Capítulo 20

498 35 9
                                    

Narra Jack.

Después de que Alice se fue empecé a arreglar la sala y me encontré con otra nota de la maniática en el suelo.
Reconocería el dobles de ese papel en cualquier lado. Único.
Quizá y se cayó de mi mochila cuando estábamos haciendo las tareas.
Lo que se me hizo un poco extraño fue que el papel se encontraba un poco arrugado y mal doblado. No le tomé importancia, seguro y fue que sufrió un accidente al estar bajo todas mis cosas del instituto.

Aún con la nota en mis manos, me senté en el mueble para leerla. Era fácil para ella enojarme con unas cuantas palabras, sabía como sacarme de mis casillas en segundos. Pero cuánto desearía poder saber quién se esconde detrás de estas letras, detrás de ese papel y ese seudónimo. Quería conocer a las responsable de ocupar una fracción de mis pensamientos, a quien me ponía la mente a trabajar y me dejaba con ansias de una nota más. Quería conocer a la chica atrevida y maniática que osó en mandarme una no-carta.
Lastima que debía de esperar, solo espero conocerla y muy pronto.

-Jack - me llamó Delany mientras se acercaba a mí logrando sacarme de mis pensamientos.

-¿Qué pasa, linda? - digo guardando la nota de nuevo en mi mochila.

-¿Tú quieres a esa chica?

-¿Por qué lo preguntas?

-Es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta. - se quejó poniendo sus brazos cruzados sobre su pecho. Yo siempre le decía lo mismo. Lo usa en mi contra.

-Lo siento. Bueno, por algo es mi novia, ¿no lo crees?

Ella arrugó sus cejas en expresión de confusión. No se tragaba mi respuesta y lo sabía muy bien, estaba a medias. Ni dije que sí ni dije que no.

-Pero, es que no la vez así como papá ve a mamá... tus ojos no brillan y tú sonrisa no se hace más grande si ella está.

-Bueno, es que yo - rasqué mi cuello con nerviosismo.

No lograría evadir esta pregunta. Era tan difícil. Hasta que algo me salvó: El sonido de la puerta abriéndose.
Ahí estaba mamá y papá. Ella venía con una enorme sonrisa en su rostro y papá venía tras ella.

-¿Cómo están, mis bebes? - dijo posando su mirada en ambos.

-Bien - respondimos ambos al unísono.

-¿Estuviste bien en casa de la señora Susana?

-Sí, estuve ahí hasta que llegó la hora de que Jack estuviera en casa. Me trajo hasta la puerta, se aseguró que entrara y cerrara. Luego de unos pocos minutos vino Jack y vimos una peli con una compañera de clase de él. -mmm, raro que no dijo mi novia. Al parecer Alice no le caía bien.

-Bueno, qué bien. La señora Susana es muy amable y atenta. Recuérdame darle las gracias el lunes antes de irnos a la escuela. - Ella asintió y sonrió. - Espero y luego me cuentes qué tanto te gustó la película. Y me alegra que hayas conocido a una compañera de Jack. - me miró un micro segundo y volvió a su plática. - Ahora todos lávense las manos que ya serviré al cena. ¿Jack, ordenas la mesa? Por favor.

-Claro.

Mientras ponía la mesa mi mente no dejaba de dar vueltas en lo mismo.

Estaba seguro de que no amaba a Alice, ni al cabo. Pero quererla, ¿lo hacía? No lo sabía con certeza; puedo hablar y pasar el rato con ella, pero no puedo lograr soltarme por completo, y creo que nunca lo haré con nadie, no como lo hice con ella...
Siempre es lo mismo, si tengo una novia me encuentro a mí mismo pensando y comparando cómo sería si ella estuviera en mi vida.

No es sano, y lo sé. Pero su memoria nunca se irá de mí, así como estoy seguro que ella me sacó de su vida.

Creo que nunca estaré preparado para seguir adelante y que esto no me afecte. Obvio, centrarme en las clases y el fútbol me hacen despejarme pero nunca olvidarme por completo.

Cuando terminé de ordenar la mesa para cenar, mamá fue colocando las comidas en sus respectivos lugares. Sí, cada uno tenía el suyo.
Era una mesa de seis puestos, mamá estaba al lado izquierdo de papá, y Delany al lado izquierdo de mamá y yo frente a papá.
Espero no confundirlos, soy malo explicando cosas.

Ya en la mesa todos hablamos de temas al azar, ninguno en especifico. Uno llevaba al otro y así.

Ya para finalizar la noche escuché a papá decir que había ascendido de puesto en su trabajo y que ahora supervisaba el área de maquinaria pesada.
Todos lo felicitamos. Él ama su trabajo, y se merece ese puesto. Me sentía muy contento con mis padres.

-Jack, ¿hijo qué te pasa?

-Nada, solo ando distraído, ya saben cosas de adolescentes.

-Acaso, ¿sucede algo? Digo, si tienes un problema nos lo puedes contar, somos tus padres y nos preocupamos por ustedes.

-Ehh... no, no se preocupen.

-¿De casualidad no tiene que ver con tu compañera que vino hoy?

-¿Qué comes que adivinas, mamá? - ella sonrió-. Es solo que me siento confundido por todo.

-Entiendo. Algo que te puede ayudar es hacerte un auto examen, así sabrás qué es lo que no te cuadra para que le dés respuesta a eso que te inquieta. - papá solo escuchaba asintiendo en su respuesta porque era la correcta.

-Gracias. Los quiero mucho. -lancé una mirada significativa a ambos.

-Dime, ¿ya sin novios?

-Sí, tenemos ya dos meses.

Mamá se atragantó ante mis palabras, no era la primera vez que traía a compañeros o amigos a casa, pero sí a una novia.
Yo prefiero ahorrarme las presentaciones sabiendo que no es a quien yo quiero para ocupar ese lugar especial.
Mamá y papá lo sabía pero querían hacerme olvidar el pasado, aun cuando yo quería aferrarme a él, todo con la esperanza de que algo actuara a mi favor y tuviera suerte por una vez en la vida.

-Tráela a comer.

-¿Para qué o qué?

-Mi niño, tenemos que conocer a la afortunada.

-Saben lo que pienso de eso, ¿no? Solo lo haré cuando crea que es la indicada, y no pienso hacerles conocer a cada chica con la que tenga algo que ver. Sería contraproducente y no quiero que se encariñen con nadie a quien no ame de verdad. Por favor, no estoy preparado para dar ese paso con nadie por los momentos. Solo espero poder hacerlo más adelante.

-Está bien - aceptó papá. - Pero promete que lo intentarás. Dar de nuevo tu corazón y no pensar tanto en lo que pasó.

-Lo prometo.

La plática concluyó ahí. Con mi promesa de no pensar demasiado en quien está grabada en mi mente todo el tiempo; no pensar en quien me marcó como nadie; no pensar en la chica de los chisposos ojos café y la sonrisa contagiosa.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora