Capítulo #55

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Toques ligeros en mi espalda me hacen despertar, estoy acostada boca abajo en la cama, mis brazos están apoyados debajo de la almohada, estoy desnuda a excepción de la sabana que me cubre la parte baja, mi espalda y mis piernas están descubiertas, besos húmedos suben por toda mi espalda generando escalofríos de placer por todo mi cuerpo.

No puedo evitar gemir de forma baja, amo despertar así. Los besos suben por mi hombro, hasta que siento su rostro cerca del mío.

-Buenos días cara mia – murmura su voz ronca. sonrío al escucharlo, me coloco boca arriba estirando mi cuerpo con gusto mientras abro lo ojos. Al hacerlo un Raphael recién despertado me recibe, su cabello esta más desordenado de lo normal, culpa mía lo admito. Su mirada me recorre, demorándose en mis senos que están descubiertos.

-Buenos días, amor- respondo con voz ronca de igual forma, se coloca así todas las mañanas. Baja su rostro hasta mis senos y se pierde en ellos besándolos, sumerjo mi mano en su cabello mientras disfruto de sus caricias- Que maravillosa forma de despertar.

-Estamos para complacer- murmura contra mi piel, se toma su tiempo besando los lunares que cubren mis pechos – Usted y yo tenemos algo que hacer este fin de semana, así que prepárate, salimos antes del almuerzo.

***

La suave música clásica llena le espacio del auto de Raphael, quien lleva más de una hora conduciendo y sigo sin tener idea de a donde vamos. Hable con mi hermana antes de salir, me comentó que ha visto a papá y eso me ha dado mucho alivio, por lo menos ellos saben sobre él y que se encuentra bien. No negaré que me duele que no me responda, pero me recuerdo que debo ser paciente.

Aparto la vista del celular, al mirar por la venta noto donde estamos. Un conjunto de casas adorna las calles de lado a lado, me recuerda mucho donde vive Esme, no perderé el tiempo preguntado nuevamente porque sé que no me responderá, Raphael siempre carga esos aires de misterio. Detiene el auto enfrente de una casa hermosa.

- ¿Qué hacemos aquí? - cuestiono observándolo, pero solo me sonríe y sale del auto. Suspiro con frustración mientras hago lo mismo. El aire fresco me rodea inmediatamente, me gusta que hay mucha naturaleza, muchos árboles, me fascina el sonido que estos hacen al moverse, es relajante.

La casa en frente de mí es fascinante. De dos pisos, color blanco, me fascina que el techo es de teja, le da un aire antiguo pero moderno. Estoy concentrada absorbiendo cada detalle de ella, cuando las manos de Raphael me rodean por detrás. Me abraza contra su cuerpo mientras ambos observamos la casa en frente nuestro.

- ¿Te gusta? - interroga con curiosidad cerca de mi oído. Sinceramente no entiendo que sucede. Vuelvo a centrar mi vista en la casa, la cual me genera paz.

-Sí, es fascinante, de hecho, me encanta, pero no comprendo que hacemos aquí- trasmito mientras me acurruco más en sus brazos. La brisa mueve mi vestido de forma ligera.

-Es bueno que te guste, porque es nuestra- exclama dejándome sorprendida. Su mano coloca frente a mí un juego de llaves, mi corazón se dispara al notar lo que sucede- Tómalas, y dale un vistazo completo.

Tomo las llaves de sus manos con desconcierto, deja de abrazarme y me giro para observarlo, está disfrutando verme aturdida. Me señala la casa, incitándome a entrar. Y eso hago. Coloco la llave en la cerradura de la entrada, en este momento se con certeza, que nuestras vidas van a cambiar.

Solo tengo una frase para describir como me siento en este momento, solo una frase, mientras recorro cada rincón de la casa con paciencia, Raphael sigue mis pasos dándome tiempo de analizar cada detalle de este lugar, recorro el segundo piso, para luego bajar al primero, camino hacia las puertas que dan al patio trasero, chocando de frente con una piscina, y lo que siento en este momento es maravilloso.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora