SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀

8.

Capítulo 8.

El lado de la cama donde él durmió está vacío cuando despierto. Me había prometido despedirme de él cuando tuviera que irse, incluso le pedí que me despertara si yo no estaba consciente. Claramente no lo hizo.
En el suelo yace todo lo que utilice para poder aliviar el dolor en su cuerpo. La imagen de su vientre y pecho lleno de moratones inundan mi cabeza. Quisiera no verlo así, temo que un día aparezca en un peor estado de salud.
Mientras me levanto y comienzo a limpiar el desorden de recipientes y restos de apósitos que utilicé, veo la nota sobre mi velador.
La tomo inmediatamente y la leo;

"No salgas hoy de casa, por ningún motivo. Y si es posible, que tu padre no vaya a la embajada. Deshazte de esta nota."

-No puede ser. —Murmuro mientras entiendo el significado de sus palabras.

Mi padre está en peligro. Salgo de mi habitación y corro por el pasillo hasta el salón, donde normalmente él siempre está antes de irse a trabajar, pero esta vacío.

-Buenos días. —Escucho a mamá y me volteo rápidamente para mirarla.

-¿Dónde está papá?

-Buenos días. —Repite. —¿Dónde más estaría? En su trabajo, hoy se fue mucho más temprano de lo habitual.

-¡Ay no, no no puede ser!

Voy directamente hasta el teléfono y busco el número de la embajada en la guía telefónica.

-¿Puedes decirme que ocurre? —Me pregunta con preocupación mientras marco cada número.

-¡Habrá un atentado en la embajada, mamá. Él debe salir de allí, todos deben salir de allí!

-¡¿Qué?¿Como podrías saber tú eso?!

-¡Mamá, por favor haz silencio!

Espero y espero pero nadie contesta del otro lado.

-¡Isabella, basta ¿Como lo sabes?!

No respondo su pregunta, vuelvo a marcar el número cuando la llamada se corta, pero no hay respuesta del otro lado.

-¡No puede ser, debo ir y decirle!

Mamá me sigue por el pasillo mientras corro hasta mi habitación.

-¡No saldrás de aquí, Isabella! —Me advierte, pero ya estoy cambiándome de ropa bajo su mirada. —Si es verdad iré hablar con los militares, advertirles. Pero no saldrás de aquí.

-Como si les importara. —Murmuro.

-Isa, seguiré llamando. No salgas de aquí. ¿Dónde escuchaste eso? Dímelo ahora.

-La radio, acabo de escucharlo. —Miento, jamás podría revelar que James; un hombre que es parte del IRA y el cuál nos hemos besado y hemos dormido juntos, me lo dijo.

-Espera aquí, llamaré a la policía.

-Mamá, es la vida de papá. ¿Dime porqué demonios se fue más temprano? ¡Nunca lo hace, siempre me espera para tomar el desayuno juntos!

Ella me observa sin saber que decir.

-Isabella... —Habla segundos después, sé lo que va a decirme, pero la decisión ya está tomada.

-Iré, no voy a quedarme aquí. —Finalizo.

-No podrás salir, los militares... —

Sé de otro lugar, mamá.

-Llama a la policía, adviérteles.

Termino de ponerme las zapatillas y salgo de mi habitación. Mamá continúa pidiéndome que me quede en casa, que podemos hacer algo desde aquí, pero ya estoy cruzando la puerta. Si papá hubiera estado aquí, todo sería diferente.
El frío de la mañana envuelve mi cuerpo mientras me escabullo por las casas hasta el lugar donde James me mostró el pequeño orificio.
Con mucho cuidado me inclino y salgo hasta el exterior.