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No sé cuánto tiempo había pasado, pero Pato era brutalmente golpeado por Taiju. Y yo no podía moverme porque cuando Kokonoi me lanzó, me doblé el tobillo.

Mitsuya y Yuzuha ya habían despertado, y ya estaban completamente conscientes. Kokonoi e Inui estaban mirando vigilando que nadie se metiera.

Eso hasta que después de una conversación emotiva por parte de Pato, Hakkai se desnudó de la parte de arriba y fue a repartir putazos a Taiju.

Pero en eso, Mikey llegó al ataque junto a Baji.

—¿Qué pasa aquí? ¿Por qué no invitan pinches colas? —Exclamó Baji amarrandose el cabello.

—Baji, concentrate. —Dijo Mikey divertido.

Taiju se acercó a ambos y yo solo me concentré en ir a ver a Yuzuha.

—¿Estás bien? ¿Cuántos dedos ves? —Dije poniendo dos dedos frente a ella.

—Son dos. —Dijo.

—Nel, es uno. —Dije escondiendo un dedo. —Estas malita, vámonos.

Pasé mi brazo por su cintura ayudando a levantarla, pronto escuchamos un azoton, Mikey había derribado a Taiju de una sola patada, y Baji había madreado a Inui y a Kokonoi.

—Ja, se lo merecían. —Dije. —Vale madre, aún tengo sueño.

—¿No dormiste?

—Si, pero Kisaki me puso algo en un pañuelo. —Dije con una risita.

Todos salimos de la iglesia y entonces vimos con Pah, Peh y a Draken sentados en las escaleras.

—¿Kisaki qué? —Mikey me miró escandalizado.

—Fui a ver a un perrito, pero él me siguió, y empecé a estornudar, y me dio un pañuelo, y me dijo: duerme, lo necesitas, y yo de... Khe. Y él me iba a llevar a un lado. Pero yo pude contra todo y vine aquí. —Dije soltando a Yuzuha mientras me tallaba los ojos.

—Ven, te cargo. —Me dijo Kenchin.

Me subí de caballito en su espalda y entonces yo caí dormida.

°°°

—Hey, Suran, ya despierta. —Me dijo Kenchin y yo comencé a abrir mis ojitos.

—¿Por qué hay tanta gente mirándome?

—Creímos que habías muerto. —Dijo Pah y Peh le dio un sape.

—No digas eso, idiota.

—La verdad si nos habías asustado. —Dijo Mikey.

—Ay, Maicol, te preocupas por mi, que lindo. —Sonreí enternecida.

—Sacate a bañar entonces.

—¿En donde estamos? —Pregunté.

—En el hospital, como no despertabas te trajimos aquí, dijeron que te habían puesto Cloroformo para hacerte dormir, y además tu pie tiene un esguince, te pusieron una férula.

—¿Ah? ¿Y en español?

—Te torciste el tobillo y ahora ocupas una cosa en tu tobillo para que se recupere.

—Aaaahh, ya entendí. ¿Pero ya no puedo caminar?

—De momento no.

—¿Y ya me puedo ir?

—Llamaré al doc. —Dijo Baji saliendo.

—¿Y los demás?

—A Mitsuya le pusieron algunos puntos en la frente, Yuzuha solo fueron los golpes pero ya le dieron analgésicos para el dolor, Takemicchi está igual de puteado que siempre pero seguirá normal. —Dijo Mikey.

—¿Y Taiju, Kokonoi e Inui?

—A ellos los dejamos, que oso traer al enemigo al hospital, no es muy pandillero de nuestra parte. —Se quejó Mikey.

—No se quedaron solos, estaban con los miembros del Black Dragons. —Aclaró Kenchin.

—Uh... —Murmuré agachando la cabeza.

—Supimos lo que pasó con Kokonoi, lo siento Suran. —Dijo Mikey acariciando mi cabello.

—Quizás no estábamos destinados a estar juntos. —Murmuré afligida.

(En realidad si estaban destinados, pero el Takemichi hizo de las suyas, prosigamos.)

—Ya estufas, nos largamos a Mayami en camión. —Dijo Baji entrando mientras sujetaba a Pato. —Ya párate, no te voy a cargar todo el día.

—Ah, si, lo siento. —Dijo Pato avergonzado.

—Que sorpresa, los Akashi siempre tenemos mala suerte, pero ahora no pasó nada, al menos a mí. ¡Rompí mi maldición!

—¿De qué habla la loca?

—Ni idea, tú dile que si.

—Si. —Dijeron todos.

Tomé una caja de medicinas de al lado y se la lancé al primero que le diera.

Desafortunadamente le di a la enfermera que iba entrando, ella se echó para atrás, pisó a Pato, luego Pato se hizo para atrás, chocó contra un anciano en una silla de ruedas, el anciano voló y luego cayó.

—Invoqué a la mala suerte. —Sonreí inocente.

La enfermera, quién estaba molesta, me dio una última revisión y me indicó que ya podía irme.

Obviamente Kenchin me cargó.

—Al menos mi tobillo no fue por mala suerte. —Sonreí emocionada. —Sino por qué Koko me lo hizo.

Ellos vieron que estaba algo afligida por eso, y me llevaron por un helado.

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W O M A N  [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora