Capítulo 1

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Narra Blade

-¡No sabes cuánto lo odio! Es un engreído.

-Ya deja de darle tantas vueltas al mismo tema, Blade. – dijo Nina mientras yo empezaba a echar humo hasta por los oídos.

-El problema es que tú nunca sufriste bullying por parte de él, eres bonita, eres parte de las porristas y yo..., soy yo. ¡Ay, me volveré loca! – dije al borde de las lágrimas.

-Vamos, Blade. Tu sabes que no eres fea, eres súper bonita y eres muy inteligente. Recuerda que no existe la belleza sin inteligencia.

-No me comprenderías...

-No te pongas mal. Mejor vamos a la biblioteca, escuche que trajeron nuevos libros.

-Está bien, pero no olvidaré el tema. - agarré mi mochila y mis lentes, Cristina o Nina como le digo, rodó los ojos y me siguió en silencio hasta la biblioteca del instituto.

Ambas ibamos en silencio al lado de la otra hacia la biblioteca, me encantaba leer porque eso sí lograba sacarme de la realidad. Ellos estuvieron siempre, incluso supieron consolarme cuando me encontraba fuera de mí. Ella lo sabía, por eso continuamente ibamos a ese lugar.

Cuando entramos pude divisar a Jack Daniels, el chico más arrogante del mundo, coqueteando con un grupito de chicas que más no les faltaba para botar baba sobre los hermosos libros. Nina y yo solo mirábamos la escena con asco. Mejor decidimos cambiar de ruta, pedimos unos libros para la semana con nuestro carnet de estudiantes y nos dirigimos hacia la habitación, no sin antes hacer escala en Roulette por unos cafés con leche.
Roulette es un café que está fuera del campus, es un local mediano pero es cómodo, todo dentro de él te grita medioambiente porque puedes ver flores y plantas silvestres, colores crema y decoraciones rústicas por aquí y por allá y ni hablar del olor a café que inunda el local.
Al cabo de unos minutos de espera nos dan nuestros cafés y unas donas bañadas de chocolate que son especialidad de la casa.
Aquí conocí a mi mejor amigo, Lucas, quien trabaja los fines de semana aquí mismo. Él, Nina y yo, somos los tres mosqueteros... yo sé, yo sé que suena infantil pero me encanta ver como los tres le hacemos frente a muchas cosas.

Tras que entramos a la habitación cada una se tiró en su cama y comenzó a leer. Siempre vi la lectura como un viaje por la nada, por el espacio de letras y unos cuantos versos que harían a cualquiera perder la cabeza y más a mí: una maniaca enamorada de un Neruda y de un Márquez. Sí, yo reboso azúcar por los poros.

Nina, es diferente, ella prefiere los de fantasía, y los de terror. No de mi especie.

Al cabo de unas horas me acabé un libro, y mi café. Nina se encontraba con su teléfono sobre la pila de los libros a medio terminar.

-¡NO PUEDE SER! - se reincorpora rapidamente y sus ojos se abren mucho, mucho.

A ella casi nada le sorprende ya, así que me pica la curiosidad -¿El qué no puede ser?

-Tienes que ver esto, Blade. – lo dijo en un tono alarmante.

Me levante tan rápido como pude, dejé el libro recién comenzado sobre la cama perdiendo la hoja por donde estaba y quede pasmada con un sabor amargo en la boca.

-La chica del mes, al parecer Jack nunca descansa mi amiga.

-Es un tonto. No sabes cuánto deseo que pare ya con ese tonto juego del novio perfecto.

-Vamos, ya deja de comportarte así. Tú sabes cómo son esos chicos; no debería de sorprenderte ya.

-Ay, es que ya es mucho, ese chico solo juega me sorprendería si tiene sentimientos, o mejor aún, si se enamorara.

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora