SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀

32.

Capítulo 32.

La habitación de Niall se siente fría mientras me siento al borde de la cama y lo observo pasearse de un lado a otro mientras intenta contactarse con Bobby. Ambos hemos decidido venir aquí primero y luego iremos juntos a enfrentar a mis padres, quiénes deben estar histéricos por mi ausencia de casi 3 días.
Aún intento asimilar lo que ocurrió hace menos de una hora ¿Como pudo terminar así un paseo que parecía tranquilo?
Fue solo ayer cuando jugábamos estos estúpidos juegos en Market Arcade.

Ver a Niall me resulta un poco difícil, apenas he hablado con él desde que Edmund nos dejó aquí. Las imágenes donde sostiene a ese hombre por el cuello y luego lo empuja con el pie como si fuera algún desecho sin importarcia me tiene en un estado de shock y aturdimiento.
Jamás he engañado a mi mente haciéndole creer que es un santo y que jamás haría algo así. Pero verlo me asusta, lo amo y en el fondo de mi corazón sé que lo hizo por protegernos, pero me asusta de lo que es capaz de hacer, de lo que sus manos pueden hacer. Intento, intento con todas mis fuerzas olvidar y seguir, pero esto esta resultando complicado para mí, sobre todo porque solía llevar una vida tranquila y esto lo cambia todo.

-La línea sigue ocupada en la casona —Dice, dejando el teléfono en el velador y luego me observa, mis ojos huyen de él —¿Qué pasa, Isabella?

-No es nada —Murmuro mirándome las manos —Solo estoy un poco preocupada por la reacción de mis padres.

Él se inclina delante de mí y tomando mi mentón, me obliga a mirarlo.

-¿Estás segura que es eso?

-Sí —Susurro.

-Isabella, no te creo —Musita —Dime la verdad.

Suspiro profundamente.

-Bueno... Lo que pasó en la carretera... —Intento decirle, pero no me atrevo a mencionar que él precisamente me ha dado mucho miedo.

Levantándose, se sienta a mí lado.

-Lo que pasó allí debes olvidarlo —Me pide —Sé que no estás acostumbrada a mi estilo de vida, pero así es como son las cosas. Te lo dije, eran ellos o éramos nosotros —Me explica y asiento —No es como me hubiera gustado terminar el día, pero estamos viviendo tiempos difíciles, lo que has visto no es nada, podría haber sido peor.

-Sí, tienes razón —Concuerdo con él mientras lo observo.

-Si dejaras de mirarme como si fuera hacerte daño, dejaría el tema zanjado.

Maldición.

-Lo siento —Susurro apenada por la situación —Lo siento mucho... Yo... —

-Isabella —Acercándose cuidadosamente me envuelve en sus brazos —No debes tenerme miedo, jamás te haría daño. No pretendo asustarte, pero esto es lo que soy. He hecho cosas malas y lamentablemente las seguiré haciendo. Sólo espero que no vuelvas a estar presente cuando pasen, aunque también sé que es inevitable —Me explica —Estar conmigo no es fácil, es por eso que si algún día sientes que es demasiado... eres libre de dejarme.

-Jamás vuelvas a decir algo así —Le advierto mientras lo observo —Lo entiendo Niall, y perdóname por haberme sentido así, es solo que esto es difícil para mí. Pero jamás te dejaré, te amo demasiado como para alejarme de ti.

-Y yo —Susurra guiando su mano a los botones de mi camiseta —A ti, solo quiero hacerte sentir bien.

Acercándose mucho más, sus labios se deslizan por mi cuello mientras continúa desabrochando los botones de mi camiseta.

-¿Qué haces? —Pregunto y sonrío levemente, dejando que sus palabras y sus acciones se ciernen sobre mí.

-¿Que crees que estoy haciendo? —Susurra —Estás son mis intenciones contigo, Isabella. Amarte y mostrarte con mi cuerpo lo mucho que te deseo, y que no puedes temerle a unas manos que solo buscan darte placer.