Luego de despedir a Esme regreso a paso lento donde están todos los demás, al llegar noto a Raphael, junto con Ekrem, Alessio, Ángelo. Los demás están ayudando a Eleonor a recoger todo y a despedir a los invitados. Me detengo un momento.
No puedo evitar notar que me he sentido decaída desde anoche. Recuerdo las palabras de Esme, aun así, mi lado pesimista no deja de jugarme una mala pasada.
¿Y si Raphael nunca sana esa herida?
Si no se brinda la oportunidad de sanar, como afectará eso nuestra relación. No soy quién para exigir algo así, yo tengo una herida muy grande que aún me lastima, que no toco y no quiero tocar. Aunque son circunstancias diferentes, lo entiendo en parte, pero no deja de preocuparme. No dejo de cuestionarme.
Pienso esto mientras lo observo, estamos tan conectados el uno con el otro que siente mi mirada y presencia, gira en mi dirección y me ve. Sonríe, pero al verme con más detalle sé que nota que algo va mal, su sonrisa decae poco a poco, le sonrío ligeramente; pero sé que nota que no es una sonrisa del todo sincera.
Suspiro y por primera vez, aparto la mirada de sus ojos. Observo como Sophia y Nathaniel se despiden y se acercan a donde estoy. Mi hermoso terremoto corre hacia donde estoy y lo espero con los brazos abiertos.
Me abraza fuertemente, lo que correspondo de igual forma.
-Ya nos vamos hermana – me comenta Sophia al llegar a nuestro lado. Asiento ante sus palabras.
- ¿Te divertiste terremoto? – le cuestiono mientras se separa de mí.
-Sí tía, mucho, y me encantó el pastel – responde con entusiasmo.
-Me alegra saber eso- trasmito mientras peino un poco su cabello.
- ¿Estas bien? - interroga Sophia, lo que hace que levante la mirada para obsérvala. Noto preocupación en su mirada. No quiero que la tenga.
-Sí, estoy bien. Solo un poco agotada- le trasmito mientras sonrío un poco. Los despido mientras veo como llega Adam a recogerlos. Me saluda desde el auto y yo hago lo mismo.
Suspiro mientras observo el auto partir. La brisa fría de la noche me hace estremecer, así que me abrazo en un intento de darme calor. Siento unos brazos rodear mi cintura y abrazarme. Se que es él. Me atrae hacia su cuerpo, mientras da un beso en mi cabello. Lo siento suspirar.
- ¿Todo está bien? - cuestiona con su voz ronca. Comunicación, sinceridad, es importante. Así que me doy la vuelta quedando enfrente de él. Apoyo mis manos en sus brazos, pero aún no levanto mi mirada. Cosa que no le agrada ya que apoya sus dedos en mi mentón y levanta mi rostro hasta que nuestras miradas se cruzan, lo primero que veo es lo que imaginaba.
Inquietud.
Sería fácil fingir que todo está bien, no decir lo que siento, pero lo fácil no siempre es el camino correcto. Así que me lleno de valor.
-No, hay algo que me preocupa mucho- susurro, intento apartar la mirada de sus hermosos ojos grises, pero no me lo permite. Afirma más su agarre manteniendo nuestro contacto visual.
- ¿Qué cosa te preocupa? - interroga analizando mi rostro.
-Tú desconfianza- le respondo. Observo como se tensa inmediatamente- Me preocupa la forma en la que reaccionas ante ciertas situaciones, me duele darme cuenta de que muy en el fondo aun no cofias del todo en mí.
Solo me observa. Espero que me diga algo, que estoy equivocada, que son ideas mías. Pero no lo hace. No dice nada. Y un silencio dice mucho más que las propias palabras. Sujeto su mano y la alejo de mi rostro. Suspiro y me alejo de él para ir a donde están los demás. Cuando ya estoy pasando por su lado, su mano en mi brazo me detiene.
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Detrás de las cicatrices.🔥
ChickLitAurora no ha tenido una vida fácil. Desde pequeña, cuando tuvo que presenciar el fatídico accidente que le arrebató a su madre; se ha cerrado al mundo. A no amar, confiar, sentir y sufrir. Sin embargo ha aprendido que la vida está llena de eso, es...