41.

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Capítulo 41.

Había estado soñando con un montón de escenarios diferentes sobre pasar tiempo en el tren junto a Niall. Por ejemplo, momentos cursis donde podría devorar su boca y decirle las cosas más románticas y empalagosas que podrían existir. Pero debido a nuestros acompañantes, todas esas fantasías se vieron frustradas. Irina está sentada frente a mí, y guarda silencio como yo mientras Edmund y Niall hablan sobre los padres de Lenay y Cían. Al parecer, intentarán sacarlos de la cárcel de forma legal.

—Es lo correcto. La policía está sobre nosotros desde hace mucho tiempo —Comenta Niall —Siempre he pensado que  aquél traslado no es más que una emboscada. Liberamos a los demás de esa misma manera ¿Quién nos dice que esta vez seamos nosotros los asesinados? De todas formas, le dije a mi padre que yo no sería parte.

—Yo tampoco iba a ser participe —Admite Edmund mirando a Irina furtivamente —Y es que solo tu padre y Michelle pensaban que era un buen plan. Yo no estoy dispuesto a arriesgar mi vida por un rescate que no tiene futuro.

Niall asiente lentamente y luego busca mi mano y dándome un suave apretón continúan charlando. En voz baja por supuesto, ya que no estamos solos.
Los minutos transcurren y el tren avanza alejándose de Belfast. Es la primera vez que salgo de la cuidad desde que los incidentes comenzaron a ocurrir, y aunque al principio me sentía un poco irritada por compartir este valioso tiempo con Irina y Edmund, ahora ya no me importa.

No cuando todo lo que veo me fascina tanto. Irlanda está rodeado de campos y árboles tales como los robles, los olmos y aliso. Los prados verdes se expanden en todas las direcciones, mientras las montañas son empinadas y los animales que están pastando a la distancia disfrutan del día soleado. Los cuales vamos dejando atrás mientras continuamos nuestro recorrido.
Todo me resulta maravilloso, como si aquí la vida fuera diferente, como si aquí no existiera una guerra.

—Necesito fumar un cigarrillo ¿Vienes conmigo? —Le pregunta Edmund a Niall, quién me observa como si fuera a pedir mi aprobación.

Le sonrío.

—No tarden demasiado —Les pido.

—Estaremos a un vagón de distancia —Explica Edmund y luego besa a Irina, quién lo observa hasta que desaparece de su vista.

—Ya vuelvo, no me extrañes tanto —Susurra Niall sobre mis labios antes de besarme.

—Claro que lo haré, te amo.

—Y yo a ti.

Él sale del vagón y a través de la pequeña ventana que tiene la puerta, lo observo. Es una zona para fumadores, así que varios hombres se encuentran reunidos allí, de pie.
Cuando alejo la vista, me encuentro con los ojos de Irina, ella está mirándome, pero desvía la vista inmediatamente. Ojalá tuviera las palabras adecuadas para hablar con ella, para intentar al menos que este viaje sea menos incómodo para ambas, pero ella es tan reacia a todo que al final descarto toda posibilidad de tener una conversación.

Vuelvo a observar a Niall a través de la ventana, sigue allí riendo con Edmund mientras fuman. Y como no quiero verme tan posesiva con él, observo el paisaje.
Los prados y áreas verdes cambian a campos de cultivos. A la distancia se logra apreciar a las personas que labran la tierra. Debe ser un trabajo duro, difícil y cansador, estar allí bajo el ardiente sol y encorvado debe ser una tortura.

—Mis padres solían trabajar la tierra —Murmura Irina ¿Me lo está diciendo a mí? La observo. Ella no está mirándome, está apoyada en la ventana y una pequeña sonrisa tira de sus labios —Mientras ellos se dedicaban a la siembra de calabazas, yo jugaba donde estaban los girasoles. Era completamente ajena de lo que realmente pasaba —Ella me observa —Los asesinatos del 68.

SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora