Secretos descubiertos.
Marcello.
Los dos hombres entran al despacho a puertas cerradas, carcajeándose mientras brindan, despachando a las dos mujeres que los esperan dentro, luciendo completamente indignadas porque prescinden de ellas. La hermosa pelinegra que entra pavoneándose al despacho de Musleh, lanza una mirada a los hombres esperándola.
Nicoletta apenas si puede avanzar sin hacer una mueca, pero consigue mantener el ritmo, tomándome por sorpresa. Sus vacaciones para "recuperarse" terminaron siendo sorpresivamente en la casa de Ibrahim Musleh en Sharjah, lugar donde estuve de paso en mi recuperación también y en el que aproveché mis conexiones para colocar un par de cámaras sin que Nicoletta se diera cuenta.
Ibrahim la recibe, levantando su mentón con burla al verle los moretones que tras una semana solo han intensificado su color, haciendo imposible que se los cubra con maquillaje como hizo Anastasia antes de salir de mi casa en Santiago.
Intenté curar las heridas en su rostro, pero solo me ignoró, me exigió que siguiéramos con la reunión y se marchó con decisión tras una conversación larga y tendida sobre los negocios de Musleh en el territorio de Nadim.
Desde entonces no hemos hablado.
—Se desquitó —apunta Ilias Kozlov llevando su trago a su boca, escondiendo la burla—. ¿Conseguiste darle un golpe por lo menos?
Nicoletta se queja con un sonoro chillido de molestia cuando Ibrahim envuelve su cintura, impidiendo que se vaya contra un Ilias que no hace más que burlarse de mi Sottocapo.
Traicionera de mierda.
—¿Marcello sabe que estás aquí? —increpa Musleh sin soltarla, probablemente temiendo que la mujer se le vaya encima a Kozlov y terminen matándose—. Te estoy hablando.
—Que sí te dije —responde de mala gana, zafándose del agarre del árabe. Les da la espalda a ambos—. ¿Para qué me pediste que viniera? Estaba ocupada.
—¿Qué tanto puedes andar haciendo en tu estado? —sigue Ilias con la burla—. Anastasia te dejó hecha mierda.
—Ilias —advierte Musleh—. Cállate.
—¿Qué demonios quieren?
El suspiro que sale de la boca de Nicoletta se mezcla con la voz que denota dolor y molestia que sale de sus labios rojos. A pesar de que se le notan los golpes, ella sigue manteniendo su porte de mujer de negocios.
Y por su postura, no está para juegos.
—Me llegó información importante en la mañana —revela Ibrahim, llamando mi atención por completo, al punto que dejo las notas en mi celular y me dedico a mirar la pantalla de mi computadora—. Es sobre Anastasia.
—¿Se murió por fin? —increpa Nicoletta con un ápice de rabia.
—No tienes tanta suerte.
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DOLOROSA VINDICTA [+21] ✓
RomanceLIBRO II [T-E-R-M-I-N-A-D-A] Crueldad y piedad. En la mafia no se perdona ni se olvida. Perverso. Manipulador. Sanguinario. Vil. Marcello Venturi ha regresado y esta vez mucho más peligroso que antes. El juego de poderes no ha terminado. De hec...