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—Eres un imbécil. —Le dije a Takeomi mientras veía como mamá le curaba el labio.

Papá si había logrado darle un golpe, pero recibió otros cinco y una orden de alejamiento.

—Pero este imbécil será el hombre de la casa por fin, órale ve a hacerme un ramen.

—Mami, apachurrale el algodón. —Dije y ella me hizo caso, haciendo que Takeomi se quejara. —Que bueno, por sonso.

—¿Me hablaste? —Pregunto Sanzu levantando su cabeza del celular.

—Dije Sonso no Sanzu. —Me reí y él se puso colorado.

Después de eso, los días siguieron con normalidad, en realidad no había mucho que hacer, algunas pandillas pequeñas se querían meter con nosotros, pero tras darles sus pataditas sabían quienes mandaban.

•••

21 de febrero, 2006.
Un día antes de la tragedia.


—Suran, mañana me vas a acompañar a ver a Shinichiro, Sanzu también vas.

—Ay, ¿Yo por qué? —Se quejó Sanzu.

—Es una cita de hermanos mayores, por eso no va Senju.

—Pues ni quería ir, fíjate. —Bufó Senju cruzandose de brazos.

—¿Y por qué no vamos hoy? —Ladeé mi cabeza.

—Porque hoy voy a ver a unas chiquititas. —Dijo dizque peinándose.

—Las vas a espantar. —Me reí.

—Callate mugrosa.

°°°

—Faaancyyyy, yuuuuu. —Canté mientras Takeomi iba manejando y Sanzu se iba golpeando la cabeza contra la ventanilla. —Pinches ridículos, ni canto tan mal, fácilmente podría ser idol. Próximamente me les voy a las Coreas para ser la siguiente Lady Gaga.

—Estupida, Lady Gaga es de Estados Unidos.

—¿Y? Puedo ser la primera japonesa en Corea con aires de Lady Gaga, eeehh, no lo habías pensado.

—Ya mejor cállate.

—¿Y en dónde nos quedaremos Sansón y yo?

—¿Sansón?

—No le hagas caso, se cayó de chiquita.

—¡Cállate Omi!

Para cuando llegamos saludamos a la chica y entramos, pero justo iba saliendo alguien de ahí.

Morocho, ojos claros, cabello blanco, o platinado, aretes extraños, gran porte debía decir, mucho estilo.

—No veo el Harry pero si el Style. —Dije y Takeomi me soltó un sape.

—Oh, estás aquí. —Dijo el morocho deteniendose frente a Takeomi.

—Hola de nuevo Izana. —Sonrió. —¿Todo bien con Shinichiro?

—Sigue dormido, como todos los días. —Bufó. —¿Y ellos que?

—Hola me presento. —Me puse frente a Takeomi. —Me llamo Suran pero puedes llamarme, no en serio, llámame.

W O M A N  [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora