Cuando el General huyó con el Príncipe y tres barriles de pólvora Elmett pensó en que se tenía que cortar la cabeza de la serpiente para ganar, y como la serpiente mayor ya no estaba, cortaría la de la segunda serpiente, ubicó a Reign desde lo alto de su escondite clavando sus flechas en varios soldados, desorientándolos y haciéndolos presas fáciles para los guerreros en tierra, mientras buscaba, saltó de rama en rama entre los árboles hasta llegar a Nika.
— ¿Elmett? —preguntó la chica.
— Quería asegurarme que estabas bien —saludó.
— Lo estoy, ¿tú estás bien? —Nika notó las manchas carmesí en los ojos de Elmett.
— Sí, aún estoy bien, creo que comencé a exceder mis límites un poco, no te preocupes.
— ¿Qué ocurre?
— Veronika, perdón por lo que dije antes.
— Oh vamos, Elmett, ¿no creerás que sigo enojada por esa tontada? —el chico sonrió.
— No lo sé, solo quería asegurarme que estuviéramos bien.
— Lo estamos, no podría enojarme contigo, al fin y al cabo, eres mi primer amigo en este lugar.
— Veronika, por favor, escúchame esta vez —la chica cambió su sonrisa por una expresión algo confundida.
— ¿Qué cosa?
— Las cosas allá enfrente están mal…
— ¡Rick!
— Él está bien, no está en el centro
— ¿Jim?
— No lo he visto, el punto es, en el centro está el Teniente Reign… el hombre de las bandas plateadas, el de cabello largo… —explicó Elmett al notar la interrogante en Nika— ... trataré de atraparlo, lo que no quiero es que te acerques, quédate aquí, es más, si puedes, aléjate más, no es seguro, es en serio —sentenció Elmett.
Nika estaba decidida a discutir, pero el chico parecía serio, en verdad preocupado, ella tan solo asintió, Elmett suspiró con alivio y regresó por donde llegó, Nika esperó un poco, y lo siguió, ignorando la petición de su amigo.
Elmett ubicó nuevamente al Teniente, estaba cansado, su esgrima ya no era tan impecable como antes, Elmett aprovechó y lanzó una flecha que se enterró justo en la pierna de Reign, y mientras el Teniente buscaba al arquero, Elmett bajó de su escondite en un salto y tomó la espada de algún soldado caído, Reign lo miró y esperó a que el rebelde se acercara.
Ambos estaban a punto de sobrepasar sus límites, perder el control de sí.
Elmett corrió a Reign con determinación y Reign rechazó su ataque con el ruido metálico del choque de la Emundans, el Teniente trató de devolver el golpe en un costado y rebanar alguna costilla pero Elmett aumentó su velocidad momentáneamente para desviar el golpe, ambos quedaron con las espadas encontradas sin ceder el uno con el otro, pero Reign aumentó su fuerza para golpear el estómago de Elmett rompiendo varias costillas, el chico comenzó a escupir sangre, pero eso no lo detendría.
El habilidoso arquero acertó un golpe con la espada en el pecho del Teniente logrando una larga cortada desde su hombro hasta la cadera, los chorros de negra sangre brotaban, ambos se tambalearon sin poder curar rápido sus heridas debido a la falta de estamina y al uso excesivo del aumento de potencial.
Los dos adversarios de manera permanente aumentaban su percepción de su alrededor para predecir el siguiente golpe, ambos pares de ojos se volvieron rojo brillante y sus colmillos sobresalieron, mientras que la sangre negra se mezclaba con la saliva de la insaciable sed, harto de aquella danza y por el ardor en la garganta, Elmett estalló en un grito enterrando su espada en el pecho del Teniente.
Veronika quedó petrificada en su escondite observando la sanguinaria batalla uno a uno, el grito de Elmett congeló sus huesos, por un segundo ambos chicos se miraron, Veronika sonrió, su amigo había clavado su espada en el centro del pecho del Teniente.
Todo había acabado, una cabeza menos, y si John genuinamente estaba de su lado, el cuerpo de batalla ya estaba acabado, la guerra incluso había acabado, eso mismo pensó Elmett al ver el ceño fruncido de Reign, confundido.
—Fallaste.
Dijo Reign al fin con chorros de sangre cayendo de su boca, no dio oportunidad al Rebelde de contraatacar, el Teniente se aferró a su espada firmemente y con un golpe limpio cortó la cabeza de Elmett.
El sonido del metal cortando el aire y la carne se mezclaron con el grito desgarrador de Nika quien casi cae del árbol en el que se escondía.
Reign empujó el cuerpo que aún estaba inmóvil, parado frente a él y tratando de no gritar del dolor, sacó la espada de su pecho que para su fortuna estaba a unos centímetros de su corazón.
Nika lloraba desconsolada y su presencia estaba comenzando a atraer la atención, incluso Reign comenzó a escuchar el llanto y comenzó a buscar a la chica con las pocas fuerzas que le quedaban, pero algo más lo distrajo de la rubia, en el cielo, al otro extremo del campo, apareció de la nada sin siquiera haber desprendido ningún olor, un joven de cabello negro levitaba y sus ojos estaban completamente grises, James Rider, el único espectro con una presencia superior, aún controlando el viento para poder levitar con un solo movimiento de mano.
El mar comenzó a alzarse, Reign estaba muy cerca de la costa, y ese maremoto iba directo hacia él, Reign ya no tenía fuerzas ni siquiera para correr, había encontrado a Rider pero no podría atraparlo y tendría que morir con esa carga.
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Verso de Guerra [Poema de Creación y Destrucción]
FantasyEn el Inframundo una guerra se ha desatado, cuatro hermanos pueden detenerla, solo siguiendo un camino de sangre, traición y hermandad. Del Poema de la Creación y Destrucción