Crueldad y piedad.
En la mafia no se perdona ni se olvida.
El peor diablo es aquel que nunca ha demostrado lo que realmente es.
Perverso. Manipulador. Sanguinario. Vil.
Marcello Venturi ha regresado y esta vez mucho más peligroso que antes.
Cargando un equipaje de tormentosos recuerdos que se pierden entre borrones, vino a vengarse de todos aquellos que un día lo traicionaron, incluyéndola a ella; y nada ni nadie evitará que cumpla su cometido: recuperar su familia, su organización y todo el poder que un día quisieron arrebatarle.
Sus enemigos están más cerca de lo que cree. Y esta versión del Marcello que tanto luchó por no ser causará estragos, robándole lo único que tiene y que no sabe que aún conserva: el amor de su diabla.
Anastasia Abramov ha pasado tres meses de incertidumbre, perdida en días de trabajo y noches de desvelo por aquello que un día le quitaron.
Teniendo que liderar a su familia luego de tanto dolor, no tiene tiempo para poner en juego un corazón que blindó desde el día en que se llevaron al único hombre que alguna vez ha amado, mucho menos si es por ese mismo hombre, el cual no parece ser el que un día conoció y amó.
Pero, ¿qué pasa cuando dos infiernos vuelven a chocar?
Una llama aún más fuerte está a punto de formarse en medio de recuerdos, guerras y emociones; y seguramente ambos van a terminar quemados en las llamas del otro.
El juego de poderes no ha terminado. De hecho, aquí es donde realmente comienza. A fin de cuentas, ¿qué se puede esperar de dos sanguinarios luchando por recuperar aquello que han creído perdido?
Mucho caos y destrucción se avecinan y Marcello lo sabe. Sin embargo, en medio de su insaciable deseo de venganza no deja de preguntarse:
Si tanto la odia, ¿por qué siente la necesidad de protegerla? Y si tanto daño le ha hecho esa mujer, ¿por qué de alguna forma la considera suya?
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DOLOROSA VINDICTA [+21] ✓
RomanceLIBRO II [T-E-R-M-I-N-A-D-A] Crueldad y piedad. En la mafia no se perdona ni se olvida. Perverso. Manipulador. Sanguinario. Vil. Marcello Venturi ha regresado y esta vez mucho más peligroso que antes. El juego de poderes no ha terminado. De hec...