9- ¿Arrepentirse? Jamás

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Me dolía la cabeza, y las preguntas de Mia no ayudaban, anoche me vine a su casa, sus padres no están, así que aquí estoy, mirando el techo y cuestionándome la existencia.

—Habré estado borracha pero se que desapareciste y que luego él desapareció, y luego volvieron juntos. Te conozco Charlotte Black— me señaló con el dedo.

—No me hago cargo de la Charlotte de anoche, perdí el control— dije mientras tapaba mi cara con mis manos.

—Se lo qué pasó pero necesito que lo digas— dijo divertida.

—Bien— me senté en la cama, rendida— Tuve sexo con él, es todo.

Mia soltó un grito de emoción, yo toqué mi cabeza, sentí que iba a explotar. Me arrepiento, porque él es un idiota y odio que haya sido tan bueno. Lo peor es que debo verlo, olvidé mis cosas en su auto, incluido mi teléfono.

—¿Sabes donde vive?

—No.

—¿Su número?

—No.

—¿Sabes alguna maldita cosa sobre él además de que según tú te cae mal pero te dio la follada de tu vida?— preguntó Mia.

—La verdad es que no.

Ella sonrió.

—Vaya, admitiste que fue bueno.

Caí en su trampa otra vez.

—¿Has sabido de Alan?— pregunté cambiando el tema.

—No, debe estar en el baño aún— ambas comenzamos a reír.

Pero de pronto mi cerebro comenzó a funcionar.

—Bruno— dije mientras me levantaba rápidamente— Iré a hablar con él.

—¿P...porqué?— preguntó alarmada.

—¿Que te pasa?— pregunté viéndola con los ojos entrecerrados.

—Nada.

Yo me crucé de brazos y la observé seriamente, ella intentó evitar mi mirada, yo abrí mi boca sorprendida.

—Tú.

—¿Yo?— preguntó nerviosa mientras se alejaba lentamente de mi.

—¿Te liaste con mi tío?— pregunté siguiéndola, ella salió corriendo.

—¡Si lo dices así suena muy raro!

—¡Ven aquí!— grité lanzándome sobre ella la derribé.

—No nos liamos ¡Solo fue un beso! ¡Déjame vivir, no me mates!

Yo rodé los ojos.

—Que exagerada eres, debiste decir eso desde el inicio, en todo caso no tiene nada de malo— me levanté del suelo.

—¿No estás enfadada?

—No.

—Que alivio— dio un largo suspiro y se estiró en el suelo.

—¿Ahora tengo que decirte tía?— bromeé, ella me fulminó con la mirada.

—No seas pesada, sólo fue por el alcohol, no estoy interesada.

Después de molestarla un poco más con el tema volví a casa, papá ya estaba en el trabajo así que me fui directamente a la cocina en donde Bruno estaba desayunando.

—Tú— lo señalé.

—Solo fue un beso, no me golpees— se cubrió con sus brazos.

—Lo sé, no me importa— le resté importancia— Tío querido.

Todo comenzó con su Mirada | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora