28.

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Capítulo 28.

Despierto muy temprano por la mañana a pesar del cansancio del día de ayer. Niall continúa durmiendo a mi lado, en algún momento de la noche debió alejarse de mí, porque yace acostado boca abajo aferrado a su almohada.
Acercándome, acaricio su cabello mientras las emociones embargan todo mi ser. Ayer creí que lo había perdido, creí que había muerto. No es la primera vez que este sentimiento de perdida se apodera de mí y lo odio. Es angustiante, me dolía el alma y el corazón.

Beso suavemente su hombro y acaricio su piel con mi nariz. Su perfume me envuelve, me embriaga y me hace sentir viva.
Mis dedos acarician su espalda desnuda por debajo de las sábanas y al hacerlo puedo sentir las cicatrices y los relieves del tatuaje que marcan su piel.
A estas alturas, ya nada puede importarme, salvo él. Sé que hay gente allá afuera llorando perdidas, pero no me puedo detener a sentir compasión cuando sé todo lo que han hecho y las injusticias que continúan cometiendo en las calles.

Ayer lo viví con Lenay. Esa seguridad que sentía años atrás al caminar por el centro de Belfast, se terminó.
Los militares nos aterran, abusan de su poder y nosotros los civiles vivimos con el miedo constante de terminar como aquellas personas que injustamente fueron asesinadas. Aquel párroco, aquellos civiles que no hacían nada, solo caminar por la calzada de la misma manera en que lo hice ayer con Lenay.
No puedo quejarme del enfado de Niall al verme aquí, porque estaba en todo su derecho de sentirse molesto conmigo debido a mi imprudencia, pero sé que si fuera al revés, también lo hubiera hecho.

-Sí continuas haciendo eso, no responderé por mis actos —Mis dedos se detienen inmediatamente, él está despierto.

-Hola —Girando su rostro, me observa —Lo siento, siento haberte despertado.

Una pequeña sonrisa aparece en sus labios mientras se gira completamente hacia mí.

-No lo sientas, se sentía bien —Dice —Buenos días ¿Has dormido bien?

-Sí, muy bien ¿Tú has podido descansar?

Él asiente mientras retira algunos mechones rebeldes de mi rostro.

-Estás preciosa, muy preciosa —Acercándose, deja un suave beso en mis labios.

-Tú lo estás.

-No, soy un desastre —Comenta estirándose —Me duele absolutamente todo, hasta el pelo.

-Puedes seguir durmiendo, todavía es temprano.

-No, así está bien. Acércate.

Aferrando mis brazos alrededor de su cintura, lo observo. No puedo dejar de mirarlo, estoy tan feliz de estar con él. Tan feliz que no puedo evitar besarle las mejillas, el mentón y su boca. Él sonríe ante mi efusividad.

-Te echaba mucho de menos, Niall.

-Y yo a ti, no sabes cuanto.

-Estaba muy preocupada, creí que te había perdido —Susurro observando los vellos que crecen en su pecho —Por eso hemos venido con Lenay, ella estaba muy preocupada por su hermano y por Frank. Cuando Gerry dijo en la televisión que habían muerto jóvenes, sentí que el mundo se venía sobre mí, no lo pude soportar.

-Isabella —Sus dedos toman mi mentón y me obliga a mirarlo —Lo siento, lo siento por preocuparte.

-No lo sientas, yo debo aprender a confiar más en ti. Sé que sabes cuidarte, sé que sabes lo que estás haciendo, soy yo quien se aterra, soy yo quién se preocupa como dirías tú, innecesariamente —Él niega al escucharme.

-Entiendo porque lo haces ¿Esta bien? Sé que aunque sea un experto en lo que hago, sé que te preocupas por mí porque me quieres. Nos queremos, lo comprendo.

SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora