Lovely Boy |Tk| ✔

Cap. 21

Como todos los lunes Jungkook tenía que ir al taller de música. 

Apenas seria su segunda clase, pero ya tenía ganas de que el año terminara de una vez por todas. 

Por suerte aquel día Jungkook no tenía que llevar su guitarra (o al menos Taehyung no le había dicho absolutamente nada al respecto). 

Jungkook estaba por llegar al aula del profesor Kim cuando los chicos que siempre lo molestaban pasaron a su lado y le dijeron:

— Agh, menuda mierda tener que compartir horas extra con ese marica — rió el chico de pelo castaño que siempre lo molestaba. 

—Eres un desastre Jeon— le dijo uno de los amigos del chico — deberías irte de aquí. Pierdes el tiempo. 

El otro se rió con fuerza y se fueron al salón. Jungkook se quedó parado a mitad del pasillo sosteniendo fuerte su cuadernillo contra el pecho. 

"No entiendo que es lo que hago mal" — pensó mientras los labios se le deformaban en una mueca de llanto. 

Para él, llorar se había vuelto cosa de todos los días. 

Todos los malditos días. 

—¿Jungkook? — preguntó una vocecita a sus espaldas. Una voz que se le hacía conocida.

Él se volteó para ver a BeomGyu. El chico de cabello largo con el cual tendría que compartir pupitre por el resto del año en el taller de música. 

Jungkook maldijo mentalmente por miedo a que el chico hubiera escuchado aquellas cosas. 

BeomGyu se acercó a paso lento y se quedó en el pasillo con él. 

— Oye... — comenzó el mas chiquito de ambos — eso que te dijeron está mal, viejo ¿lo sabes cierto?

Jungkook miró hacia otro lado reprendiendo la mueca. 

BeomGyu le colocó una mano en el hombro y le dio una palmadita.

— Descuida, yo también soy gay y en mi curso también hay chicos que se burlan de mí a pesar de que con Tae intentamos no mostrarnos demasiado en público. 

—¿Con Tae? — preguntó Jungkook sorprendido, pero luego de un momento recordó que uno de los cinco chicos, el chico pelirrojo de ojitos más grandes era el tal Taehyun —Ah, sí, Tae, el pelirrojo. 

Gyu se rió. 

— ¿Acaso pensabas que estaba de novio con el profesor Taehyung? 

Jungkook bajó la cabeza. 

—Perdón, es que me cuesta recordar nombres.  

Gyu hizo un ademán desinteresado con la mano. 

— Nah, está bien — Gyu empezó a caminar y Jungkook tuvo que seguirlo lentamente — Aunque... el profesor Kim no está nada mal ¿verdad?

Jungkook se mordió la mejilla. 

— Es atractivo — dijo antes de entrar. 

Gyu sonrió. 

— Realmente es el profesor mas guapo que mis ojos hayan visto jamás... o bueno, los ojos de toda la escuela — dijo riéndose. Jungkook presintió que Gyu era de esas personas que le lanzabas una mirada y se reía sin parar. 

Y efectivamente sería así.

Cuando ambos entraron al salón Gyu divisó a sus amigos y les gritó:

—¡Traje al Mafuyu versión coreana chicos! —les avisó corriendo hasta sus cuatro amigos y los saludó. Jungkook hizo una mueca y los saludó apenas con la mano. 

Desde el fondo del salón ya podía oír los quejidos del los que lo molestaba, 

Jungkook sopesó sus opciones una vez: o se cambiaba de banco o soportaba a aquellos cinco locos de remate una vez más. 

Claramente optó por la segunda opción, por muy riesgosa que fuera para su ansiedad. Si se cambiaba de banco era probable que los chicos del fondo se salieran con la suya al verlo solo, en cambio si se mantenía dentro de un grupo grande, las posibilidades de que lo molestaran bajaban al menos un veinte por ciento, lo cual ya era bastante para él. 

Así que Jungkook se acercó al grupito de cinco y se sentó en el banco que le correspondía, al lado de BeomGyu. 

— ¡Hola! —lo saludó Soobin con una sonrisa, parecía un lindo cachorro emocionado. Jungkook se animó a saludarlo con la mano. 

— Estábamos preocupados por ti — le dijo Tae pelirrojo.

— No te llegaban nuestros mensajes — le dijo HueningKai aproximándose para darle un abrazo de oso como el que le daba a todo el mundo. 

Jungkook se quedó estático en el lugar por el abrazo. Luego Kai se retiró y le sonrió. El cabello decolorado le caía por los ojos, haciéndolo lucir dulce. 

—¿Qué pasó que no viniste estos días? — le preguntó al final YeonJun mirándolo desde el banco de atrás.  

Jungkook se sentía acorralado por cinco criaturas extrañas. Y si no hablaba pronto el loco terminaría siendo él. 

— Es que... me quedé sin luz en casa — mintió. Claramente no podía decirles que no sabia como rayos hacer amigos y que le tenia miedo a ellos — Y... y estuve e-enfermo. 

Los cinco hicieron un coro de "owww" bastante largo. 

—¡Cállense pedazos de idiotas! — les gritaron unos chicos de atrás.

— Malditos maricones —se quejó otro de los del fondo, era Mike. El que molestaba a Jungkook.

YeonJun ya se estaba levantando de su asiento pero Tae pelirrojo llegó a agarrarlo a tiempo antes de que se metiera en problemas.

—¿Tienes algún problema con NUESTRA orientación sexual? — le gritó YeonJun enfadado— si somos o no gays es nuestro asunto, no tuyo. 

— Uy, que miedo das, Barbie — se burló el de atrás. Le dijo Barbie haciendo alusión a la famosa marca de muñecas las cuales normalmente tienen embaces rosados como el pelo de YeonJun. 

—Cierra la boca, cabrón —siguió YeonJun con Tae pelirrojo detrás agarrándolo con fuerza del brazo — Seguro tienes los huevos pequeños como para burlarte así de los demás. 

El chico de atrás ya se había levantado y caminaba hasta YeonJun con paso decidido.

—¿Qué dijiste, cara de pato?

YeonJun frunció la cejas. 

— Vaya. Se nota que te diviertes molestando a otros pero cuando te molestan a ti se te pone la cola entre las patas, como a un perro. 

—Cierra la boca maricón — le dijo empujándole el pecho con fuerza. 

Soobin se interpuso entre ellos, agarrándole la mano por la muñeca a Mike.

— Lo vuelves a tocar una vez más — le advirtió haciendo mas fuerte su agarre al tiempo que le hacia doler los huesos de la mano y agregó—: y te las verás conmigo ¿me oíste?

— Tu no eres nadie para desafiarme. 

Pero Soobin le apretó todavía más fuerte la mano y Mike se quejó. Finalmente lo soltó y el chico se fue, no sin antes mirarlos a todos con asco y hacerle un "fuck you" a Jungkook con el dedo de en medio. 

YeonJun se volvió a sentar al lado de Soobin. 

— Gracias por eso —le dijo poniéndose rojo como tomate. 

Soobin le hizo un ademan con la mano sin importancia.

— Sabes que estaré siempre para cuidarte. 

YeonJun le sonrió genuinamente. 

Minutos más tarde el profesor Kim entró al aula. 

Lo había oído todo desde afuera y decidió que al día siguiente tendría una reunión con la directora a solas, para contarle la situación que había escuchado.