Capítulo 17.
Niall.
Una desagradable sensación me oprime el pecho y me amenaza con hacerme caer. La oscuridad me envuelve y puedo escuchar lamentos, sollozos y quejidos.
La angustia no desaparece de mi corazón, me lastima. Me duele.
Escucho una voz, una voz suave que susurra mi nombre en medio de la oscuridad. Mi corazón se calma, pero en cuanto su voz desaparece, la angustia sale a superficie.Me remuevo en la cama, inquieto hasta que logro abrir los ojos. La habitación está vacía, estoy solo. Ella se fue.
Mi corazón se hunde y por primera vez desde la muerte de mi madre, me siento vacío también, como esta habitación.
La fiebre es cosa del pasado mientras me incorporo. Vagos recuerdos vienen a mi mente, por ejemplo yo, implorándole a Isabella que no se fuera. Aún así, me dejó.
Mi ánimo decae mientras busco mi camiseta, la encuentro en la silla, pero esta sucia.Sobre el respaldo esta mi abrigo, el que ella llevaba encima. Mi padre debió dárselo anoche, se veía preciosa, demasiado grande para un cuerpo tan pequeño, pero preciosa como siempre.
Camino hasta la ventana y observo el paisaje dejando que el dolor en mi pecho crezca.
Pronto comenzará anochecer, podría quedarme aquí.Sí, podría hacerlo. Después de todo, cada uno de mis planes han fracasado. Cuando entré por esa puerta tenía esperanzas, confiaba en que mis palabras la hicieran perdonarme.
Pero mi temperamento, mis confusos pensamientos y la irracionalidad me hicieron actuar de una manera diferente. La até, maldita sea.
Como un perro la até a los barrotes de la cama para que no pudiera escapar de mi.Si está herida, lo entenderé y aceptaré.
-Hey, estás levantado —Escuchar a Bobby no me emociona. Estoy molesto y herido.
Quiero estar solo.
-Claro —Mi voz es seca y distante. No debería descargar mis frustraciones con él, pero que Isabella se haya ido me pone de mal humor.
Después de todo, creí que se quedaría. Creí que al recostarse sobre mi pecho me había perdonado. Soy un imbécil.
-Fui a casa y busqué ropa limpia, también compré comida rápida, la he dejado en la cocina, come cuando tengas apetito —Él por supuesto, ignora mi desagrado, está acostumbrado a que sea así —También pasé por casa de Hans, para justificar la ausencia de su hija ¿No es así Isabella? —Agrega y siento como el mundo se detiene.
-Sí —Esa vocecita suave y musical llena mis oídos.
Giro mi cuerpo rápidamente y me encuentro con esos enormes ojos verdes, mirándome atentamente. La emoción recorre mi cuerpo, me siento esperanzado otra vez.
Mi padre deja una bolsa de plástico sobre la cama y le doy las gracias, a pesar de mi mal humor me sonríe.
Él nos dice que estará con Gerry y luego se va, nos deja solos.El silencio llena la habitación. Isabella continúa de pie, mirándose las manos mientras juega con la bolsa de plástico que sostiene. Está nerviosa y muy bonita. Deseo acortar nuestra distancia, sostenerla entre mis brazos y besarla.
Ella está aquí, por mi.
-Hola —No puedo disimular la felicidad en mi tono de voz, puedo sentir que incluso mi semblante mejora.
Sus ojos tímidos se encuentran con los míos.
-Hola —Musita suavemente.
-Creí que te habías ido —Mi voz flaquea y es que el sentimiento de abandono fue suficiente para darme cuenta que la necesito.
-Lo había hecho —Admite —Tú dormías y no podía quedarme, mis padres... —Su voz se apaga lentamente.
-¿Tus padres..? —La ánimo a seguir hablando, me fascina su voz, podría escucharla todo el día.
ESTÁS LEYENDO
SI FUÉRAMOS LIBRES - BY NATH 🥀
FanfictionMientras exista esperanza, no todo estará perdido. La guerra deja silencios. Nosotros llenamos esos vacíos.