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Carraspeé un poquito, miré a todos lados y sonreí.

—Tranquilos, tranquilos, ¡Rindanse y devuelvanme a mi pollito, o los destruiremos!

—¿Por qué demonios gritas eso? —Cuestionó Angry.

—Lo vi en una película, luego la vemos, ¿Va?

—Bueno. —Asintió.

—Y a todo esto, ¿Qué demonios tengo que decir?

—Ni idea, tu fuiste la mano derecha de Mikey, tienes que saber, aunque Draken puede ayudarte en eso. —Dijo Chifuyu.

—¿Pero tú no estabas con Braham? —Pregunté confundida.

—Me salí de ahí hace mucho.

—Ouh, ¿Por qué? Si vas a contar el chisme cuéntalo bien.

—Quizás después de ganar te lo contaré.

—Ay amigos, no es por desconfiar de sus habilidades habilidosas, pero ¿Creen que podamos ganar? —Dije llevando mis manos a mi boca para morder mis uñitas.

—Tenemos un Hulk. —Sonrió Baji y todos comenzaron a abuchearlo.

°°°

—O sea, no es por presumir, pero me quedaron geniales esos trajes. —Dijo Mitsuya cruzado de brazos mientras nos miraba orgulloso.

—La verdad me gustaban más los de la Toman. —Se quejó Hanma. —¿Cómo demonios mandaste a hacer 350 trajes de éstos en una semana?

—Ah, es una larga historia, ahora le debo un favor a cierta chica. —Dijo Mitsuya y Peh se removió incómodo.

—Pues a mí me agrada. —Sonreí.

—Ah, olvidé mencionarlo, en Black Mamba tenemos a cinco chicas que pueden ayudarnos. —Sonrió Kenchin.

—¿Quién?

—Yuzuha, Emma, Hina. —Dijo Kenchin haciendo mostrar a las chicas con los mismos uniformes de los chicos, pero más a su medida.

—¿Sabías que Kisaki tenía dos hermanas mayores y gemelas? —Sonrió Hanma y entonces dos chicas entraron. —Ellas son Moon, la de cabello platinado, y Maya, la de cabello castaño.

—Es un gusto. —Hicieron una reverencia frente a mi.

—Ouh, no es necesario. —Reí nerviosa. —¿Cómo consiguieron gente tan rápido?

—Digamos que juntamos a los pocos que quedaban de la Toman, a los del Valhalla, Moebius, a otros de Black Dragons, y ahora son 350 miembros, más todos nosotros. —Dijo Hanma recargando su brazo en el hombro de Kenchin, pero el rubio se molestó y se quitó haciendo que Hanma casi cayera. —Eish.

—Ven Suran, sabes cómo funciona ésto, los representantes de cada pandilla se reunirán y crearán un acuerdo. Yo seré tu representante, ¿Bien? —Asentí rápidamente. —Relajate, no queremos que te disloques el cuello. No es necesario que hables, pero quizás tengas que pelear con los líderes de las tres deidades.

—Ay mamita. —Lloriqueé.

—Tranquila, nosotros estaremos contigo. —Sonrió Emma. —Te protegeremos la espalda.

Luego de transladarnos en las motos, y que Kenchin me bajara porque aún no sabía bajarme de la moto, nos reunimos en el basurero de Shibuya.

W O M A N  [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora