Capítulo #46

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Luego de que Raphael y Ekrem se fueran, Esme y yo ocupamos nuestro tiempo en relajarnos. Hablé con ella sobre cómo me siento sobre todo lo que sucedió, sobre mis terapias con el Doctor Roosevelt y cómo estas han dado sus frutos. Amaneció un nuevo día, Esme estuvo conmigo una parte de este.

Ahora mismo estoy sola en casa, ya que Esme salió a cenar con Ekrem. Ambos me dan ternura, espero sinceramente que las cosas entre los dos se den. Luego de darme un baño, notó que son las 07:00 pm, así que voy a la cocina para ver que puedo comer. No he tenido apetito estos días que han pasado, pero hoy me siento diferente.

Motivada. Con esperanza.

Reviso las cosas que ambas compramos y me decido por un omelette acompañado de champiñones salteados con ajo y cilantro. Estoy concentrada preparando la cena, cuando el tono de llamada de mi celular perturba el silencio. Limpio mis manos con el trapo de cocina y agarro mi celular. Al ver quien me llama, mi corazón salta de emoción en mi pecho.

Es Raphael. Contestó sin dudarlo.

-Hola...- murmuro con voz tímida al responder. Siento su respiración del otro lado de la línea. Ayer hablamos un poco por mensaje.

-Hola... - su voz ronca, aun en la distancia, provoca el mismo efecto en mí - ¿Estás ocupada? - interroga.

-No... bueno, estoy preparando algo de cenar, Pero puedo hablar contigo - exclamo rápidamente. No quiero que piense que no quiero hablar con él, porque no sería verdad. Su risa a través de la llamada me llena de felicidad.

-Está bien ¿Qué estás preparando? - interroga con voz curiosa. Sonrió mientras apoyo el celular en el mesón y coloco el altavoz.

-Estoy haciendo un omelette y aparte champiñones salteados, fue lo único que me provocó comer a esta hora - le explico mientras le doy vuelta al omelette para que se cocine bien, no soporto el huevo crudo- ¿Y tú ya cenaste?

Recuerdo las palabras de Ekrem cuando vino, necesito saber si se está cuidando.

-Suena delicioso, almorcé tarde, así que aún no tengo hambre, prepararé algo luego - comenta mientras siento ruido, como si se hubiera levantado de algún lugar. Me preocupa que no esté alimentándose bien.

-Prométeme que vas a comer luego, por favor- la súplica silenciosa se escucha en mis palabras. Termino de cocinar los champiñones y observo mi celular a la espera de su respuesta y las palabras solo brotan - Si quieres puedes venir, no me molesta hacer otro omelette, con queso como te gusta.

Mi corazón se acelera a la espera de su respuesta, necesito cuidar de él. Se que no está comiendo como se debe.

- ¿Estás segura? - cuestiona con duda e ilusión en su voz.

-Claro que sí, ven y cuando llegues ya la cena estará lista - prometo. Quiero verlo, lo extraño tanto. Pasan unos segundos y no escucho su respuesta. Observo la pantalla y la llamada aún está abierta - ¿Raphael? - interrogo ante el silencio desconcertante.

-Aquí estoy, ya voy en camino, me estaba subiendo al auto- explica y el ruido del motor cubre el silencio. No puedo evitar sonreír emocionada.

-Está bien, aquí te espero - luego de eso me concentré en preparar algo delicioso para él. Corto el jamón en cubos, queso y bato los huevos. Coloco la mezcla en la sartén a fuego bajo, mientras salteo más champiñones. Esme siempre tiene masa de galletas congeladas, así que las saco, las coloco en la bandeja y las llevo al horno.

Minutos después ya tengo todo listo, solo me falta servir. Reviso las galletas y aun le faltan unos minutos. Observo mi ropa, y solo tengo el pijama de seda, un short y blusa de tirante color verde esmeralda y mis pantuflas de oso panda, que él me regaló. No puedo recibirlo así, me encamino a las escaleras, pero el sonido del timbre me hace detenerme.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora