—Ah, las épocas de navidad... Me encantan porque la gente se quema la cabeza pensando en qué van a cenar, y siempre cenan lo mismo, pavo. —Dije apenas salí de la casa.
—Ya lárgate a la escuela. —Dijo mi padre empujandome.
—¿Ah, ya me estás corriendo? —Pregunté aguitada.
—Si, ahora vete. —Dijo moviendo su mano.
—A veces me caes gordo, bueno estas.
—¿Qué dijiste mocosa?
—Que estás gordo.
—Ven acá y dímelo.
—¿Qué? ¿Tú panza no te deja caminar?
—¡Akali, tu hija me está faltando al respeto!
—¡Suran, deja de faltarle al respeto al gordo de tu padre!
Solté una buena carcajada, mi papá se puso colorado hasta los calcetines.
—Esto no se va a quedar así mocosa.
—Dicelo a tu esposa, panzón.
—¡Vuelve aquí! —Exclamó corriendo detrás de mi con un paraguas.
Pero se cansó y mejor se regresó.
—¡Gordo!
—¡No te escucho, la tuya por si acaso!
—¡Aparte de gordo, sordo!
—¡Eso sí lo escuché escuincla! ¡Suran cuidado!
—¿Qué? —Me giré. No estaba cruzando la calle así que nadie me atropellaría, pero venía Mikey y Kenchin.
—¡Un cholo!
—¿Qué pasooo? No sea así señor. —Dijo Mikey indignado.
—¡Diles que eres de los barrios más bajos y se alejan!
—¡Papá! —Chillé indignada.
—¡Regresa a la casa, llamaré al novecientos once!
—¡Son mis amigos!
—¿Por qué gritan? Están literal a dos metros. —Dijo Kenchin.
—¡Es la costumbre! —Exclamó papá. —Como sea, ¿Estos cholos qué?
—Son mis amigos, vinieron por mi para ir a la escuelita.
—Cuidadito y me la llevan por malos rumbos, es una niña bien.
—¡Ja! ¿Suran? ¿Una niña bien? —Se burló Mikey.
—Callate enano.
—¡Oye!
—Ya me voy.
—Vete por la sombrita. —Murmuró metiéndose a la casa, y sin esperar azotó la puerta.
—¿Así es siempre? —Preguntó Mikey.
—Nah, es peor. —Dije encogiéndome de hombros.
—Eso mismo dijo Takeomi de ti, y aún sigues sorprendiéndonos. —Dijo Kenchin.
—¿Qué les puedo decir? Soy una cajita de sorpresas. —Dije echando mi cabello hacia atrás y a su vez golpeando a Mikey. —¡Sonso! ¿Para que te pones?
—Idiota me comí tu cabello. —Hizo una mueca.
—Que bueno. Vámonos fieles seguidores.
—Seguidores mis calcetines, yo voy enfrente. —Dijo Mikey caminando más rápido.
—Ah, que nooo. —Gruñí arrebasandolo.
—Yo voy enfrente chingada madre.
—A ver par de mugrosos, ninguno de los dos va enfrente. —Gruñó Kenchin deteniendonos. —Yo iré al frente.
—¡Qué no!
Y así fuimos peleando entre los tres hasta llegar a la escuela. Era nuestro último día, así que no era obligatorio ir, pero decidimos ir por si cada quien se iba con sus familias en vacaciones y ya no podíamos vernos por cualquier cosa.
Bueno, eso fue lo que dijo Mikey. Pero nada más íbamos por la comida gratis que daban a los poquitos que asistíamos a la escuela.
—Que hueva, me separo de ustedes carnales. —Les dije.
—Te vemos en el receso. —Dijo Mikey.
Entré a mi salón, y ahí ya estaba Baji junto a Chifuyu, cabía recalcar que Chifuyu aún estaba molesto. Y definitivamente yo no me iba a disculpar por algo que ni siquiera sé que hice.
Cuando pasé por su lado se volteó a ver la ventana, no le hice caso, porque #pinche_ridículo.
Baji se encogió de hombros mirándome, viré los ojos y me fui a los asientos de hasta atrás.
Ya estando ahí me senté y esperé a que llegara el profe, pero como no llegó teníamos dos horas libres. Las cuales ocupé para hacerme wey un rato en el celular.
Al poco tiempo llegó Chifuyu y me abrazo escondiendo su cara entre mi cuello.
—Perdón, lo exageré mucho. Te juro que si era un juego, pero me molesté porque le diste más atención a él que a mí.
—Ay weeey. —Reí tierna correspondiendo su abrazo. —No tengo ojos que no sean para mi amante favorito.
Chifuyu se separó de mi y me miró con los ojos entre cerrados.
—Esa ni tú te la crees, sonsa.
—¿Ya me vas a tratar así? Qué mala onda.
—No es cierto, perdón chikistrikis. —Dijo abrazándome y alejando la mesa para sentarse en mis piernas.
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W O M A N [Tokyo Revengers]
FanficBy: @Moross_ «Las disculpas nunca arreglarán esto. Estoy vacía, lo sé, las promesas se rompen como una puntada. -Woman, Harry Styles. » Inicio: 16/Sep/2021. Final: 23/Sep/2021.