4- Plan de acción

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Charlotte Black

Me lancé en el sofá, estaba realmente agotada, tenía una sesión de fotos justo después de la escuela, ya es tarde y acabo de llegar a casa.

Oí tacones resonando desde lejos, Mamá viene a verme.

—Si... recuerdo la sensación— Dijo parándose frente a mi— Tengo una sorpresa para ti.

—¿Que es?

—Una visita— luego se acercó para susurrarme algo— Aquí entre nosotras, también es una sorpresa para mi, jamás lo había visto en mi vida.

Yo fruncí el ceño, mamá volvió a pararse derecha y le sonrió a papá quien llegó con un chico de mi edad, ¿El es mi sorpresa?

—Hola— dijo él amablemente. Yo me levanté al lado de mamá y le devolví el saludo.

—Hola, soy Charlotte.

—Lo sé— dijo divertido— Me llamo Bruno Black.

—Oh que bien... espera ¿Black?— pregunté perpleja.

—¿Nunca les dije que tenía otro primo pequeño? ¿No? Okey— dijo papá tan tranquilo como si no hubiera lanzado una bomba.

—Creí que el tío Daniel era el único— dije confundida.

—Si es que no se habla mucho de mi porque yo estaba viviendo en España— Explicó Bruno.

—No, en realidad es que tú padre no nos agrada y nadie le prestó atención cuando dijo que había tenido un hijo— dijo papá, mamá le dio una mirada fulminante— ¿Que? El hermano de papá es insufrible.

—Discúlpalo, no sabe ser amable con las personas, lleva cuarenta y seis años trabajando en eso y aún no lo logra— lo disculpó mamá.

—Agh, no digas ese maldito número— se quejó él.

—Es tú edad, tienes que aceptar que eres un abuelo en esta casa, yo aún soy joven— dijo ella corriendo su cabello hacia atrás con una sonrisa.

La verdad es que ambos se mantienen muy bien y se ven mucho más jóvenes de lo que son, aunque si, mamá sigue manteniendo su figura y su actitud sigue siendo como un joven espíritu libre.

—¿Abuelo?— preguntó papá indignado.

—¿Cuantos años crees que tengo, Bruno?— preguntó mamá.

—¿Treinta?— preguntó él, asustado.

Mamá sonrió victoriosa, papá rodó los ojos.

—Tengo cuarenta y tres cariño, no me molesta decir mi edad porque sé que no los demuestro, supera eso abuelo— se burló de papá.

¿Ya ven? Tan maduros como siempre.

—Bueno, pues tú tío— recalcó papá— Irá contigo al instituto, así que trátalo bien porque es un bebé.

—No lo soy— se quejó Bruno.

—Está bien, te llevaré a una fiesta— dije con una sonrisa.

—No me refería a eso— Me regañó papá.

—Suena bien— Dijo Bruno.

—Pues diviértanse— dijo mamá tomando la mano de papá— Oh, Bruno, que Lottie no haga locuras, lo digo por experiencia propia.

Ellos desaparecieron de la sala, y yo me quedé hablando con mi nuevo tío, suena muy extraño.

Decidí traerlo a la fiesta, ¿Lo perdí? Si, ¿Estoy borracha? Mucho. ¿Hablé con Samuels y terminé en la piscina perdiendo mi dignidad? Definitivamente. Bruno y Mía me ayudaron a salir de la piscina, estaba empapada, y mi ropa se transparentaba. Fue realmente humillante, todos me veían y no necesariamente por lo bonita que soy, pude notar como murmuraban cosas, otros se reían abiertamente.

Todo comenzó con su Mirada | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora