Siento calor. Fuego que recorre mi cuerpo entero, calor sofocante que ocasiona que despierte de la neblina de sueño en la que estaba sumergida. Alguien se aferra a mí, siento su calor pegado a mi espalda; sus piernas entrelazadas con las mías, su pecho contra mi espalda, sus manos aferradas a las mías junto a mi abdomen y su respiración constante acaricia mi cabello.
Raphael.
Suspiro mientras abro mis ojos. Mi mirada choca inmediatamente con el sofá, notando la ropa de ambos esparcida por el suelo; inmediatamente recuerdos de la noche anterior vienen a mí. Puedo sentir como me sonrojo ante el recordatorio de tanta pasión reprimida. Es abrumador. Intento darme la vuelta para observarlo pero me es imposible, me tiene abrazada muy fuerte.
Necesito ir al baño.
Mierda. No quiero despertarlo aún, así que con toda la agilidad que me es posible retiro mis piernas de las suyas y poco a poco voy alejándome de su cuerpo, se mueve ligeramente arrugando su entrecejo. Me quedo quieta, cuando veo que sigue dormido me levanto de la cama. Camino hacia la ropa que se encuentra en el suelo y tomo su camisa, cubro mi cuerpo desnudo con ella mientras regreso mi vista a la cama. Sonrió y salgo de la habitación.
Bajo las escaleras, al llegar al primer piso noto inmediatamente el silencio. Se siente la ausencia de Emilia. Me dirijo a la cocina a preparar el desayuno. Hare algo sencillo, tostadas francesas, huevo revuelto, un poco de tocino para Raphael y fruta picada. Mientras saco los ingredientes de la nevera noto una jarra de jugo de naranja.
Amo a Emilia.
Coloco las tostadas en un sartén a fuego bajo, al igual que el tocino. Revuelvo los huevos y los coloco en el sartén con un poco de mantequilla. Busco los platos y los acomodos en el mesón. Estoy concentrada picando la fruta cuando siento sus pasos bajar. Levando la vista y los observo.
Mmmmm...
Lastimosamente esta vestido, de sus caderas cuelga un pantalón de pijama color gris que cubre sus piernas. Viene descalzo y sin camisa. Su cabello esta despeinado y su mirada, su dulce e intensa mirada esta fija en mí.
Sonrío inevitablemente.
Nos miramos fijamente mientras llega a mi lado. Coloca sus manos en mis caderas acercándome a su cuerpo. Me abrazo a él sin dudarlo.
-¿Por qué me he despertado solo?- cuestiona mientras da ligeras caricias en mis caderas.
-Me desperté hace un rato y quise preparar el desayuno- le respondo mientras acaricio su espalda. Su mirada se dirige al desayuno, que esta medianamente servido. El sonido del sartén me recuerda...
-¡El tocino!- exclamo mientras me separo de él y apago el fuego. Las saco con las pinzas y las coloco sobre unas servilletas absorbentes. Hago lo mismo con los huevos, los revuelvo y los apago. Siento su risa mientras se pega a mi espalda abrazándome.
-Está sano y salvo-confirma mientras observa sobre mi hombro. Suspiro graciosamente.
-Gracias a Dios. Es tu culpa, me desconcentras-le recrimino mientras acaricio sus brazos. Apoya su rostro en mi cuello y respira profundamente.
-Me declaro felizmente culpable- susurra en mi oído erizando mi piel- Te ayudo a llevar esto a la mesa- deja de abrazarme, toma el plato con el tocino, las tostadas y lo lleva a el comedor. Sigo sus pasos, llevando la fruta, los huevos y el jugo.
Apoyo todo en la mesa mientras observo como se sienta, estira su mano, la tomo y me arrastra hasta su cuerpo, donde me sienta en sus piernas.
-¿No estarás incomodo conmigo encima de ti?- le cuestiono mientras acerco los platos. Su mano derecha acaricia mi cintura, mientras que con la otra agarra una tira de tocino y se la lleva a la boca.
-No, me encanta tenerte encima de mí- murmura con su voz ronca luego de terminar de masticar. Su doble sentido es directo. Con su mano da un apretón a mi cadera lo que me hace dar un salto y reír por las cosquillas. Deja un beso en mi hombro. Observo su rostro, sus ojos. Estiro mi mano y acaricio su cicatriz. Cierra los ojos al contacto, la recorro lentamente brindando caricias suaves. Abre sus ojos y me observa. Nuestros rostros están cerca, cuando tengo su atención le trasmito.
-A mí me encanta estar encima de ti.- susurro sobre sus labios. Acorto la distancia y los junto. Movemos nuestros labios suavemente, sin prisa. Me aferro a su cuello sin dejar de acariciar su mejilla. Nos separamos luego de unos minutos; acaricia mi nariz con la suya antes de alejarse un poco.
-A desayunar- sonríe mientras me observa. Asiento y ambos nos disponemos a comer. Hablamos un poco mientras lo hacemos. Luego de unos minutos hemos terminado, la verdad tenía mucha hambre.
Me inclino a tomar el vaso con jugo de naranja.
-Me gustaría llevar un postre a la cena con tu familia- le comento mientras apoyo el vaso de regreso al comedor - ¿Qué opinas?
-Me parece buena idea ¿Qué tienes en mente?- cuestión mientras a su vez bebe un poco de jugo.
-Había pensado en hacer mi famoso napoleón, pero se me ocurrió hacer algo diferente como galletas – le trasmito mientras me levando de su regazo y comienzo a recoger los platos de la mesa.
-Es buena idea Mia Cara, revisemos que hay en la despensa, si falta algún ingrediente podemos ir a la tienda a comprar- trasmite mientras toma alguno de los platos y los lleva a la cocina. Hago lo mismo y luego de eso me encargo de revisar la despensa.
Harina, polvo para hornear, azúcar, huevos, esencia de vainilla...
-Esta prácticamente todo, solo hace falta chocolate- le trasmito mientras sigo revisando la despensa con la esperanza de que en algún rincón este escondido, pero no. No hay.
-En ese caso, vamos a bañarnos juntos y luego vamos a la tienda. –comenta mientras termina de colocar los platos ya limpios en sus lugares.
Lo observo mientras cierro las puertas de la despensa.
-¿Juntos? Ambos sabemos que si eso sucede nos vamos a demorar más- le trasmito porque es así, ha sucedido cada vez que hemos tenido oportunidad de ducharnos juntos.
Se seca las manos mientras camina hacia mí.
-Pues entonces que así sea- murmura mientras me carga entre sus brazos, lo que ocasiona que ambos riamos mientras se dirige hacia las escaleras.
¡Feliz Navidad! Mis queridos lectores. Deseo con toda mi alma que hoy pasen un día lleno de armonía con las personas que aman. ❤
Aquí les traigo un nuevo cApítulo, he tenido algo de dificultad porque estoy sin computador 😭... perooo todo tiene solución, encontré una forma de ir publicando mientras soluciono ese tema.
Quiero darles infinitas gracias por su apoyo. ¡Los amo mucho!
No se olviden de votar y comentar.
Con amor,
Acrux.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de las cicatrices.🔥
ChickLitAurora no ha tenido una vida fácil. Desde pequeña, cuando tuvo que presenciar el fatídico accidente que le arrebató a su madre; se ha cerrado al mundo. A no amar, confiar, sentir y sufrir. Sin embargo ha aprendido que la vida está llena de eso, es...