quita el color rosa de las manos. Papá ríe y nos deja solos.
Yo le llamo para que me lo devuelva, pero no lo hace. Así que lo persigo por todo el patio.
Ambos estamos sumergidos en risas y carcajadas por el momento. Pero, por irme riendo no me fijo en la raíz de uno de los árboles y caigo al suelo de manera ridícula.
Mis lentes salen volando y caigo de panza.No tardo en empezar a llorar. Me siento sobándome el brazo, lo tengo todo lleno de tierra y un poco de sangre. El niño se acerca y me sostiene la mano para poner mis lentes en ellas. Los agarro y le suelto un zape.
El sonríe nervioso, se disculpa y me limpia los ojos metiendo sus pulgares detrás de mis lentes. Aquello me parece tan dulce, pero sigo enojada y el dolor de mi brazo no desaparece así que sigo llorando.
Susurra un "lo siento" de nuevo, y me abraza. Se siente tan reconfortante, que aunque sabiendo que no eliminará el dolor puede hacerme sentir su compañía leal.
Lo abrazo de regreso y sonrío susurrando un "está bien". A lo lejos veo a papá acercarse y nos ve enternecido por la escena. Trae en sus manos un mini botiquín de primeros auxilios.
Nos separamos y pregunta qué sucedió. Ambos cruzamos miradas y respondo:
—Fue un accidente, estábamos jugando y me caí.
—Vaya, deberían de tener más cuidado la próxima vez. Jugar es más divertido si hay precauciones, pues no sales herido.
—Tienes razón, papá. Prometemos tener más cuidado la próxima, ¿verdad?
Papá le sonríe y empieza a curarme la herida.
Aquél recuerdo me golpea de manera inesperada y cierro los ojos.
Déjà vu. Es tener la sensación de que un evento que experimentamos en la actualidad ya lo vivimos en el pasado.
Pero no puedo.
No puedo comparar a ese niño tan dulce de mi infancia y dueño de mis sueños, a este chico por un acto de misericordia. Ni de broma.
Son dos mundo diferentes, como agua y aceite.
Lentamente se separa de mí y el frío parece golpearme de nuevo para volver a la realidad.
Me siento tensa, y algo cohibida. Nunca esperé una situación así, quizás de alguien como mis amigos, pero nunca de él.
"Todos merecen segundas oportunidades" —me repito mentalmente.
—Gra... gracias —susurro, con los ojos clavados en mis manos.
—Descuida, está bien.
Antes de que me dé tiempo de decir algo más se reincorpora quedando de pie. Sigo viéndolo por el rabillo del ojo porque me da vergüenza verlo a los ojos.
Pero, aún luchando con todo esto dentro me giro quedando frente a él.
Sus ojos revelan muchas emociones, e imagino que los míos deben de estar igual. El color se ve un poco más oscuro, pero se puede ver su pupila dilatada. Está examinando mi rostro en busca de algo, algo que no entiendo.
Yo por mi parte, tengo una lucha interna por mis pensamientos. ¿Qué debería hacer? ¿Hablar? ¿Salir corriendo? ¿Respirar? Porque pareciera que he dejado de hacerlo desde que me está viendo así.
ESTÁS LEYENDO
No Te Enamores De Jack. ©
Romansamará © "-La chica del mes, al parecer Jack nunca descansa mi amiga. -Es un tonto. No sabes cuánto deseo que pare ya con ese tonto juego del novio perfecto. " ¿Qué sucederá en el momento en que Blade decida escribirle una nota al chico que lleva año...