Lovely Boy |Tk| ✔

Cap. 5

Entrada la noche, los padres de Jungkook volvían a la casa cargando bolsas y bolsas de compras para todo el mes. Al parecer el padre de Jungkook había tenido un aumento de sueldo y por eso pudieron comprar todas esas cosas. 

Jungkook los fue a recibir a la puerta y los ayudó con las bolsas. Colocó todo lo que su madre le daba para la heladera y el congelador y luego ayudó a su papá a guardar las cosas que eran de limpieza, las cuales iban en el baño. Habían comprado de todo: un trapeador nuevo, limpia pisos con olor a rosas, cantidades de jabones como para tres meses enteros y un perfume aromatizante de ambiente para el baño. 

Al terminar de guardar las cosas Jungkook fue a preguntarle a su madre qué habría para cenar. Ella le dijo que al final ordenarían sushi porque estaban muy cansados como para cocinar. Después de esto sus padres le dijeron que irían a acostarse unos minutos hasta las ocho y media de la noche (que era el horario en el que normalmente cenaban)

— Claro, deben estar cansados — les dijo él terminando de acomodar unas cosas que iban en la alacena. 

— Jungkook ¿te molestaría ir al local de sushi y traerlo aquí?

Jungkook hizo una mueca a sus espaldas. 

Salir de casa implicaba socializar. 

Detestaba hablar con la gente porque la gente lo detestaba a él. 

— Iré cuando termine con esto — le dijo y su padre subió las escalaras ya deseando lanzarse a la cama y dormir una siesta rejuvenecedora. 

Cuestión que Jungkook tardó más de diez minutos en acomodar las especias, retrasando lo máximo posible tener que salir de la casa.

Solo que no se daba cuenta que mientras más tiempo tardara en ir, más personas habría en la fila del local de sushi para hacer sus pedidos. 

Más personas era igual a mas ansiedad social. 

Jungkook fue a cambiarse la ropa del pijama y se colocó toda ropa negra y un barbijo y gorra negra a pesar de ser de noche. No quería que la gente viera su cara y no era por una imperfección que tuviese (de hecho no tenía granitos ni mucho menos una barba adolescente mal cuidada) pero sus compañeros siempre se burlaban de él y cuando lo hacían, lo señalaban. 

Él estaba acostumbrado a ser señalado como un perdedor. Si nadie lo veía con atención era mucho mejor para él. No tenía ganas de que alguien lo recordara y pensara en él como...

¿Cómo qué? se detuvo su cerebro de tanto pensar. 

Su mente creía que todas las personas del planeta lo veían como a un perdedor antisocial sin amigos que no hablaba con nadie. 

Eso era lo que le habían hecho creer sus compañeros.