14.

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Capítulo 14.

No solía ser una persona soñadora. Siempre escuchaba a las chicas contar sus experiencias, pero nunca supe lo que se sentía hasta que conocí a James.
Sueño con él constantemente, sueños o quizás pesadillas, todo demasiado confuso y agresivo. Sueños donde él me enseña su rostro, pero siempre la oscuridad lo envuelve, lo aleja y despierto llena de desesperación.
Sueños donde las armas son el principal protagonista, sueños de cadáveres, sueños donde puedo ver a Cyndi tirada en el pavimento y con James mirándola como si fuera sólo un daño colateral.

Quizás estoy volviéndome loca y estos son los primeros síntomas. O quizás es donde pienso tanto en él que mi mente está programada por las noches para continuar con mis pensamientos en James.
Suspiro mientras observo por la ventana como una desquiciada esperando que él aparezca.
La nota que dejó para mi está entre mis dedos, juego con ella mientras espero ver su silueta en medio de la oscuridad.
Intento ignorar el hecho de que escribió directamente en mis guías de estudio.

"Volveré, así que espérame"

Volverá ¿Pero cuando? Quizás no es hoy, quizás tampoco es mañana, quizás es la próxima semana. Mierda ¿No pudo ser más específico?
Volver a verlo es lo que más deseo, más aún cuando es la única persona que logra hacerme feliz al estar prisionera en mi propia casa.
Son pasada las doce de la noche, quizás es muy riesgoso que venga. Sobre todo con el toque de queda, los militares están en todas partes, temo que pueda pasarle algo. Si tan solo me enseñara su rostro podría venir durante el día, como un amigo, mis padres no tienen porqué saber lo que hace.

-Sería nuestro secreto. —Murmuro paseándome por la habitación.

-¿Nuestro secreto?

-¡Mierda! —Grito dando un saltito hacia mi mesa de noche, mi rodilla se golpea con la esquina de la madera. —¡Ay, duele! —Chillo llevándome la mano hacia la rodilla.

-Señorita, no sea tan ruidosa. —Dice James entrando por mi ventana.

Mi corazón se llena de alegría y sonrío mientras calmo el dolor.

-Estaba recién mirando por la ventana ¿Como puedes ser tan silencioso?

-En mi otra vida fui un gato, un gato negro.

-Que miedo. —Bromeo acercándome.

Sus brazos me envuelven por el cuello y me observa.

-¿Viste la nota que dejé para ti?

-Sí, quizás debiste escribir en uno de mis cuadernos. —Me quejo y él se ríe. —Ahora tendré que volver a escribir todo de nuevo, no quiero que mi tutor vea lo que está escrito.

-¿Porqué no?

-No quiero que nadie sepa que un hombre entra por mi ventana, es nuestro secreto. —Él asiente mientras acaricia mi espalda. —Debo apagar la luz, podrías acostarte.

-Esta bien. —Responde en tono divertido.

Él se aleja y comienza a quitarse la ropa. Para mí esto continúa siendo algo fuera de lo común, que un hombre esté aquí desnudandose frente a mi me pone nerviosa.
Así que camino detrás de él y finjo ordenar algunas guías en mi escritorio mientras lo observo de soslayo.
Jamás había visto su espalda desnuda y mis ojos lo observan descaradamente, no solo porque es bonita y demasiado pálida, si no también porque tiene un tatuaje. Una escritura en letra cursiva y vertical a lo largo del centro de su espalda, donde inician los hoyuelos de venus hasta donde está el término de sus omóplato.

-Si fuéramos Libres. —Murmuro leyendo.

James detiene sus movimientos cuando me siente detrás de él. Mis dedos curiosos alcanzan su piel pálida y deslizo las yemas de mis dedos a lo largo de la frase. Él se tensa bajo mi toque, pero se mantiene quieto.

SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora