Capítulo 16.
Nunca me había sentido tan desesperada, al borde del precipicio sintiendo que todo se acabó para mi, para James. Sintiendo que nuestros momentos, nuestras horas juntos y cada uno de los recuerdos que juntos creamos, se han ido para siempre.
Miro la hora en el reloj digital, marcan las 23:30 de la noche. Y él aún no está aquí.
Me detengo en la ventana e intento ver más allá de la oscuridad, pero es inútil.
Podría esperar un poco más, tan solo un poco más antes de llevar a cabo mis planes de fuga. Esta tarde entré en el despacho de mi padre y robe la dirección de los Horan. En el fondo, sabía que la necesitaría.Sé que es una locura, una verdadera locura. Escapar de casa otra vez provocaría que me envíen a Londres con la abuela. Para mi padre el que yo tenga 23 años, es solo una cifra más. Vivo bajo su techo, y eso crea cierta responsabilidad que él asume en mi, con mucho gusto. Podría quedarme, sí.
Pero mi desesperación es mucho más grande que cualquier otra cosa. Necesito quitar la agonía de mi corazón, necesito saber si él está vivo o si tengo que resignarme a la idea de que jamás volveré a verlo.
Vuelvo a mirar la hora, diez minutos para la media noche.-Maldita sea. -Murmuro buscando mis zapatillas bajo la cama, decidida.
El corazón me late con fuerza mientras busco mi cazadora y la deslizo por mis hombros. No puedo dar marcha atrás, no puedo quedarme aquí, repito una y otra vez mientras deslizo mi cuerpo por la ventana.
La brisa fría de la noche me envuelve y mi cuerpo tiembla por completo, pero pasará pronto. Cuando comience a correr.La avenida Chamberlain está a diez minutos de aquí, es donde vive Bobby Horan y Niall. Allí es el único lugar donde podría obtener información de James.
Sé que él también vive en la misma avenida, me llevó a su casa una vez, pero no me atrevería ir directamente a su hogar a preguntar por él.
Bobby debe ayudarme, tiene que ayudarme. El agujero en la pared de concreto sigue intacto y salgo por allí hacia la avenida principal. La noche es silenciosa salvo por el ladrido de un estúpido perro que me ve cruzar la calle a toda velocidad.Comienzo a correr hacia la interestatal 57, hacia el sur, donde se une Missurim con Russell. El toque de queda ayuda y dificulta a la vez, ya que las calles están vacías pero los tanques militares están recorriendo las calles buscando blancos donde desenfundar sus ametralladoras.
Tengo miedo, sí. Podrían matarme, podrían incluso hacerme cosas peores si ven que soy una chica.
El recuerdo de aquella mujer encontrada en una zanja me hiela la sangre hasta los huesos.Concéntrate, Isabella.
Contínuo avanzando hasta la próxima avenida, Deramore. Mis pasos constantes se detienen abruptamente cuando veo un tanque militar avanzar lentamente hacia mi dirección. Dos de ellos observan meticulosamente los callejones buscando a quiénes han decidido incumplir el toque de queda.
Maldita sea. No puedo retroceder todo el camino otra vez, busco un lugar donde esconderme.
Logro escabullirme detrás de varios cubículos de basura, me hago un ovillo y permanezco inmóvil esperando no ser descubierta. El pánico recorre cada célula de mi cuerpo, estoy temblando como jamás lo había hecho.
Por el rabillo del ojo puedo ver el tanque cruzar la avenida, justo frente a mi. Es tan malditamente lento, siento que los minutos se vuelven eternos.El concreto tiembla bajo mis pies, el ruido que ejerce el motor del tanque inundan mis oídos al igual que un grito ahogado, un grito femenino.
Alzo mi vista pero no veo a nadie caminando por la calzada, solo el tanque que avanza lentamente hacia la próxima calle.
Un pensamiento siniestro cruza mi mente ¿Y si la mujer va dentro del tanque? ¿Y si están abusando de ella para luego matarla?
Un sollozo ahogado se escapa de mis labios y me llevo la mano rápidamente hacia la boca.
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SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀
Fiksi PenggemarMientras exista esperanza, no todo estará perdido. La guerra deja silencios. Nosotros llenamos esos vacíos.