55.

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Capítulo 55.

Niall.

Una gota que escapa de una tubería rota es todo lo que necesito para mantenerme despierto. La observo como si fuera lo más fascinante mientras pienso en la repercusión que tendrán mis actos. No seguir las órdenes de Michelle podría alterar absolutamente todo, incluso mi participación en la organización.
Pero lo hecho, hecho está. Hemos logrado nuestro objetivo, hemos disuadido a la policía inglesa y evitar un número más grande de muertes.

No puedo sentirme arrepentido de haber traído a los hombres a luchar, no cuando el pueblo nos necesitaba. Nuestra aparición sorpresa, nuestra descarga de municiones y la detonación de explosivos en los tanques británicos fue lo que nuestra gente necesitaba para no sentirse sola. Para entender que cada uno de nuestros actos son por el futuro de nuestro país.
Un país que ha sido robado, ultrajado y denigrado.

Quizás pase mucho tiempo hasta que logremos ser libres, pero sé que esa misma lucha valdrá la pena. Y sentir que la gente allá afuera está de nuestro lado, es la mejor gratificación que podríamos recibir en días oscuros como estos.

—Te debo una disculpa —Susurra Bendt, quién está sentado a mi lado en esta casa abandonada y maloliente a las afueras de la ciudad.

—No son necesarias, sé que no lo decías en serio.

—Son necesarias, James —Insiste —No eres un cobarde, y no lo pienso después de habernos traído hasta aquí, lo hago desde que te conocí. Desde cuando éramos niños y solías protegernos a Frank y a mí de esos imbéciles que solían reírse de nosotros.

Sonrío recordándolo.

—Era el más alto en ese entonces, debía hacerlo.

Se ríe.

—Sí, lo sé —Murmura y luego lo escucho suspirar en medio de la oscuridad que nos rodea —Pero realmente lo siento. Me dejé llevar por la ira que sentía, solo deseaba destruir todo a mi paso. Sé que no es justificación, pero fue lo que ocurrió.

—Lo entiendo, no tienes que darme todas estas explicaciones, Bendt. Me sentía así cuando vi los cuerpos, y todavía me siento de la misma manera —Digo —Descargar nuestras armas no hará que ellos regresen y es la peor parte de afrontar la realidad.

—Tienes razón, la tuviste en ese momento James. No me hace sentir mejor el haber venido, y no me hará sentir mejor ir a Londres —Continúa —Logra calmar momentáneamente la ira dentro de mí, pero cuando llega la calma, cuando todo es silencioso y tenemos que observar el conteo de víctimas, ya sea de nuestro bando o del contrario, yo vuelvo al comienzo. No tiene fin, es algo constante que quizás un día termine volviéndome loco.

Asiento, entendiendo completamente lo que quiere decirme. Porque yo también suelo sentirme así muchas veces.

—Cuando mi madre murió, me prometí buscar a quiénes dieron la orden de detonar aquellos explosivos que buscaban la muerte de tu padre —Le cuento —Hasta el día de hoy, son nombres que están en las sombras. Y no sé si un día pueda dar con ello...Pero si lo hiciera, y lograra mi objetivo... Temo no sanar las heridas que dejó en mí su partida. Ya sabes, sacar la ira de manera momentánea, darles muertes, pero aún así sentir que no es suficiente. Lamentablemente, tenemos que aprender a lidiar con ello.

Bendt me observa y asiente lentamente.

—Mi padre todavía se siente culpable. Él sabía lo que ocurriría en el edificio, pero no contaba con que tu madre trabajaría ese día. De haberlo sabido, lo habría evitado.

—No tiene que sentirse culpable. Mi padre también sabía que Michelle estaba siendo perseguido y que más temprano que tarde algo sucedería.

—Sí —Susurra apoyándose en la pared —Me pregunto que será de mí cuando todo esto termine. He crecido viendo a mi padre cargando armamento de guerra, luego fui yo quién siguió utilizándolas ¿Pero y luego? ¿Qué pasará cuando veamos a las tropas británicas abandonar nuestro país? Ni siquiera tengo un titulo universitario.

SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora