Observo a Rose jugar en el jardín desde la ventana de mi habitación.
De vez en cuando la pequeña levanta la cabeza para saludarme y yo imito su gesto sin dejar de sonreír.
Llaman a la puerta y me giro mientras permito entrar a la persona.
-Mamá- pregunto levantándome- ¿Ocurre algo?.
Sin decir nada, se acerca a mi cama para sentarse y me mira esperando que haga lo mismo.
Con algo de miedo, la obedezco y me coloco frente a ella. Sólo se ha mostrado así conmigo en contadas ocasiones y en todas ellas se encontraba enfadada.
-¿Qué pasa?- pregunto empezando a preocuparme.
-Tienes una relación con ese chico- no es una pregunta, es una afirmación. Y eso me asusta más.
Trago saliva y suelto lo primero que se me pasa por la cabeza.
-Le dije a papá que no pienso casarme con el Príncipe Alan ni...
-Emily no- me corta, con voz fría- No me importa que la tengas. Eres joven y mereces ser feliz sin que tus obligaciones al Trono puedan impedirlo- se acerca un poco a mí pero no llega a tocarme, más bien parece que lo evita- Y sabes que yo soy la primera que te defiende en ese aspecto pero... Siento que os habéis precipitado.
Frunzo el ceño y niego con la cabeza.
-¿Qué quieres decir?- pregunto aunque ya sé la respuesta.
Mi madre suspira antes de volver a hablar.
-Apenas os conocéis de unos meses y ni siquiera habéis pasado el tiempo necesario para llegar a conoceros de verdad.
-Tú te casaste con papá de la misma manera- intento defendernos.
Ella vuelve a suspirar.
-No, eso fue diferente. Lo hicimos por obligación de nuestros reinos, pero éste chico es tan solo un campesino. ¿Y si solo quiere aprovecharse de tí?
Niego con la cabeza y me alejo de ella.
-Oliver no haría eso- digo en un susurro.
Mi madre se levanta para acercarse de nuevo pero vuelvo a retroceder.
-Cariño, apenas le conoces, no sabes si él...
-¡¿Y con el Príncipe Alan sí tengo derecho a estar aunque no sea lo que quiero?!- grito chocando contra la pared.
-Eso es cosa de tu padre y bien sabes que ahí no tengo autoridad. Pero en ésto sí. Solo quiero que lo pienses bien antes de que sea tarde.
Cierro los ojos por unos segundos sintiendo las lágrimas en mis mejillas.
-Sal de aquí- ordeno con fuerza.
Respira hondo antes de acercarse y besar mi frente por unos segundos.
-Solo piénsalo- dice antes de dejarme sola con las dudas.
Vuelvo a sentarme en el asiento de la ventana pero Rose ya no está en jardín.
Apoyo la mano en el cristal y repaso la conversación en mi cabeza, extrañada a los pocos segundos por la idea de mi madre.
"Apenas conoces a ese chico de unos meses", "Creo que os estáis precipitando", "¿Y si sólo quiere aprovecharse de tí?" son las frases que más resuenan en mi mente.
Cierro los ojos y pienso en Oliver y en el día que pasamos ayer; juntos, los dos solos sin que nadie nos dijera qué teníamos que hacer.
Y, por un momento, eso es lo único que quiero para siempre.
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Once upon a Princess (Reales I)
De Todo*Historia sin corregir* Érase una vez una Princesa... Que luchaba para que las cosas fueran bien.