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Andaba tranquilamente durmiendo... Nada fuera de lo normal.

Eso hasta que comencé a soñar algo extraño.

—¡Suran, Shinichiro está despierto! ¡Tengo que ir a verlo!

—¡Emma fíjate cinco veces antes de cruzar! —Me reí.

Escuché el ruido de una moto y entonces me volteé para ver.

—¿Kisaki? —El tipo venía con Hanma, Kisaki sostenía un bate.

—¡Cuidado, Suran!

—¡Emma!

Desperté de ese horrible sueño completamente asustada, se sentía tan malditamente real que me dio miedo de que eso pasara.

No quise darle importancia así que volví a dormir.

—¡Mikey! ¡Mikey! ¡Kisaki le dio a Emma con un bate en la cabeza!

—¿Qué?

—¡Perdón, perdón, no pude hacer nada! —Exclamé asustada mientras lloraba.

—Ve adentro con Shinichiro, yo iré a ver a Emma. —Me dijo Mikey. —Ella va a estar bien, ya lo verás.

—Fue mi culpa, fue mi culpa, disculpame.

—Iré a verla y después hablamos, ¿Bien? —Yo asentí sin poder dejar de llorar.

Para cuando entré a la habitación de Shinichiro, no pude ni verlo cuando ya estaba llorando otra vez.

—¿Qué pasó? Suran, ¿Estás bien?

—Perdón, en serio perdóname. —Sollocé. —Yo... iba con Emma, y un tipo apareció, quería matarme pero Emma se interpuso y... la golpeó en la cabeza. Yo sólo vine aquí por ayuda.

—Oye, estamos en un hospital, ella va a estar bien. Ven aquí. —Shinichiro abrió sus brazos y me abrazó.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero entonces llegó Mikey junto a Kenchin, pero Kenchin se veía molesto, camino a zancadas hasta mi y me sujetó de los hombros.

—¿¡Por qué mierda te quedaste sin hacer nada!? ¡Por tu culpa ella está muerta!

Me solté a llorar cuál bebé, mientras Kenchin me sacudía y gritaba que había sido mi culpa.

En verdad lo era, ella había muerto por mi culpa. Si tan solo hubiera hecho caso a lo de esta mañana.

—¡Suran! —Exclamó alguien y desperté. —¿Estás bien?

Me mordí el labio y abracé a Takeomi mientras sollozaba.

—Esta bien, está bien, fue solo un sueño. —Dijo mientras me acariciaba el cabello.

—No fue un sueño, fue muy real.

—A veces los sueños son muy reales, pero terminan en eso, en un sueño.

—Pero...-

—Si crees que fue muy real, y que podría pasar, entonces consideralo. —Viró los ojos. —Tomalo mucho en cuenta y ya estarás bien.

—Bien. —Sonreí. —Gracias Omi.

—No es nada, me asustaste cuando te escuché llorar. —Dijo.

—Ouh, lo siento, nunca había pasado. —Dije avergonzandome.

—Tranquila, en algún momento te iba a pasar. ¿Hoy vas a ir con tus amigos?

—Si, pelearemos contra una pandilla. —Chillé levantándome a saltar sobre la cama. —¡Pero ahora no soy subcapitana!

—Baja la voz.

—Pero ahora no soy subcapitana, ahora soy una miembro cualquiera, ¿No es emocionante?

—Bueno si, pero me gustaba más cuando tenías poder como subcapitana. —Rió. —Te veías más intimidante.

—Puedo ser intimidante aún si solo soy una miembro cualquiera. —Chillé emocionada.

—Así no te ves intimidante, y menos con esos calcetines de pandas, pijama de Stitch, y el cabello todo alborotado.

—Ay ahorita porque no me he bañado, pero ya bañada si voy a cambiar, hasta me voy a maquillar para verme cuál perra potra diva empoderada.

—Eso lo veremos, anda, ya vete a bañar, quiero ver qué tanto cambias.

Takeomi salió de la habitación y entonces yo me fui a bañar, mientras hacía eso me puse a pensar en mi sueño.

Por suerte lo recordaba todo.

—Ella dijo que Shinichiro despertó. —Murmuré pensativa. —¿Y si es hoy? ¿Si eso pasa hoy?

—¡Ya deja de gastar agua a lo pendejo porque me quiero bañar! —Exclamó Takeomi golpeando la puerta.

Me sobresalté, pero aún así seguí bañandome.

Si no salgo de la casa, ¿Nada malo pasará? ¿O si? Se supone que Kisaki quiere matarme en mi sueño, pero Emma se interpone.

—Oí Suran, me vas a acompañar con Shinichiro. —Dijo Takeomi.

—Pero mi sueño...-

—No va a pasar nada, yo estaré ahí.

—¿Y si...?

—Que no, ya ve a cambiarte.

°°°

Takeomi me dio la mano para cruzar la calle, pero mientras eso pasaba escuchamos un azotón y luego un grito, cuando nos giramos a ver no había nadie, pero la coladera del drenaje estaba abierta.

Me dio un poco de curiosidad y me acerqué para ver qué onda, al fondo del drenaje estaba Hanma con una pistola.

—¡Maldición! —Exclamó él mientras intentaba levantarse pero se volvió a caer cuando se resbaló con el charco de agua de dudosa procedencia.

—Yo que tú me iba a bañar. —Me burlé.

—Tú. —Gruñó cuál perro rabioso.

—Bay, bay. —Me despedí y volví a tomar la mano de Takeomi hasta que llegamos al hospital.

Tengo un mal presentimiento.

—¡Oí, Suran! —Exclamó Emma llegando junto a Mikey. —¿Vienen a ver a Shinichiro?

¿Por qué Emma está usando la misma ropa que en mi sueño?

W O M A N  [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora