No Te Enamores De Jack. ©

Capítulo 34

Narra Blade

El sábado transcurrió tranquilamente. Nina y yo habíamos pasado todo el día juntas. Por la mañana fuimos a Roulette para pedir todo lo que llevara chocolate, y  por la tarde estuvimos con la cabeza metida dentro de mi armario escogiendo algo para la reunión que habría en casa de Oliver.

La verdad estaba nerviosa, faltaban sólo dos horas. Era la primera vez que me tomaba en cuenta alguien popular, y un chico.

Pero me repetía mentalmente una y otra vez, no es una cita, es un encuentro social entre muchas personas.

—No estés tan nerviosa.

—Sí, verdad. Ni que fuera una cita para estarlo.

—¿Y quién dijo que no lo es? Serás soquete, solo porque hayan más personas no significa que no sea una cita. No necesitan estar solitos..., incluso con individuos alrededor si te pidió a ti ser su compañera ese día, se convierte automáticamente en una cita.

—Patrañas, patrañas. Así no sucede en los libros y películas. Cita=dos.

—No es así.

—Claro que sí. Piensa en esto, cuando una pareja va a una cita en un restaurante aunque hay muchas personas, están en su propia burbuja. Sentados solos hablando de ellos y conociéndose.

—Blah, blah... ¿y esto qué tiene de diferente? Estarán juntos con gente alrededor, lo mismo. Dah.

—No, no lo es. Estar sentados en el mismo espacio, sentado con diez individuos sudorosos y gritones, no es romántico. ¡Ni siquiera pueden conversar!

—Entiendo, entiendo.

—Entonces, no voy a una cita. Voy a una reunión social.

—Me haces pensar mucho.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Blade—suspira,— no le debes fidelidad a tus sentimientos por Jack Daniels. No son nada.

—Pufff, yo no...

—Sí, tú sí. Sé cuánto te gusta él, y sé lo leal que puedes llegar a ser. Créeme, que incluso me sé los nombres de todos tus novios literarios porque los mencionas siempre y nunca se te olvidan.

Aquello me hizo reír un poco, pero seguía apenada.

"Date la oportunidad de conocer a otras personas. No te sumerjas en una burbuja de sentimientos por ese chico. Sal, diviértete. Conoce a otras personas y verás que no todo se resume a él, quizás y en ese entonces conozcas a ese alguien para ti. Sé que es irónico porque pasó en mi caso. Yo fui leal a mis sentimientos por Nico, me aseguré de no ver a nadie más en cuanto supe que me gustaba, solo que con la única diferencia de que...

—... él sentía lo mismo—finalicé la oración.

—Sí... eso.

Suspiré, suspiré y suspiré.

Estaba hasta mareada de suspirar.

¿Acaso debía de conocerme tan bien? Lo agradecía porque por mí misma quizás hasta hiciera una locura, y era mi mejor amiga, todo lo que me dijera era con buenas intenciones.

—Está bien.

—¿Está bien?—me miró incrédula.

—Sí, si no me concentro en mis sentimientos quizás y desaparezcan con el tiempo. Además no vale la pena luchar por algo unilateral, y más si sales lastimado en el proceso.

Me sonrío desde el corazón.

—De verdad me sorprendes. Has madurado mucho, niña Blade.

—Agh, ni sabes cuánto me irrita que me digan así. Mejor ven acá y dame un abrazo.