Capítulo #44- Final primera parte

884 46 8
                                    


Despierto y lo primero que observo es el color blanco. Estoy en el hospital. Cierro mis ojos cuando los acontecimientos me golpean. No puedo evitar llorar. Estoy secando mis lágrimas cuando la puerta se abre y papá ingresa a la habitación. Verlo me hace llorar más.

-Todo estará bien mi cielo, llora si tienes que llorar - murmura papá contra mí, mientras acaricia mi cabello- Ya me explicaron cómo fue todo. Raphael está afuera.

Al escuchar eso lo que hago es negar entre lágrimas.

-No quiero verlo papá, por favor no quiero verlo - suplicó entre lágrimas mientras lo miro con desespero. Sus ojos se llenan de lágrimas mientras asiente.

-Está bien mi niña, no lo verás. Tranquila - murmura con cariño mientras acaricia mi rostro- Siempre quise que lloraras para que sintieras, pero verte hacerlo es igual de doloroso a cuando no lo hacías.

Luego de eso, inician las visitas. La familia de Raphael viene a verme. Todos con rostros desolados ante lo ocurrido. Estoy con Papá y Alex, ya que Sophia está ocupada, al igual que Esme; pero ambas prometieron llegar a casa más tarde. Luego de unas horas me dan de alta. La crisis de ansiedad pasó, dejando una tristeza profunda en mí.

Papá me ayuda a vestir, mi cuerpo duele, al igual que mi alma. Salimos de la habitación y entonces lo siento. Está junto a su familia quienes le impiden el paso. Puedo sentir su mirada desesperada en mí, las ganas que tiene de que crucé mi mirada con la suya. Pero no lo hago. No puedo o voy a desmoronarme.

Así que camino con papá y Alex a cada lado de mi cuerpo. Cuando paso cerca de ellos.

-Cara mia...- murmura con voz desesperada. Cierro los ojos y continuó caminando. Siento como sus padres le piden que me dé espacio. Papá apura nuestro paso, hasta llevarnos al auto, me abre la puerta del copiloto. Luego de acomodarme, ocupa el asiento del piloto, mientras que Alex va en el asiento de atrás.

Siento su presencia antes de verlo. Apoya sus manos en el vidrio de mi ventana.

-Aurora, por favor. Necesitamos hablar - su voz angustiada envía golpes dolorosos a mi pecho. Cierro los ojos mientras giro mi rostro hacia donde está papá - Cara mia, por favor, te lo suplico... Mírame.

Sollozo mientras escucho su voz. No puedo, no quiero mirarlo. No ahora que estoy tan débil y agotada. Necesito pensar.

-Vámonos de aquí, por favor, papá - le suplicó con la voz entrecortada por el llanto. Este suspira y coloca el auto en marcha. Continúo escuchando su voz suplicándome y lo único que hago es llorar.

No sé si lograremos superar este momento tan difícil entre ambos. No se cuánto tiempo ha pasado, mi mente está perdida. Llegamos a casa, y bajó del auto. Camino a paso lento hasta la entrada, la puerta se abre revelando a Alfonsina, Esme y Sophia; todas con expresiones preocupadas. No las miro.

Subo las escaleras paso por paso, hasta llegar a mi habitación. Me siento en la cama y respiro. El dolor en mi pecho no se va. Mi mirada se centra en mis muñecas. Ambas están rojas, con las marcas de las manos de Raphael. No puedo creer que esto esté pasando, solo hace unos días éramos felices y ahora, ahora no hay nada.

Solo vacío.

Siento pasos entrar a mi habitación, pero no me muevo, sigo con la mirada fija en mis muñecas. En las marcas que dejo en mi piel. Alguien se sienta a mi lado.

-Aurora ¿Quieres comer algo? - pregunta mi hermana Sophia, apoya su mano en mi espalda en señal de apoyo. Niego con la cabeza, aun con la mirada baja. Esme se coloca de rodillas delante de mí.

- ¿Quieres hablar de lo que sucedió? - pregunta con cautela. La observo notado el dolor en su mirada al verme así, volteo y observo a mi hermana, quien también me observa con preocupación.

-Solo quiero dormir, me siento cansada- murmuro en voz baja. Ambas comparten una mirada antes de asentir.

-Está bien, será bueno que descanses - concuerda Esme, se inclina y me quita los zapatos. Mi hermana me ayuda a recostarme en la cama, para luego arroparme con una manta.

Cierro mis ojos disfrutando la comodidad que me brinda mi cama. Analizo y analizo todo lo que sucedió y no veo una salida a esto. No sé cómo volveré a confiar en Raphael. 

Wow, no puedo creer que he llegado hasta este punto de la historia. Me he tomando mi tiempo para trabajar en ella, y la verdad he amado cada jodido segundo que le he dedicado. 

Tenemos aquí el final, pero la historia sigue. Gracias, gracias infinitas a todos por su apoyo. Lo aprecio mucho. 

Me estaré comunicando pronto con ustedes para anunciar la segunda parte. Se vienen muchas cosas buenos. 

No se olviden de votar y comentar; y de compartir la historia. 

Con amor,

Acrux. 

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora