Nate Samuels
Caminaba a paso lento, la verdad es que se que esos idiotas vienen detrás de mi pero eso no me obliga a hacerme a un lado. ¿Cómo describir a los populares? Es simple, son la mierda de la sociedad, se creen superiores al resto y no les importa cometer injusticias con tal de conseguir lo que quieren. Acaban de hacerlo. Me detuve de golpe al oír los quejidos de Gaby, estábamos corriendo alrededor de la cancha y esos idiotas debieron empujarla para poder pasar.
—Hey Samuels, ve a ayudar a tu novia. ¿Porque es tu novia, no? No me digas que ahora se te dan los hombres— Se burló Alan.
Decidí ignorarlo y caminé hasta ella, le ofrecí mi mano para que pudiera levantarse.
—Ellos mientras más crecen más inmaduros son, una mierda— Se quejó ella.
—Tranquila, sólo espera, sabes que no dejo que disfruten demasiado.
—Aún no entiendo que es lo qué hiciste para que algunos de ellos ni siquiera se atrevan a mirarte o caminar por el mismo pasillo que tú— Yo le enseñé mi puño— Claro que no, tú no eres violento.
—Vale. Tienes razón, sólo golpeó a las personas en situaciones extremas, jamás los golpearía, me daría asco— ambos reímos.
Justo en ese momento pasó por nuestro lado la acosadora, prácticamente trató de matarme con la mirada, se molestó porque borré por accidente su lista de cosas que hacer para no olvidar lo tonta que es. Que pena. Fue realmente satisfactorio haberle ganado ayer, una pequeña derrota para ella, un gran avance para mi.
—¿Que fue eso?— preguntó Gaby, divertida— ¿Charlotte Black? No me jodas, ¿Se liaron?
—Ni siquiera la conozco, es por lo de ayer, el paraguas, no quise dárselo.
—Fuiste malo, debiste dárselo, sabes que yo te hubiera dado el mío— Me regañó.
—Lo sé— dije mientras la veía correr.
—¿Iras a la fiesta del viernes?— preguntó ilusionada, yo fruncí el ceño— Vamos, se que ellos no nos agradan pero sus fiestas son geniales y quiero beber.
Ella me miró como un pobre perrito abandonado así que tuve que aceptar. ¿Me arrepiento? Mucho. Si suelo ir a las fiestas pero esos idiotas están muy pesados últimamente. Lo hice por ella, Gaby quería ir así que la acompañé, los días pasaron tan rápido como para no darme cuenta de que ya me encontraba parado frente a aquella entrada gigante de la casa de Alan. Gaby se perdió entre la multitud y yo me dirigí directamente hacia la barra, podía sentarme ahí y beber mientras esperaba un par de horas hasta que ella ya estuviera ebria e irnos a casa.
El entusiasmo y la aparente felicidad de las personas que me rodeaban resultaba agobiante y penoso. Todos deben estar drogados o borrachos para estarlo, bailan pegados unos con otros como si su vida dependiera de ello. Otras parejas normales bailando juntas, y simplemente otros que preferían hablar a un lado de la piscina que adornaba el jardín trasero.—Hola— dijo un chico sentándose a mi lado, parecía amistoso, jamás lo había visto antes, es demasiado normal dentro de este lugar de locos.
—Hola— dije sin ánimo mientras bebía todo el alcohol que quedaba dentro de mi vaso.
—Soy Bruno— me ofreció su mano.
—Samuels— Me presenté sin estrechar su mano, él la retiró algo incómodo.
—Llegué hace unos días al instituto y realmente no conozco a nadie, bueno solo a mi sobrina, bueno eso suena raro ya que tenemos la misma edad, mira, es ella— señaló a alguien entre la multitud.
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Todo comenzó con su Mirada | ✔️
Romance¿Cómo podrían describir a Charlotte Black? Famosa, Sorprendente, Interesante, Guapa, Talentosa. Lo sé, tiene demasiadas cualidades, ¿Pero les cuento una cosa? Existe alguien que no quiere verlas... Charlotte Black es una estrella en ascenso, la her...