Todo comenzó con su Mirada | ✔️

38- Encuentros incomodos

¿Incómodo? Para nada. Estar sentada con los tres chicos que en algún momento estuve involucrada es súper normal.

A quien engaño, esto es muy raro. Y es aún peor con mi padre vigilándonos desde el otro costado de la casa. Estamos más lejos, eso es bueno, en parte.

—No sabría que vendrías Mason, debiste decirme— dije sonriéndole.

—Liam me pidió que viniera hace un rato. No lo planeé así que eso explica mi atuendo— dijo divertido.

Mason hace unos días vino a mi casa, le presenté a mis padres y a mi hermano. Para mi sorpresa él y Liam se llevaron de lo más bien, incluso jugaron videojuegos toda la tarde. Fue muy bonito ver a mi hermano aceptar a un chico que yo trajera a casa. Luego... bueno yo me declaré a Samuels y desde allí que no lo veía.

—Vaya que nos sorprendiste— murmuró Samuels, yo le di una patada por debajo de la mesa.

—Así que tú eres el famoso Mason— dijo Kian con una expresión curiosa— Soy Kian Harrison— le ofreció su mano.

Mason la tomó despreocupado.

—Genial amigo. No se quien eres pero me agradas— dijo amablemente.

—Es un amigo mío— expliqué.

—Yo soy su mejor amigo— dijo Mason— desde que éramos pequeños y...

—Lo tengo claro— lo interrumpió Kian, algo fastidiado— He oído mil historias sobre ti.

Esto está muy tenso, demasiado. Necesito pastel, claro. ¡El pastel!

—¡Mamá, deberíamos cantarle a Liam!— grité, sobresaltando a los tres que me observaban— ¿Pueden dejar de verme? Se que soy linda pero basta.

Me paré rápidamente para ayudar a mi madre con el pastel, toda la familia se reunió, encendimos las velas y le cantamos a Liam. Mi pequeño nos sonreía, sopló las velas y todos le aplaudimos. Cuando se reparte el pastel crea un caos así que fue el momento perfecto para huir a la cocina con la excusa de que buscaría más cubiertos.

Caminé dentro de la casa a paso rápido, iba a entrar a la cocina pero unos brazos me atraparon por detrás.

—Vamos a hablar, querida amiga— me dijo Samuels subiendo las escaleras conmigo.

Estoy en problemas.

Al llegar al segundo piso caminó por el pasillo y me acorraló contra la pared.

—Están los dos idiotas aquí, ¿Estás segura de que no sabias?— preguntó con una sonrisa.

Que miedo.

—Claro que no. Si hubiera sabido jamás pondría en el mismo lugar a Mason y Kian, es demasiado incómodo.

Cuando usaba a Kian como distracción solía hablarle de Mason, en ese momento me parecía súper normal, pero cuando me di cuenta de que eso iba para más y que Kian se había enamorado de mi lo corté. Si, es raro hablarle de otro al chico con el que estás ligando. Peor aún si le dices que amas a alguien más luego de liarte con él la noche anterior. Yo no me perdonaría. Él si.

—¿Porqué?— preguntó Samuels— Según tengo entendido Kian solo es un idiota que se enamoró de ti ¿No? ¿O hay algo que deba saber?— preguntó viéndome con los ojos entrecerrados.

—No estoy obligada a contarte sobre mi vida privada. Solo te diré que es pasado, y lo que allí ocurrió, ahí se queda— dije con una sonrisa.

—¿Tuviste una relación con él?— preguntó asombrado— Agh, te mataré.