Capítulo 18

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Narra Blade

-¡¿Qué?! ¿Enserio pasó todo eso?

-Que sí..., todavía estoy temblando por eso.

-Me va a dar algo.

Estamos de compras en el centro comercial y Nina todavía no se cree lo que pasó con Travis. Bueno, y es que hasta a mí me resulta inimaginable. Aunque creo que es mejor que se haya enterado él que el mismísimo patán, digo Jack.

-Oye, ¿y el tal Travis no es malo así como lo pintan?

-No, en realidad él se ofreció a dejar las notas en la mochila de Jack ya que le gusta verlo enojado, además dijo que no le diría a nadie; y hasta se ofreció a tomar las responsabilidades si alguien se entera.

-Entonces, ¿cómo es posible que ellos sean mejores amigos si son totalmente opuestos?

-No lo sé, la verdad que no.

Luego de aquella plática, nos adentramos en una tienda de hombres y buscamos y buscamos y buscamos sin cesar para encontrar algún regalo perfecto para papá y Jared.

-Ya vuelvo, iré a pedir los cafés, mientras tú sigue buscando. -le hice malos ojos porque pensaba en dejarme sola- Es que es una tienda nueva y es buenísima, vamos. ¿Yo invito?

-Está bien, pero vuelve rápido que sabes que me pone de correr andar sola.

No soy mucho de estar sola, no porque me dé miedo, sino porque me siento insegura. Llámenme rara o lo que sea, solo espero no ser la única que se siente así.

Suspiré cuando la vi irse a la cafetería que estaba no muy lejos y volví a entrar a la tienda para buscar los regalos.
Estaba decidida a llevarme una camiseta que traía el superhéroe favorito de mi hermano, y el mío también: Spiderman. Seguro se volvería loco, ya no puedo esperar a ver su reacción. Él se emocionaba hasta los huesos por cosas simples, me recuerda mucho a mí de pequeña. Si mamá y papá me llevaban cualquier cosas hablaba de ello por días, sin exagerar. Sonrío con algo de nostalgia por el recuerdo, pero decido ponerlo de lado para centrarme en buscar algo para papá... a lo lejos veo una vitrina con objetos brillantes y tres pulseras logran captar mi atención.
Son como huellas de perritos, hay una grande y otras dos como de cachorros. Las amé no saben cuánto. Sin pensármelo dos veces pregunto el precio, una joven de unos veinte y tanto de años me lo dije y me sorprendo, son un poco más arriba de la mitad de mis ahorros..., bueno, puesto que fue hace mucho que le di algo significativo los compró; ya veré cuándo me compro más libros, y aunque duela ellos pueden esperar.

Cuando estoy en el cajero para pagar alguien tapa mis ojos, me asusto ya que no reconozco el perfume. Son manos gruesas y algo ásperas, es un chico sin duda. Pero no es Lucas.

-¿Quién soy?

Su voz ronca hizo que se me erizara la piel, quizás la había escuchado antes pero vaya bien a saberlo.

-Ehh... - comencé a hurgar en la caja de "grabaciones de voz de chicos" que hay en mi mente para ver si lograba adivinar...

<<¿Qué? ¿Ustedes no tienen una caja de esas? No me vean raro, es muy útil...>>

-Deja a mi amiga, aborto de mono - dijo Nina soltando un leve golpe hacia el chico.

-Okay okay, está bien. Qué agresiva eres.

-¿Travis? - dije enfocando mi vista con dificultad luego de que él tapara mis ojos.

-Hola, Blade. ¿Serías tan amable de decirle a tu agresiva amiga que no puede pegarle a tu nuevo amigo?

-Oh sí, Travis ella es Cristina o mejor dicho, Nina. Mi mejor amiga.

-Un gusto, aborto de mono, digo Travis. -sonrió ella falsamente.

-El gusto el mío, Nina.

Luego de aquel extraño momento, y de terminar de pagar los regalos vamos a sentarnos nos cuatro, sí ahora se nos unió Nico, a una banca que queda al aire libre.
Está cubierta por un hermoso árbol y alrededor se ven pequeñas flores amarillas que están a punto de reventar.

Es un bonito paisaje pero mi apreciación es interrumpida por la grave voz de Travis.

-Oye, ¿entonces me dirás por qué no le dices a Jack de frente lo que piensas sobre él?

De no ser porque estábamos solo los dos en esa banca me hubiera ido de espaldas al suelo a ver que era tan directo.
Tragué grueso y aclaré mi garganta para bajar el nudo que se había formado ahí.

Empezaba a sentirme incómoda por su mirada curiosa en mí. No había milicia ahí, solo ganas de saber. Suspiré porque quizás y solo así sacaría de mi todo el manojo de nervios que era.

-A ver, chico listo. Si tú pudieras ponerme cualquier etiqueta de instituto, ¿cuál me pondrías?

-Pues no lo sé... -dijo extrañado por mi repentina pregunta.

-Exacto, pues esa es una de las razones.

-Explícate

-Si fuera despampanante o popular no dudarías en ponerme una etiqueta, pero como no destaco ni nada, automáticamente soy reciclada en el grupo de los marginados. No te culpo por ello, es así siempre. Por ese motivo muchos somos el blanco de ataque de los populares.

Travis estaba avergonzado, pude notarlo en la comisura de sus labios, en sus ojos y en el peculiar color rojo que se posó en sus mejillas. Como acto instintivo rascó su nuca y despeinó un poco su cabello.

-No te sientas culpable, ha cesado un poco todo esto... pero igual te suplico como portavoz de otros que traten de parar con esto. Al menos tú puedes ser diferente.

-Tienes razón, yo puedo ser diferente. Déjame ser tu amigo para compensarte el daño, ¿me dejas?

Lo decía con sinceridad, lo veía en él. Me relajé por completo y asentí. No todas las personas buscan hacer daño siempre, por lo tanto una oportunidad no le va mal a nadie.

Travis se giró completamente quedando frente a frente conmigo y sin permitirme procesarlo me abrazó. La inseguridad que sentía se esfumó por completo y le devolví el abrazo. Fue tan sincero que dudo volver a sentir esa calidez de nuevo.

Mis ojos se cristalizaron por la emoción del momento. Era la primera persona que se disculpa conmigo por molestarme.

-¿Me perdonas?

-Claro, todos merecemos una segunda oportunidad. - digo sorbiendo la nariz.

-¿Sabes? No entiendo los estereotipos aveces, tu eres linda y una gran persona.

-No, yo n...

Antes de que pueda responder aparece Nina junto a Nico que fueron a buscar algo en una tienda, y al verme con los ojos rojos se acerca con más rapidez y justo cuando va a pegarle a Travis llamándole aborto de mono, Nico la detiene y deja que explique todo, omitiendo lo de las notas, claro.

Ella se disculpa con voz casi inaudible y todos reímos por su celo de mejor amiga.

Siento que hoy di un gran paso, solo espero seguir así y no retroceder.
Me siento feliz y esto podría ser el comienzo de algo nuevo, ¿o no?

No Te Enamores De Jack. ©  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora