26

2 1 0
                                    

-Gracias por dejarme pasar el día contigo- digo sonriendo con la cabeza apoyada en su pecho.
Besa de nuevo mi cabeza y entrelaza nuestra dedos.
-Gracias por permitirme estarlo, Princesa.
Me incorporo un poco para mirarle y frunzo el ceño unos segundos mientras se ríe.
-¿Lo dices por mi Título o como una forma cariñosa?- pregunto acercándome.
Oliver besa mis labios con suavidad antes de contestar.
-Quizás un poco de los dos.
Me recuesto de nuevo sobre él y empieza a acariciar mi cabeza con la mano libre.
-¿Qué pensarán tus padres de que hoy te tomes un descanso de tus asuntos reales?
Me encojo de hombros.
-La verdad, no me importa si cuando vuelva al Castillo me encierran en mi habitación por un mes.
Oliver suelta una carcajada que sigo segundos después.
-Quizás a tí te prohíban volver a salir del Castillo y a mí me encierren en la mazmorra de por vida- bromea.
-No serían capaces, ¿verdad?- pregunto asustada empezando a pensar que podría ser una posibilidad.
Oliver lo nota y me acerca más a él.
-Tranquila, tu cochero ya les habrá informado de tu día libre. Y saben que estás conmigo, así que no estarán preocupados de que te pueda pasar algo.
Sonrío y cierro los ojos para acompasar mi respiración a la suya, permaneciendo así por un largo rato.

Me despierto unas horas después y Oliver sigue a mi lado, aún dormido.
No dejo de mirarle y sonreír y pensar en lo mucho que le quiero a pesar de conocernos por poco tiempo. Supongo que ésto es lo que llaman un amor a primera vista.
Le escucho quejarse unos segundos antes de también abrir los ojos.
Sonríe al verme y me acerco para darle un corto beso en los labios.
—¿No crees que ya es hora de que vuelvas?— dice mirando hacia la ventana.
Frunzo el ceño pero sé que tiene razón. Llevo demasiadas horas fuera y no sólo mis padres se estarán preguntando por mi, Rose también. Y, conociendo a mi hermana, sé que lo estará pasando mal por llevar tantas horas sin verme.
Me levanto y escucho a Oliver hacerlo también.
Y creo que ambos hemos caído en la cuenta de que hay un problema.
—¿Has pensado cómo vas a volver si no le dijiste a tu cochero que volviese a por tí?— pregunta tomando mi capa.y me ayuda a ponérmela.
—Podemos ir andando, solo son un par de horas y así podemos pasar más tiempo juntos— digo apoyándome en su hombro y sonriendo.
—¿Y la gente?
Le miró frunciendo el ceño sin comprender.
—Bueno, la noticia de tu matrimonio aún está reciente y sabes que hablarán si nos ven juntos como una pareja.
Suspiro y empiezo a jugar con los bordes de mi capa.
—¿Por qué cuando la gente ve juntos a un hombre y a una mujer ya piensa que son pareja?— pregunto más para mí que para él.
Oliver se encoge de hombros y besa mi frente.
—Creo que tendré que fingir que solo te acompaño como protección— susurra sonriendo.
—Tendré que conformarme.
  Sale primero dela casa y, tras comprobar que no hay nadie alrededor que pueda vernos, salgo con rapidez.
Caminamos con una distancia prudente entre nosotros hasta que llegamos a la entrada del pueblo y, por tanto, al camino a casa.
Tras alejarnos un par de metros para impedir que alguien nos vea, Oliver rodea mis hombros y yo apoyo la cabeza en uno de los suyos.
Le observo mirar a los lados, nervioso.
—Tranquilo— susurro— Si alguien nos ve no sabrán quién soy a menos que nos adelante y, si viene hacia nosotros, puedo bajar la cabeza o apoyarme en tu pecho.
Oliver sonríe y besa de nuevo mi cabeza, está vez sobre la tela de la capucha.
—Prefiero la segunda opción.
Nos besamos por última vez antes de volver a caminar hacia mis obligaciones.








Once upon a Princess (Reales I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora