Espeqtheri parte I

3 2 0
                                    

— Betty, salvaremos a tu papá, o tal vez lo liberen si como dicen tenemos gente poderosa en el palacio — decía Nika acariciando la cabeza de Beatriz quien yacía sobre su cama de blancas sábanas aún sollozando, Betty no había salido de esa habitación desde que Badock fue arrestado, ya había pasado un día entero, y no habían recibido ninguna noticia sobre el paradero de uno de los más valientes rebeldes y segundo padre de Jim.
Betty ignoraba las palabras de Nika, la rubia optó por darle privacidad y un poco desalentada salió de la habitación, en la barra del bar estaban los tres Rider; Rick la esperaba con una pequeña sonrisa amable, Jim  yacía pensativo y Lena algo despreocupada, tomando como si no hubiera un mañana.
— Está desolada, tenemos que hacer algo, y pronto —ordenó Nika.
— Podemos mandar una carta a Johny para que lo libere —propuso Rick.
— Sí, tiene que haber una forma, si ese hermano suyo es tan poderoso como dicen lo puede sacar, ¿no? —Veronika comenzaba a estructurar el plan.
— Como General del Palacio debe saber todas las entradas y salidas, incluso aquellas que los Van Durguen no saben —afirmó Lena.
— Jimmy, redacta la carta, Malena tú conoces los bosques, hay que pensar en un punto donde lo recibamos, Rick ayudame con los soldados más leales, esta misión tiene que ser super secreta. —Nika ordenó y los chicos se prepararon, menos Jim.
— Deja de ordenarle a mis chicos —dijo Jim fastidiado, aún pensativo. Nika lo miró confundida. 
— Nadie hará nada — indicó James con una cara firme.
— ¿Qué? —preguntó Veronika exaltada, se paró decidida detrás de Jim y lo obligó a darse la vuelta en su banquillo para que le explicara su decisión, Rick y Lena no intervinieron
— ¡¿A qué te refieres con que no haremos nada?!
— A que nadie hará nada —repitió Jim tranquilo a diferencia de Nika quien estaba tan molesta que sus ojos aqua parecían arder en llamas.
— Es el papá de Betty… ¡tu Betty!.. ese hombre te crió —indicó Nika— ¿Y me dices que no harás nada para salvarlo? —la ira de Nika se volvió en decepción, en esos meses no había querido creer que Jim era esa clase de hombre. 
— ¿Por qué? —con esa pregunta, Jim podía ver cómo rompía el corazón de esa humana.
— Badock ya está muerto, por eso —murmuró Jim, Lena, Rick y Nika lo miraron desconcertados, Nika estaba a punto de llorar.
— ¿Tú cómo lo sabes? —preguntó Veronika.
— Está en la mansión Van Durguen, si sale es más sospechoso que hay algún infiltrado y nos pone a todos en riesgo, el Ángel de la Muerte lo sabe —explicó Betty saliendo de la habitación, Nika no lo podía creer, la chica estaba deprimida pero explicó con tanta tranquilidad como si todo eso ya estuviera planeado.
— Ni siquiera lo intentarán, lo dan por hecho, yo… no puedo —Nika comenzó a llorar, estaba asustada, la aprehensión de Badock era lo más cercano a la guerra que había vivido hasta el momento, y estaba aterrada ante la realidad de que no lucharían por salvarlo, las películas y los libros de fantasía le habían mentido, no había un héroe que salvase el día, la chica dio por terminada la discusión y salió al patio trasero.
— Nika —Rick la llamó pero ella ni siquiera lo volteó a ver. 
Al notar que la chica lo ignoró Rick fue tras ella, dejando a Lena, a Betty y Jim en silencio en la barra.

— Entonces tú estás de acuerdo en que no se haga nada —afirmó Lena a Betty.
— Malena —reprochó Jim, Betty posó su mano sobre el  hombro del chico, parecía más tranquila.
— No, no estoy de acuerdo, pero esto es algo que ya se había hablado, Papá estaba consciente de los peligros de ser capturados, para él lo más importante era protegerme a mí y a ellos, lo que sea necesario para que un Rider vuelva a portar la corona, en eso creía papá… en eso creo yo —explicó Betty con melancolía.
— ¿Creía?, entonces, es un hecho, el hombre está muerto —apuntó Lena, Jim miró a Betty, estaba indeciso en si sus palabras podrían lastimarla más.
— Si aún no lo está, lo estará pronto... John a diferencia de el resto de nosotros puede pensar con la cabeza completamente fría y jamás titubearía —aseguró Jim.
— Y yo que creí que no había un témpano más helado que tú— dijo Lena antes de tomar de un trago el resto de su bebida y alejarse de la pareja dirigiéndose a la habitación detrás del bar.

