Capítulo #52

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Es jueves, han pasado cuatro días desde el fin de semana maravilloso que pasé con Raphael en su casa. Cuatro días desde que la ansiedad que siento me genera estrés e inseguridad. El lunes me enteré de que David Brown cumplió con su condena en la cárcel. El hombre ebrio que le quitó la vida a mamá salió libre. Es algo que me tiene con sentimientos encontrados, no entiendo porque y eso me frustra.

He estado recibiendo llamadas de Kate y Diego, ellos me avisaron lo que está sucediendo, lo cual agradezco. Pero, me hicieron saber que él quiere tener la oportunidad de hablar conmigo, y no lo sé. Hay algo de mí que quiere hacerlo. Una parte de mi quiere mirarlo a los ojos y preguntarle ¿Por qué?, así que por eso vine al consultorio del doctos Roosevelt, necesitaba hablar con alguien neutral y lo que me dijo me genero gran impacto.

-Aurora, eres una mujer muy empática, tiendes a ponerte en el lugar de los demás, empatizando lo que sientes y viven. Por esa razón tu ayudaste a los Brown cuando todo sucedió, los acobijaste y apoyaste, por esa razón empatizas con ese hombre, porque en el fondo sabes que no es una mala personas, sabes que cometió un error, que le quitó la vida a tu madre, pero que fue algo que no hizo con maldad. Me parece que debes darle un cierre a esto, es tu decisión.

Así que por eso estoy aquí, en un taxi, camino a la casa de los Brown. No sé si mi familia sabe que ya está libre, eso es algo que también debo arreglar, decirles la verdad, necesito hacerlo. Sin dudarlo llamo a Raphael, no quiero ocultarle nada. Me he reservado estos días no decirle nada, porque quería aclarar mi mente.

-Cara mia – su voz ronca me saluda a través del celular. Respiro profundamente antes de hablar.

-Amor, sé que estás ocupado, pero hay algo que tengo que contarte – murmuro mientras miro por la ventana – David Brown salió de la cárcel el lunes, no te había mencionado nada porque he estado confundida con respecto a eso, quiere hablar conmigo, consulté esto con el doctor Roosevelt y voy camina a la casa de los Brown.

- ¿Qué? – su voz ronca se ha vuelto seria. Sabía que esto podía suceder, tal vez por eso esperé tanto para decírselo – Dime que es una jodida broma, Aurora no vas a ir sola a esa casa.

-Amor, no voy a estar sola, estaré con Kate y Diego, necesito hacer esto, por favor entiéndeme – le suplico, sé que se preocupa por mi seguridad, pero tengo la certeza de que no sufriré ningún daño. El suspiro que escucho a través del teléfono me indica que está analizando la situación.

-Lo entiendo cara mia, sé que necesitas esto. Pero entiéndeme tu a mí, no quiero que te suceda nada, no sé quién es este hombre- trasmite mientras siento sus pasos a través del teléfono, una puerta se cierra y sé que está fuera de la oficina- Envíame tu ubicación por mensaje, no voy a intervenir a no ser que sea necesario, pero quiero estar ahí para ti.

-Está bien, te enviaré la ubicación, gracias por comprender – murmuro mientras siento el ruido de la calle a través de la llamada.

-Somo un equipo, estaré ahí en unos minutos – exclama para luego cortar la llamada. Suspiro mientras observo por la ventana del taxi la fachada de las casa de los Brown. Coloco mi mano en la puerta abriéndola y salgo del auto. Mis manos sudan, así que las paso por el pantalón negro que tengo puesto.

Tomando respiraciones profundas doy pasos pausados hacia la entrada de la casa, la puerta de color caoba cada vez esta mas cerca. Al llegar, el sonido de mi corazón retumba contra mis oídos, no negaré que estoy nerviosa. Estoy a punto de tocar el timbre cuando la puerta se abre asustándome. Es Diego, sonríe con tristeza mientras deja libre el camino de la entrada.

El pasillo se abre ante mis ojos, con respiraciones pausadas camino hacia la sala. Conozco el camino, ya he estado aquí antes un par de veces. Siento que las paredes se estrechan con cada paso que doy, Al acercarme más lo veo. El cuerpo de un hombre esta sentado en el sofá, con los brazos en las rodillas mientras mira el suelo fijamente. El sonido de mis tacones contra el piso de madera lo alerta de mi presencia, levanta el rostro y lo que veo me hace detener mis pies.

Detrás de las cicatrices.🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora