Todo comenzó con su Mirada | ✔️

47- Bar

Nate Samuels

No se como terminé tirado en el césped contándole mis problemas a la idiota y a la desconocida. Es decir, sin detalles, pero el contexto, ya saben, la pelea ridícula.

—Eres un idiota— dijo Gaby.

—Gracias.

—No es con mala intención, pero Gaby tiene razón. No entiendo demasiado pero ustedes no tienen nada oficial. No puedes reclamarle que vea a sus amigos, y si pasó algo más entre ellos pues okey. Ella no siente nada por el, deberías concentrarte en que Charlotte trata de dejarte claro que solo le importas tú— opinó Annie.

—Necesito beber— dije fastidiado.

—Pues vamos— dijo Gaby— un bar es justo lo que quiero.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, lo saqué y me levanté rápidamente al ver el mensaje de Josh.

"Rubio"

No se que le hiciste pero me pidió que la lleve a un bar a beber.

Dime qué bar, yo también quiero beber.

No me refería a eso... pero bueno. Te la envío.

Recibí la dirección del bar y me incorporé.

—Bien, vámonos, se me ocurre un bar.

Ellas me acompañaron entusiasmadas, yo solo quiero olvidar lo mierda que estoy siendo al mentirle a mi chica mientras que ella quiere beber porque le hago daño. Me alegro de que recurra a Josh, se que va a cuidarla.

Llegamos al bar, pude verlos, Josh me vio y me sonrió. Al menos se que estamos en el mismo lugar, solo que quiero alejarme lo más posible, eso debería hacer, alejarme. Gaby se puso intensa y llenó la mesa de cervezas. Claramente voy a beber todo eso, lo necesito. Cada cerveza era como medicina, me hizo reír de como Gaby se cayó de su asiento y como se fue a coquetear con una chica que tenía novio. Me hizo olvidar lo fracasado que soy. Las horas pasaron y claramente necesitaba algo más fuerte, terminé hablando sin parar con la desconocida, después de todo, ella no me conoce y está tan ebria como yo.

—Y eso. Soy un fraude— reí.

—¿Osea que tú nombre es Mason?— preguntó asombrada.

—No. Ósea si. Mi nombre es Nate Mason Samuels, un nombre de mierda, culpa de mis padres— reí.

—¿Osea que eres un espía?— tapó su boca con sus manos, asombrada— ¿Tienes una identificación falsa y todo eso? Que emoción.

—Es suuuper secreto— solté una risa.

—¡Si! Seré cómplice, esto es lo más emocionante que me ha pasado— dijo ilusionada— y es mejor porque involucra una historia de amor, el amor es muy bonito. Yo también quiero un espía.

—No soy un espía.

—Es lo que un espía diría— me señaló.

En realidad tiene razón.

—Tranquilo, la mision esta a salvo, yo seré la agente Annie, tu serás agente Salmón.