Capítulo #37

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Capítulo altamente emocional... Repito, Altamente emocional. No me hago responsable de traumas, secuelas o colapsos emocionales. Sin más nada que agregar, los dejo leer libremente.


Mamá,

Una punzada en mi pecho entumece todo mi cuerpo, corro hacia donde está ella y cuando estoy arrodillada en el suelo junto al cuerpo, no es mamá a la que veo, es a Alex. Mi hermanito Alex.

Grito desesperadamente mientras sacudo su cuerpo para que abra los ojos.

Por favor, Alex.

No me dejes.

Aurora despierta...

Cara mia...

¡Despierta!

Me levanto de mi posición acostada quedando sentada en la cama. Las manos de Raphael sostienen mis brazos. Mi respiración es agitada, al compás de los latidos de mi corazón. Siento el sudor cubrir mi cuerpo. Sollozo al darme cuenta de que otra vez es la misma pesadilla, no quiero que vuelvan.

No quiero que vuelvan.

-Amor...- La voz ronca de Raphael me mantiene en la realidad. Sus manos rodean mi rostro - Cara mia, abre los ojos - susurra en una súplica. Poco a poco abro mis ojos, notando que estoy en su habitación, con él a mi lado. Está arrodillado en la cama, inclinado hacia mí. Mis ojos se entrelazan con los suyos.

-Fue una pesadilla, solo fue...- Murmuro hacia él. Respiro profundamente, intentando calmar mi respiración acelerada. Su rostro muestra la preocupación que siente en este momento, y no quiero eso. No con él - Solo fue una pesadilla, no quiero que te preocupes, por favor...- Le murmuro con voz entrecortada.

-Ven aquí - pide mientras se recuesta de espalda en la cama y me atrae a su pecho. Me abraza a su cuerpo y cierro los ojos, sintiendo los latidos de su corazón; intentando igualarlos con el mío, que aún late acelerado. Mi cuerpo se estremece por lo vivido - Shhh, tranquila, estoy aquí contigo. Fue solo un mal sueño...

Luego de unos minutos de consuelo por parte de Raphael, me siento mejor. Mi respiración es normal, aunque por mi mente aún persisten los recuerdos del sueño. No, no quiero recordar ese momento, no quiero.

-¿Qué hora es? - cuestiono aún refugiada en los brazos de Raphael. Siento como estira su brazo hacia la mesa de noche, toma su celular observando la hora.

-Son las 07:00 am - murmura mientras vuelve a dejar el celular donde estaba y rodea mi cuerpo con su brazo nuevamente.

-Necesito levantarme, quiero ir temprano al hospital - le transmito mientras lentamente me separo de su cuerpo. Fijo mi mirada en su rostro. Aún con dejes de sueño marcados en él, su cabello está desordenado, sus ojos grises entrecerrados. Hasta recién despierto es hermoso este hombre.

Que Dios me ampare.

-Está bien, vamos a ducharnos primero - concuerda. Sabe que ya no hay manera en que me quede más aquí. Ambos nos bajamos de la cama, tomando nuestro camino hacia al baño.

Hace lo mismo de anoche. Me baña con mimo y cariño, limpiando mi cuerpo y el suyo. Cura mis heridas, y me ayuda a vestirme. Menos mal soy precavida y siempre dejo algo de ropa aquí en su casa, así que me coloco un vestido holgado de flores y mis tenis. Cuando estamos listos en el comedor terminando de desayunar, mi celular suena.

Lo tomo de mi bolso y veo que es papá.

-Buenos días, papá, estamos terminando de desayunar para ir al hospital ¿Necesitan algo? - cuestiono mientras dejo a un lado el plato con los cubiertos.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora