Capítulo #15

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Al despertarme a la mañana siguiente. Observo a mí alrededor y estoy sola. Miro la hora en el reloj que se encuentra en la mesa de noche de Raphael y son las ocho de la mañana. Dormí lo suficiente. Estaba más cansada de lo que había imaginado. A su vez observo su almohada descubriendo que hay una nota apoyada en ella.

Mia cara,

Me desperté temprano para ir al entrenamiento y no quise despertarte. Dormías profundamente.

Llámame cuando te despiertes.

No puedo expresar en palabras lo agradecido que estoy de haberte sostenido en mis brazos anoche. Es el mayor de los regalos.

Tu Raphael.

Una sonrisa enorme rompe mi cara y sostengo la noche en mi pecho. Este hombre será mi perdición. Salgo de la cama y me aseo. Luego de eso decido arreglar la habitación. Al tenerla lista tomo el celular para escribirle un mensaje a mi padre reportándome. Así no se preocupará. Antes de llamar a Raphael, decido hacerlo con Olivia. Contesta a la tercera timbrada.

-¿Qué tal este fin de semana? – Expresa su voz Catarina a través del celular- ¿tuvieron mucho sexo?

-Por Dios Olivia, ha sido de lo mejor créeme- el expreso- y respecto a lo otro....aún no lo hemos hecho

-¿Cómo qué no? Hay tanta tensión entre ustedes dos, en algún momento explotará- me dice divertida

Le hago un resume detallado de cómo fue la noche de ayer. Expresando mis dudas.

-Querida tienes que recordar que eras tú la que se mostraba insegura al comienzo, tal vez por eso es que se está tomando las cosas despacio. Pero créeme Raphael te desea, eso se nota.

-Lo sé. La forma en que me observa es...- suspiro. Se me acaba de ocurrir una forma de expresarlo – ya se lo que haré.

-¿Le saltaras encima?- sugiere con voz traviesa.

-No como estás pensando, pero sé que hacer para demostrarle que estoy segura de él.

Paso el resto del día organizando con Emilia la cena de Raphael, me enseña como le gusta su filete. Dejamos todo listo para cuando el regrese a casa. Me concentro en preparar un postre y en decorar la mesa. Sé que le gustara. Me llamó varias veces al día, lo sentí molesto y tenso. Sé que no había planeado que esto se extendiera. Pero son sus responsabilidades. A las seis de la tarde Raphael me avisa que ya viene en camino. Termino de arreglar todo y cuando entra por la puerta estoy terminando de colocar los platos en la mesa.

Me di la oportunidad de comprobarlo. Esta vestido con uno pantalones negros y una camisa blanca, lo primeros botones esta desabrochados dejando a la vista su pecho. El recuerdo de tocarlo y verlo está impreso en mi mente. Tiene un bolso de entrenamiento seguramente con la ropa para practicar. Su vista está fijada en mí. Camino hacia él, sostengo su rostro con mis manos y lo beso. Tarda solo un segundo en responder. Escucho el sonido del bolso al caer al suelo. Sus brazos de envuelven alrededor de mi cintura, atrayéndome a su duro pecho mientras su boca devora la mía. Su lengua lame el contorno de mis labios, enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Un gemido escapa de mi boca y siento que su agarre se intensifica en respuesta. En un arrebato de pasión muerdo su labio inferior. Ocasionando que desde el fondo de su garganta se produzca un gruñido tan primitivo. Nos separamos y ambos estamos jadeando por aire.

-Te extrañé- dice su voz baja y ronca. Solo pasaron unas horas, entiendo lo que quiere decir.

-Yo también- le digo entre respiraciones entrecortadas.

Su agarre en mi es fuerte y posesivo. Sus manos están apoyadas en la parte inferior de mi espalda. Al estar tan cerca es inevitable no sentir su excitación. Que los dioses me ayuden. Observo sus ojos turbios llenos deseo, creo que me va a besar de nuevo pero en su lugar planta un beso en mi frente. Nos quedamos apoyados el uno en el otro simplemente disfrutando de nuestra cercanía. Hasta que recuerdo que la cena esta lista.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora