Explosión.
Anastasia.
He mantenido la vista pegada a los documentos frente a mí durante toda la noche, los ojos me pesan, pero no dejo de leer, guardando las palabras en mi cabeza como si fuese una canción que debo memorizar para mantenerme cuerda. El trasero lo tengo entumecido producto del quedarme sentada en la incómoda silla de mi despacho que evita que me quede dormida.
No pegué un ojo ni durante el viaje a Barcelona ni en el trayecto que nos trajo a todos a mi casa donde encontré que mi hija no estaba y que, en su lugar, tenía una casa vacía en la que no tendría que escucharla preocupada al ver a su tío inconsciente sobre la cama de invitados.
—Anastasia. —No levanto la mirada ante el llamado de Roger, el cual tampoco ha dormido en dos días—. Ya no hay toxinas en el cuerpo de Dimitri —me avisa provocando que el aire se deslice entre mis labios, haciéndome sentir más que aliviada.
No supe que estaba tan preocupada hasta que siento mi cuerpo desvanecerse sobre la silla cuyos brazos me sostienen evitando que me desplome por completo.
—¿Qué dijeron los farmacéuticos? —indago buscando sus ojos. Hay bolsas bajo ellos, pero se mantiene tan despierto como yo, atento a cualquier cosa que pueda pasar—. ¿El tratamiento tendrá efectos secundarios como con los de las pruebas?
Sacude la cabeza luciendo aliviado. Ha trabajado durante horas custodiando la habitación de Dimitri, siguiendo las instrucciones que nuestros químicos le suministraron al decirnos que no es el peor de los casos y que al parecer, tengo algo más de lo que preocuparme y no es la herida de mi hermano, sino que la persona que se la hizo, está trabajando en el mismo campo que yo, con toxinas que no tengo a la mano y que, de avanzar, podrían resultar jodiendo todo lo que he construido.
—Comenzarán a investigar en sus círculos. La única persona que hemos escuchado en los últimos años que ha manejado algunas especies para su tráfico ilegal es la que tenemos en el bolsillo así que, de ser la misma, tendremos que intervenir.
—El director me dijo que el veneno parece apenas estar en su proceso de creación, algo que tiene mucho potencial y que, de haber estado al cien, pudo haberlo matado en horas.
—Eso quiere decir que nada más inician, pero, ¿por qué ahora? —El rostro de Roger no expresa más que las mil dudas que tiene en la cabeza—. ¿Una venganza por lo que le hiciste a su prima cuando estuviste secuestrada?
—Puede ser —concuerdo recordando a la mujer que maté antes de salir del cautiverio. Ibrahim le tenía un gran aprecio y yo la puse a delirar para luego dispararle—. Son tantas cosas en un día que tengo un infinito hecho en la cabeza con la cantidad de información.
—¿Has pensado lo que te dije?
Evito lucir preocupada porque para eso parece estar él. Roger ha tenido mil dudas estas semanas, dudas que he asimilado y que comparto, pero que solo he mantenido allí, como eso. Si hay alguien dando información sobre nosotros eventualmente hará algo mal, pero no podemos esperar a que eso suceda y lo sé.
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DOLOROSA VINDICTA [+21] ✓
RomanceLIBRO II [T-E-R-M-I-N-A-D-A] Crueldad y piedad. En la mafia no se perdona ni se olvida. Perverso. Manipulador. Sanguinario. Vil. Marcello Venturi ha regresado y esta vez mucho más peligroso que antes. El juego de poderes no ha terminado. De hec...