CAPITULO 20

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En manos del diablo

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En manos del diablo.

Marcello.

Llegar a Santiago de Compostela luego de un viaje de más de dos días solo significaba una cosa: tenía que ponerme al día con todos mis negocios y reuniones.

Con Nicoletta en Japón estoy algo aliviado con mi estadía en mi territorio. Sin ella a mi lado, debo seguir manteniendo las cosas en orden, tal como lo tengo planeado, pero no tengo que preocuparme por ella revoloteando a mi alrededor en busca de información.

—Los Altamirano siguen haciendo negocios con los Abramov —escucho a Benjamín Prada al otro lado de la línea, pero no interrumpo el repertorio de noticias que desde hace cinco minutos está soltando—. Y por lo que escuché, siguen manteniendo en la cabeza involucrar a Tatiana Abramov en la política.

—Es una buena estrategia —anoto sin vacilar. Mis dedos se deslizan en la pantalla de mi IPad, detallando la información enviada por el hombre con el que mantengo una conversación larga y tendida sobre nuestras alianzas—. Es el rostro de las fundaciones de los Altamirano en España, las personas la adoran.

—Y eso no es todo —interrumpe antes de que siga leyendo—. Tatiana Abramov es la única conexión segura entre los Altamirano y los Abramov, por lo que sé, podría estar haciendo mucho más que solo ser una cara bonita.

—¿A qué te refieres?

Lo escucho reír.

—Creo que ya sabes que mi primo Martín comparte gustos con Qiang Oshiro —dice en un intento por contener la carcajada que amenaza con salir y se termina escapando—. Yo también lo haría, ciertamente es una hermosa castaña. Esas piernas largas seguro son una maldita fantasía al igual que esos ojos verdes tan reveladores.

—¿Y cuál es el punto en tu intento de alabanza hacia Tatiana Abramov? —inquiero, sarcástico.

La belleza de Tatiana es lo que más exaltan los medios de comunicación. Tiene el cuerpo de una autentica modelo y la gracia de una reina. Eso nadie lo niega. No por nada tiene a Qiang escapándose para verla.

—Si los Altamirano se llegan a enterar de sus delirios de adultera, las cosas no terminarán bien para ellos. Y como mis fuentes son seguras, te informo que podrían estar sacándola del camino pronto.

—¿Los Altamirano o los Abramov?

—Ambos —dice sin más.

—¿Por qué lo harían los Abramov? Es su única fuente de apoyo justo ahora.

—La alianza de ellos con los Oshiro se mantiene. No sé cómo, pero así es —me informa sorpresivamente—. Ellos siguen haciendo negocios juntos. Dimitri Abramov estuvo en Toledo hace poco más de un mes y se reunió con Ryo Oshiro.

—¿Cómo estás tan seguro?

—Los motociclistas hablan, Marcello —menciona con burla—. Y yo los escucho con gusto.

DOLOROSA VINDICTA [+21] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora