SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀

20.

Capítulo 20.

Ya no puedo seguir viendo la vida de la misma manera. No puedo sentarme junto a papá y aceptar las palabras en contra de una organización a la cuál en este momento me veo siendo parte. Y sobre todo, estando altamente involucrada con uno de ellos.
No puedo ver las noticias en la televisión sin preguntarme si las personas que acaban de morir es por culpa del IRA o los militares británicos.

Conocer a Niall me ha hecho comprender muchas cosas. He abierto los ojos y he podido ver más allá de lo que conocía.
Sé que aun hay cosas que no lograré aceptar, quizás nunca llegue hacerlo, pero ahora me siento muy comprometida con lo que él estaba buscado en mi casa.
Paseando por a fuera del estudio de mi padre, me pregunto si aquellos documentos estarán aquí.

Él no está. Y mi madre está de lleno en la cocina preparando un pastel. Hoy vendrá Niall, a darme clases y ella adora recibir invitados de la mejor manera posible.
Así que, sin saber exactamente lo que estoy buscado, entro en el despacho. A primera vista, todo está tan organizado como siempre, me pregunto dónde demonios habrá guardado esos documentos.

Acercándome al escritorio comienzo a hurgar entre los cajones. Nada llama mi atención, excepto el álbum de fotografías perfectamente guardado entre algunos libros y hojas sueltas. Tomándolo, le echo un vistazo. Son fotos que tiene de mamá y él cuando eran jóvenes. Pasando rápidamente entre ellas observo las últimas.
Mis ojos se quedan mucho más tiempo, ya que veo algunos rostros conocidos para mí; Papá, mi tío Francis, Gerry, Michelle y Bobby Horan. Todos eran jóvenes.

Sabía que mi padre había sido amigo de ellos, pero no creí que su amistad era tan grande como logra apreciarse en la fotografía. Dejando todo en su lugar, contínuo buscando. Pero una vez más, mis ojos se detienen en la pulsera ya característica del IRA, esa que solo los miembros activos poseen. No puedo creer que mi padre tenga una y para mi enorme sorpresa sea exactamente la misma de Bobby y Frank.

Si no fuera porque debo hacer esto rápido, me quedaría a pensar del porqué mi padre guarda una pulsera del grupo terrorista que tanto recrimina. ¿Y es que acaso tiene algo que ver? Mierda, no.
Esfumo los pensamientos, no tienes tiempo Isabella.
Contínuo con el siguiente cajón, donde una infinidad de carpetas con archivos están perfectamente apiladas.
Tomándolas todas, las dejo sobre el escritorio y  las reviso una por una.

Esto no tiene sentido. Papá debe tener miles de archivos, es imposible que logre dar con el documento que Niall necesita.
Vuelvo a guardar todo sintiéndome un poco frustrada.
Mirando a mi alrededor, observo los estantes con más documentación. Podría venir otro día y seguir buscando. O quizás debería buscar ahora, total ya estoy aquí.

Me acerco al estante para hurgar entre las miles de carpetas, pero mis dedos se detienen abruptamente cuando la puerta se abre. Los ojos de mamá me observan.

-Aquí estás ¿Qué estás haciendo?

-Busco hojas blancas, para mis clases.

-Tú sabes que allí no están —Se ríe de mí entrando en el despacho. Ella camina hasta uno de los cajones y del interior saca una resma de hojas blancas —Aquí tienes.

Le sonrío.

-Gracias, mamá. Cuéntame ¿Me estabas buscando? —Pregunto tomando las hojas.

-Sí, Niall está aquí —Dice —Ha venido mucho antes de la hora acordada. El pastel está recién en el horno.

Vuelvo a sonreír.

-Esta bien, él viene a darme clases no ha comer, recuerda las palabras de papá —Ella se ríe e inmediatamente pienso en una cosa —¿Podemos quedarnos aquí? Mientras tanto. Sé que ha papá no le molesta, además podemos escuchar la radio.