Al llegar a la convención de anime, el padre de Soobin los dejó y les dio un poco más de dinero a su hijo para que comieran algo dentro. Le recordó a su hijo que luego no podría pasar a buscarlos, así que le dejó más dinero para que tomaran un taxi o se pagaran un bus.
—¿Por qué no vendrá por nosotros luego?— le preguntó Jun mientras le daban al guardia de seguridad del evento sus entradas para pasar. El hombre cortó las entradas y ellos pasaron junto a otro grupo de personas.
Soobin se rascó la cabeza.
—Se irán al casino. Van dos veces por mes y este viernes les tocaba.
—Oh... — dijo el pelirosa que ahora llevaba una peluca negra por el cosplay de Eiji. Soobin llevaba una peluca rubia un poquito desordenada por el cosplay de Ash —¿Y... me quedaré en tu casa de todas maneras?
—Mi mamá insistió en que te quedaras. No quiere que te vayas solo de noche. Ya sabes que volvemos bastante tarde.
—Mmm, es que creo que estamos aquí demasiado tarde, son casi las ocho.
—Es que a las ocho terminan todos los eventos y las personas no se aglomeran tanto aquí ¿sabes? por eso compré entradas para este horario.
Ambos se dirigieron a la sección de figuras de colección para ver si por lo menos se podían comprar unos gachapones.
—¿Con los chicos vendremos mas temprano, cierto?
Soobin asintió con la cabeza agachándose para ver los gachapones de Dragon Ball y Naruto. Encontró uno de Sasuke que estaba a un precio más bajo solo por tener la base rota. Soobin decidió que no lo compraría. No tenía que gastar dinero por gastar, podía comprarse algo mejor.
—Sí, venimos al medio día. Papá nos traerá en el auto también y nos pasará a buscar ese día.
YeonJun sacó algunos gachapones de la repisa. Dos de Kimetsu no Yaiba y uno de My Hero academia. Se colocó en la fila para poder pagarlos, Soobin lo siguió de cerca.
—No creo que entremos en el auto a menos que nos aplastemos como puré de papas — dijo Jun y Soobin se rió, pero luego sopesó sus palabras y meditó al respecto. Ellos eran 6 en total (Jungkook también iría). Si Kai se sentaba adelante (él amaba sentarse adelante, siempre decía que le hacía sentir más adrenalina) eso les dejaba lugar para ellos cinco atrás.
— Bueno... posiblemente Gyu se siente en las piernas de Tae.
—Aun así no entraríamos — le dijo cuando terminó de pagar sus gachapones. No había gastado casi nada por suerte.
—Tú podrías sentarte en mis piernas. No eres tan pesado, podría llevarte sin problemas.
YeonJun se puso colorado como tomate. Sentarse arriba de Soobin implicaba muchas cosas, como por ejemplo que el mas alto pusiera sus manos en su cintura o tocara alguna parte de su cuerpo para no estar incomodo ni sentirse aplastado.
— Creo que será mejor que todos nos encontremos aquí — dijo Junnie caminando hacia un puesto de remeras y buzos. Soobin también se puso a mirar la ropa — O tu padre podría pasar por Gyu, Tae y yo. Es que somos los que estamos más cerca de tu casa, de esa manera entraríamos perfectamente en el auto. Uno adelante al lado de tu papá y tres atrás.
— Luego veremos.
Soobin buscaba entre las remeras alguna que fuera de Mafuyu, porque ya tenía de los otros tres protagonistas y la de Mafuyu nunca la encontraba. Revisó en la sección de Yaoi y se encontró con remeras que era mejor que no vieran la luz del sol.
En eso YeonJun tomó una de Pintor Nocturno y se quedó con la boca abierta.
—¿Te imaginas que entre a la escuela con una remera de dos tipos fornicando como bestias? — preguntó retóricamente mientras no paraba de reír. Observó el precio y Soobin lo miró con una mueca — Me la llevaré.
—Si usas eso en la escuela posiblemente te expulsen.
Junnie le guiñó el ojo coqueto y a Soobin se le revolvió el estómago.
—No pueden expulsarme por usar ropa.
—Pero pueden expulsarte por llevar ropa de dos tipos fornicando como bestias.
Ambos se rieron y Soobin siguió negando con la cabeza mientras YeonJun revisaba otras remeras.
Al final no había encontrado la de Mafuyu, luego revisaría en otros puestos. Se llevó una de Mikasa que estaba bonita. Pagó junto a YeonJun y como dieron efectivo les hicieron un veinte por ciento de descuento.
Ambos se quedaron mirando los otros puestos.
—¿Si te das cuenta que nos falta por recorrer como 200 stands, verdad? — comentó Junnie guardando la bolsa con su remera en la mochila grande que había llevado. El lugar era enorme, había absolutamente de todo, incluso Stands de discos de kpop y stands en donde vendían juegos de mesa y cosas frikis de películas conocidas.
—Tenemos tiempo hasta tarde.
—Creo que tuvimos que haber venido más temprano.
Soobin se alzó de hombros y se dirigió al puesto de kpop, había muchas chicas amontonándose en un lugar y estaba como locas. Algunas gritaban y sacaban fotografías.
—¿Quién está ahí? — preguntó Soobin.
—Oh Dios... ¡Es Hwasa! — gritó Junnie con la boca abierta. A Soobin casi se le cae la mandíbula.
Allí estaba ella promocionando su nuevo CD. Ambos se acercaron para ver los precios y se dieron cuenta que era muy costoso.
Pero si lo compraban el cartel decía que se podían tomar una foto con ella.
—¿Qué hacemos? — dijo Junnie poniéndose ya en la fila casi saltado de la emoción. Ambos adoraban la música de aquella Idol —¿Compramos un disco entre los dos?
Soobin se rascó la cabeza y volvió a ver el precio.
Era carísimo. Pero si compartían los gastos no era tanto dinero. El CD incluía tres Photocards, dos posters (uno grande y uno más pequeño) y una postal. Aparte de que Hwasa les firmaría el disco.
YeonJun estaba tan emocionado que terminó por convencer y animar a Soobin. Ambos acordaron pagar la mitad exactamente y cuando llegó su turno en la fila Junnie casi se muere de un ataque de emoción. Le dijo a Hwasa que era una de las mejores cantantes que conocía y que era excelente en su trabajo. Las palabras le salieron un poco atolondradas pero ella terminó por agradecer.
Ambos pagaron y se posicionaron para la foto polaroid. El guardia de seguridad le tendió una a cada uno y Hwasa les firmó el CD.
—¡Disfrútenlo, muchas gracias por apoyarme! — les dijo ella tiernamente mientras se preparaba para hablar con los demás fans que la esperaban. YeonJun le hizo una reverencia con la cabeza y luego se retiraron de allí.
—¡Tenemos un autógrafo! — gritó a todo pulmón emocionado y saltando. La emoción era tanta que casi se le cae la peluca negra de Eiji al suelo.
En eso Junnie estaba tan feliz que abrazó como un oso a Soobin. El más alto le correspondió el abrazo y algunos se voltearon a verlos. Era gracioso ver a los cosplay de Ash y Eiji abrazarse así.
Quizás, YeonJun y Soobin tuvieran más suerte que los personajes que estaban interpretando.
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Lovely Boy |Tk| ✔
Teen FictionJungkook es un estudiante de 17 años que se ve obligado a participar de un taller de música especial ya que sus padres quieren que sea más sociable con sus compañeros, de hecho sus padres están muy preocupados porque su hijo no tiene ni un solo amig...