CAPÍTULO 49

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[ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS FUERTES DE VIOLENCIA +21]

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Puede ser contrario a las creencias y forma de pensar de muchos así que recordemos el contexto de la historia, las personalidades de los personajes y manejemos el respeto.

Si no te sientes listo para leer este tipo de escenas, que desde un inicio dejé claro que estarían, abstente de leer este capítulo para ahorrarte algún impacto negativo, eso es lo menos que quiero que pase. De antemano decir que no promuevo las prácticas violentas aquí realizadas, mi intención no es dañar a nadie al escribir esta historia.

LUEGO DE ESTA ADVERTENCIA, SI TE SIENTES LISTO PARA LEER, BIENVENIDO/A

***  

Catarsis.

Anastasia.

Espero a que Aleska se duerma para levantarme de la cama al igual que Marcello. Luego de la pérdida del conocimiento que tuvo tras el ataque de ansiedad hace varios días, se ha mantenido en cama, débil, sin fuerzas.

El miedo que sentí al verla ahí, tirada en el suelo, inconsciente, no se ha desvanecido. La angustia que me invadió cuando no reaccionaba luego de horas en las que no me aparté de su lado, no es algo que deseo volver a sentir jamás. Me faltaba el aire, no tenía nada a lo que aferrarme más que a la esperanza que no ha hecho más que desvanecerse estos meses en mi vida.

Marcello recibe una llamada al bajar las escaleras, lo escucho hablar en árabe con el que supongo es Nadim, pero hago caso omiso a medida que piso cada peldaño, solo concentrándome en su mano ausente de accesorios y llena de nudillos maltratados. Lo único visible y reconocible es el tatuaje que se hizo por Aleska ante la ausencia de su anillo de bodas el cual no lleva desde hace varios días al igual que yo.

—Jimena vendrá mañana temprano a hablar con Aleska como todos los días —me avisa y me hace saltar con su voz, mucho más cuando se gira buscando mis ojos. No hemos hablado en lo absoluto estos días desde que pasó lo de Aleska—. No voy a estar, pero a las nueve la llamaré antes de que se duerma.

Quiero preguntar a dónde irá, sé que él también espera que lo haga por la mirada dudosa que me da, pero guardo mis preguntas en la caja de cosas que nunca le diré y que mantengo bajo llave para nunca ser abierta sino para guardar más. Las palabras que tengo por decir no salen, en su lugar, dejo que nos consumamos más siendo solo lo que único que parecemos ser últimamente: los padres de Aleska.

No duermo en lo que resta de la madrugada, arreglo un par de asuntos en el club desde mi nueva oficina en la casa, esperando que den las dos para mirar en la distancia a Stella sentada en el sofá de la sala con la fotografía de Lucy en su regazo.

No me acerco, solo la escucho sollozar, sorprendiéndome y escondiéndome al momento en que una pequeña figura aparece por las escaleras y llega a ella, frotándose los ojos. Aleska se sienta junto a Stella para mi sorpresa.

DOLOROSA VINDICTA [+21] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora