Jungkook despertó el tercer día de las vacaciones de invierno con un mensaje que le alegró el alma:
"¿Quieres venir a desayunar conmigo? Conozco una cafetería cerca de tu casa que tiene precios accesibles. Podríamos comer unos waffles ¿Qué dices, cariñito?"
Ese era el mensaje de Taehyung y solo le bastó interpretar que pasarían tiempo juntos desde tan temprano ya le había puesto de buen humor a Jungkook.
El menor le contestó que fuera a buscarlo a la casa porque sus padres estaban trabajando (ya eran las diez de la mañana y no volverían hasta tarde). Se vistió con su mejor ropa y se puso su mejor perfume. Luego tomó sus llaves y sus cosas esenciales a toda carrera. Taehyung no tardaría mucho en llegar.
Jungkook estaba súper emocionado.
Quería verlo, quería estar con él. Quería besarlo y abrazarlo como a un oso, y lo más importante era que sabia que Tae también tenia ganas de hacer todas esas cosas con él.
Era hermoso estar teniendo citas con alguien. A Jungkook no le preocupaba demasiado que Taehyung le llevara diez años, casi que no se daba cuenta de ese detalle, pues la atención de Taehyung y su cariño parecían ser muchísimo más importantes que la edad.
Una bocina sonó fuera de la casa de Jungkook y el menor salió casi corriendo.
— ¡Hola Tae! — le dijo cuando se subió al auto. Cerró la puerta y el mayor echó a andar hacia la cafetería de la cual le había hablado. Paró en un semáforo y se acercó a Jungkook para besarle la mejilla.
—¿Qué tal las vacaciones Koo? — preguntó mirándolo con una sonrisa arrancando el auto otra vez.
Jungkook se alzó de hombros.
—Supongo que bien — dijo acomodándose el cabello para atrás — me siento tranquilo.
El mayor lo miró de reojo.
—¿Por qué?
—Porque me desquité con Mike el otro día y mis amigos me apoyaron.
—Es bueno saber que ahora tienes a quien llamar así. Estoy orgulloso de ti, cariñito.
El menor se puso colorado. Le encantaba que Tae lo llamara de esa manera.
Lo hacía sentirse amado y adorado. Quería muchísimo a su hyung.
Tae estacionó el auto en la cafetería. Bajaron y Jungkook notó que era un lugar muy costoso. Por suerte él también podía pagarlo y darse un lujo así de grande. Estaba agradecido de que sus padres pudieran mantenerlo y que sus trabajos fueran tan buenos. Sabía que había personas que no tenían nada y es por esa razón que él nunca renegaba de las cosas que sus padres le daban. Hacían el esfuerzo de pagar la cuota escolar y cubrir sus caprichitos de adolescente.
No había nada de lo que quejarse.
La casi parejita se sentó en una de las mesas junto a la ventana. A Tae le agradaba el lugar porque las personas no podían ver desde afuera pero ellos sin podían ver desde dentro. Había privacidad y en ese momento al estar con un menor lo agradecía bastante. No es que le fuera a hacer algo malo a Jungkook ni nada por el estilo, pero a veces las personas piensan o se creen lo que no deberían creer.
Un camarero fue a atenderlos.
—Buenos días ¿desean pedir el menú o ya saben lo que ordenarán? Hoy hay un especial de café con leche y medialunas o donas a elección.
Jungkook se apresuró a decir:
—Yo quiero el especial del día con unas donas, por favor.
—Anotado —le dijo el mozo garabateando en su libreta.
—Mmm... yo preferiría un té negro — le dijo Tae mirando la carta — con Cookies de chispas de chocolate.
—Perfecto ¿quieren pedir algo más?
Tae y Jungkook se miraron. El menor se alzó de hombros.
—Supongo que así estará bien — terminó por decir el mayor.
—Genial, en quince minutos le traemos su orden.
El mozo se fue y Tae se quitó el abrigo. Lo dejó a un lado y miró a su cita con ambas manos en la barbilla. Tae le sonrió y Jungkook empezó a ponerse rojito. Los ojos del mayor lo observaban como si fuera una estrella brillante. Y es que para Tae lo era.
—Mañana en tu clase de piano veremos unos nuevos acordes —le dijo Tae observando hacia la calle.
Jungkook se llevó la palma a la frente.
—Oye, no son tan difíciles —se rió Taehyung por su reacción.
—No, no es por eso. Es que olvidé decirte que mañana iré con los chicos a una convención de anime, no estaré en todo el día porque cuando volvamos quieren hacer pijamada en la casa de HueningKai, según él es enorme y tiene cuartos de invitados.
El mayor asintió con la cabeza y estuvo de acuerdo. Sacó la agenda que guardaba en el bolso que siempre llevaba consigo y tachó algo de un calendario.
—Yo el sábado no puedo tampoco— dijo Tae — ya sabes, tengo cine con Jimin y Yoongi.
—¿Tu primer y segundo mejor amigo? — preguntó Jungkook con una risita. En ese momento el mesero les llevó un vaso de agua y galletitas minis por cortesia de la casa por esperar las ordenes. Se retiró a atender a otra mesa.
—Sip. Intentamos vernos todos los fines de semana ¿sabes? una vez que sales de la secundaria comienzas a perder la constancia de ver y hablar con las personas o con quienes eran tus amigos — le dijo el mayor con tono sabio, como si supiera perfectamente de lo que estaba hablando. En realidad Jungkook estaba frente a frente con alguien que tenía diez años más de vida, diez años más de experiencias y decepciones — Cuando estás en la secundaria hablas por las redes con la gente que conoces ya sea de tareas de pruebas o de cosas sin importancia, pero cuando terminas el ultimo año cada uno comienza a estudiar lo que quiera, los caminos se separan y dejan de verse, te haces un circulo nuevo de amigos y vas alejándote de los anteriores. Pero si intentas hacer el esfuerzo de mantenerlos, todo estará bien.
Jungkook se quedó muy sorprendido por sus palabras. Las digirió por unos minutos en silencio hasta que el mesero les trajo sus desayunos. Ambos agradecieron y comenzaron a comer a la par.
—Lo dices como si te hubiera pasado.
—Le pasa a todas las personas, Kookie. Todas las personas suelen separarse al acabar la secundaria, cada uno estudia cosas diferentes o se muda de cuidad —le dijo mordiendo sus Cookies de chispas de chocolate — pueden pasar muchas cosas. A mi me pasó, a Jimin le pasó y a Yoongi también. Pero a pesar de todo estamos unidos.
—Pero... ¿Y si haces video llamada luego de terminar la escuela con aquellas personas que conoces?
Tae sacudió la cabeza negativamente.
—No es lo mismo. El vínculo personal se pierde. Por eso salgo con mis amigos dos veces por semana si se puede. A veces los viernes, a veces los sábados y cuando hay tiempo los domingos.
—Pero no siempre tendrás tiempo para verlos ¿o sí? quiero decir... tú también debes descansar. Estás en la escuela y haces tus cosas en tu casa, salir es agotador.
Tae se alzó de hombros.
—No es agotador si estás con personas que te aprecian. El tiempo es oro, Jungkook.
—Lo dice todo el mundo, Tae.
—Pero sabes que tengo razón. Si no sabes apreciar los buenos momentos cuando tienes a las personas para disfrutarlas, esos momentos nunca volverán.
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Lovely Boy |Tk| ✔
Teen FictionJungkook es un estudiante de 17 años que se ve obligado a participar de un taller de música especial ya que sus padres quieren que sea más sociable con sus compañeros, de hecho sus padres están muy preocupados porque su hijo no tiene ni un solo amig...