Afuera, en el patio trasero, Rick se sentó junto a Nika, no sabía cómo comenzar, no era un hombre muy conversador pero en verdad quería decir algo que animara a la rubia.
— No te enojes con ellos, yo creo que les duele esto más que a nosotros —comenzó el chico, ambos estaban sentados sobre el pasto escuchando los grillos en la colina, viendo la luna llena en la noche clara.
Nika aún sollozaba.
— ¿Por qué están tan seguros de que ese hombre morirá? —preguntó Nika.
— Porque Badock no le gustaría que arriesgaremos a su hija o a Jim para salvarlo, como, un sacrificio por un bien mayor. 
— ¿Y ese hermano que tienen, no les puede ayudar? —Rick sonrió ante la pregunta.
— Yo creo, que después de Jim, John es el más comprometido con la Rebelión, y si matar a Badock significa asegurarse de que los Van Durguen estén tranquilos y bajen la guardia, lo hará —
— Eso es muy frío.
— A veces solo se debe ser lo que se necesita ser, y John, tiene que ser un vampiro muy astuto y frío. 
La descripción de Rick hizo que Nika cayera en una realidad que hasta el momento ignoraba, desde su primer día Jim la había llamado humana y en varias ocasiones había sido testigo de algunos momentos no muy comunes en Pacific Seaside, como el bartender demoníaco, la magia telepática de Betty, el agudo oído de Lena, los poderes de naturaleza de Jim, ese lugar no era de humanos era de seres.
— ¿Nika? —Rick la llamó al verla hundida en sus pensamientos.
— Rick, ¿Qué son ustedes? —el chico la miró algo sorprendido, incluso un poco ofendido.
— ¿Que qué somos? ¿Cómo? — preguntó.
— Sí ¿Qué eres? Ustedes no son humanos. 
— Nika llevas dos meses aquí ¿y apenas me preguntas eso? Creí que era claro. Rick seguía confundido.
— Richard. 
— ¿Qué tiene que ver eso con Badock?
— Sólo responde. 
— Pues somos diferentes tipos, James es un Espectro, también Betty, Lena, es un vampiro igual que tu querido amigo Elmett…
— ¿Sigues con eso? —Rick solo le devolvió una mirada asesina.
— ...Y yo, soy un licántropo. 
— Un lobo adolescente —se burló Nika, Rick no entendió la broma.
— Sí, supongo
— Vaya, y pensar que se siente tan normal, como si toda mi vida hubiera tenido la certeza de su existencia —dijo Nika mirando la luna.
— Tal vez tu alma tuvo una vida aquí antes de renacer como humana —Nika sonrió.
— ¿Tú crees en las vidas pasadas? —preguntó la chica.
— Sí, ¿tú no?
— En realidad nunca lo había pensado. 
— Es una buena creencia, da la esperanza de un nuevo comienzo, hacer las cosas bien o estar con la persona que amaste otra vez. 
— Rick, ¿tú crees que cuando yo muera, nos volvamos a encontrar en otra vida?
— Veronika… —el chico la miró decidido, Nika le devolvió la mirada— ...Yo no dejaré que nada te pase nunca —declaró.
— Pues un día pasará, yo seré muy vieja  y moriré, tú no. 
— Eso puede cambiar —Nika analizó el comentario del chico, «¿acaso eso era una propuesta?» decidió darle la vuelta.
— ¿Tu crees que Badock vuelva a nacer?
— Eso espero, rezaré a Satán y la Oscuridad para que eso ocurra y sea en tiempos más pacíficos —Nika recordó otro punto de esa guerra.
— Yo espero que ese hermano suyo esté cuidando de Christina —Nika volvió a concentrarse en la Luna.
— Por eso es importante que Olivia siga confiando en John,  si lo perdemos a él, perdemos a la Señora de la Oscuridad. 
— Esto es tan lento, ¿cuándo vamos a rescatarlos?
— Primero Braikos, luego la Mansión. —Rick resumió el plan, miró de nuevo a la chica— Aunque una parte de mi, me gustaría que no acabara nunca —confesó el lobo, Nika lo miró con desconcierto.
— ¿Estás desquiciado? Estás en guerra, ¿por qué no quisieras que se acabara? — preguntó la chica mirándolo con sus redondos ojos aqua, el chico soltó una risilla.
— Porque cuando esto acabe tú volverás a casa —dijo Rick, Nika sintió cómo se le aceleraba su corazón, el chico se acercó lentamente un poco inseguro y besó a la chica con delicadeza. 
Nika no se movió pero dejó llevar por la sensación del cálido y largo beso, era un sentimiento agridulce, jamás había besado a nadie como lo estaba besando a él, lo quería, quería estar con él, pero parte de ella sabía que ese sentimiento la llevaría a una decisión muy difícil que no quería tomar, pero en ese preciso momento no quiso pensar en eso y solo pasó sus largos dedos por la espesa cabellera castaña grabando ese momento lo más que podía en su mente y su corazón. 

Verso de Guerra [Poema de Creación y Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora